Según un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), el Estado porteño entregó subsidios a estudiantes sin saber, por un lado, a cuánto asciende la canasta escolar; por el otro, si las ayudas económicas alcanzan a cubrir los gastos mensuales de los jóvenes; y, por último, si los beneficiarios concurrieron a clases.
El dato lo publica hoy el portal El Auditor y allí se revela que los subsidios en cuestión corresponden a la iniciativa “Estudiar es Trabajar”, que funciona dentro del programa “Con Todo Derecho Ciudadanía Porteña”, del Ministerio de Desarrollo Social de la Capital Federal, y están destinados a retener o reinsertar en el sistema educativo a jóvenes de entre 18 y 29 años mediante la entrega de ayudas económicas, que actualmente ascienden a $ 310 mensuales.
El organismo de control porteño aprobó este año un informe sobre la gestión 2011 del “Estudiar es Trabajar”, en el que se señalan ciertas “inconsistencias” de la iniciativa, como por ejemplo la falta de un criterio unificado para establecer cuánto dinero se debe entregar a los beneficiarios.
De hecho, las propias autoridades del “Estudiar es Trabajar” le dijeron a los técnicos de la AGCBA que “no existe algún parámetro de los gastos mensuales que necesita un joven para cubrir la canasta escolar, ni qué porcentaje resulta cubierto con el subsidio” que se entrega.
Paralelamente, la investigación reveló la “falta de actualización en el monto del beneficio”, y puntualizó: “En el período comprendido entre 2009 y 2011 el valor del subsidio aumentó aproximadamente un 2% (de 275 a 280 pesos), lo cual no compensa la pérdida de valor real que indica la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC - INDEC), que observa un incremento del 20%” para el mismo lapso.
Y si de dinero se trata, el organismo de control descubrió que, si bien el presupuesto 2011 de la iniciativa se incrementó un 16% con respecto al año anterior, durante el transcurso del ejercicio analizado hubo una reducción de la partida del orden del 23%.
En números, a inicios de 2011 el “Estudiar es Trabajar” tenía un presupuesto sancionado de $ 22.644.336; pero ese ejercicio se cerró con una partida de $ 17.382.996.
Otro aspecto resaltado por los auditores es que el plan “Estudiar es Trabajar” pretendió alcanzar durante 2010 a unos 6.500 jóvenes pero que, de ese total, finalmente terminaron recibiendo los subsidios unos 4.866 beneficiarios, es decir el 74,9%.
La investigación agrega que, pesar de esta performance, para el año siguiente la iniciativa fue más ambiciosa e igualmente no se logró alcanzar el objetivo previsto: “Se observa que la estimación de la meta para 2011 se incrementó un 15.38% respecto a 2010”, dice la AGCBA en referencia que el plan fue pensado para unos 7.500 destinatarios, de los cuales resultaron beneficiados 5.847 jóvenes.
Con ese dato, el informe concluye que, “teniendo en cuenta la meta ejecutada en el año 2010, no se encuentra justificación al motivo por el cual se determinó para el 2011 una meta anual aún mayor”.
Redacción de TDP
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