Luego de una larga ausencia, volví hoy para responder una carta del lector Diego Coronel, uno de los primeros en inaugurar esta columna al enviar varias misivas de queja por el tratamiento de la información en Tribuna de Periodistas. En algunas ocasiones tuvo razón y en otras no, de acuerdo a lo publicado en su momento.
Antes que nada, quiero mencionar que el motivo de mi ausencia fue por la falta de reclamos por parte de lectores de este portal. En las últimas semanas abundaron cartas de felicitación pero no hubo ninguna de queja.
Hoy eso cambió luego de que el lector Coronel se mostrara molesto por la siguiente noticia “Lo que faltaba: apareció el video porno de una panelista de 678”, donde se “denuncia” la aparición de imágenes lesivas —sexuales— que involucran a la periodista Nora Veiras.
“No encuentro razón para poner una nota así en este periódico. Siendo que a menudo tratan de manera inteligente los temas que interesan en verdad al ciudadano, me veo decepcionado por este material. Esta es una nota que debería corresponder a otro periódico; no a este. Por favor sean periodistas serios como lo fueran hasta hace poco”, según el lector.
A primera vista, tiene razón ya que el Manual de Estilo del sitio, en el apartado 1.7 del capítulo “Principios Éticos” propugna “el respeto a la vida privada de los ciudadanos, a las instituciones que conforman la sociedad, a la moral social y a la integridad del territorio nacional. En tal virtud, en sus artículos que produzca y emita no acepta frases que puedan constituir ofensas o insultos deliberados a los particulares ni a las autoridades constitucionales”.
A su vez, el punto 1.6 del mismo apartado asegura: “En Tribuna de Periodistas asumimos que realizamos un trabajo de alta responsabilidad social que nos obliga a demostrar que contamos con las aptitudes, habilidades y conocimientos necesarios para ejercer el periodismo, tratando de elevar permanentemente nuestra capacidad profesional.”
El punto 2.1 de la sección “Tópicos Periodísticos”, va más allá y advierte que “el periodista nunca debe olvidar que trabaja para el lector, destinatario final de la información, porque ello le señala la responsabilidad que asume de ser depositario del derecho que tiene todo ciudadano a ser informado veraz y oportunamente”.
Por todo lo dicho, evalúo que el lector tiene toda la razón en molestarse por lo publicado. Esperamos que esta columna sea un oportuno tirón de orejas para que Tribuna no vuelva a cometer el mismo error y cuide las formas a futuro.
Agradezco a Diego el haberme escrito y recuerdo a quienes quieran dejar sus inquietudes que pueden escribirme a ombudsman@periodicotribuna.com.ar.
Marcelo Suárez
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