No hay ninguna duda de que la televisión es el medio de difusión más importante y poderoso de todos. En realidad, su poder es incalculable, ya que nadie puede asegurar a ciencia cierta quiénes están mirando tal o cual programa, y mucho menos su alcance.
Técnicamente, la televisión sirve para tres cosas: entretener, educar e informar, y dichos roles van variando dependiendo de muchísimos aspectos, por ejemplo, la época o el lugar.
En tiempos un tanto convulsionados, obviamente, es el medio más utilizado para informar, ya sea por su velocidad —muchas veces superada por la radio— pero fundamentalmente por la elocuencia de las imágenes.
Cuando en Estados Unidos estalló el caso Watergate ocurrió lo siguiente. La investigación había sido llevada a cabo por dos periodistas del Washington Post, Carl Bernstein y Bob Woodward, y el escándalo, lógicamente, fue publicado por el prestigiosísimo periódico, pero se hizo realmente conocido y de público conocimiento cuando lo emitió el programa de periodismo de investigación "60 minutes" un año más tarde.
En nuestro país pasó algo muy parecido en tres ocasiones. El año pasado con el caso Ciccone-Boudou y actualmente está ocurriendo con el Lázaro-Fariña gate, ambos escándalos emitidos por el programa "Periodismo Para Todos" que conduce Jorge Lanata.
Sin embargo ambas primicias ya habían sido denunciadas bastante tiempo antes por el portal Tribuna de Periodistas.
El tercer caso ocurrió con la denuncia de la bóveda de la casa de los Kirchner en el Calafate, que ya había sido publicado por el portal Seprin.
Como podemos ver, no es lo mismo, lamentablemente, hacer una denuncia por medio de un diario o, como en estos casos, Internet, que por televisión.
Por supuesto que de ninguna manera debemos desconocer y mucho menos dejar de reconocer el mérito del programa de Lanata reuniendo demás pruebas y testigos, que dicho sea de paso es un trabajo periodístico impecable.
De todas maneras, estos no son los únicos tres casos de corrupción dignos de denuncia que se han publicado en estos portales. Hay otros dos escándalos que son tal vez tan fuertes como los anteriores, como la investigación realizada por el periodista Christian Sanz sobre el falso título de abogada de Cristina Kirchner y de la sanción de la Ley que regula el impuesto sucesorio en la Provincia de Buenos Aires a partir del año 2011 que fue impulsada para que los herederos de Néstor no paguen por la herencia recibida.
¿Tendremos que esperar a que Lanata se decida a mostrar esto por televisión para que tanto el falso título de abogada de Cristina como la escandalosa ley sancionada en la Provincia de Buenos Aires especialmente para beneficiar a la presidenta sean de público conocimiento?
Pablo Dócimo
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