Mientras el cura Juan Carlos Molina desde SEDRONAR y sus acólitos abrazan la idea de la droga libre, un pibe de 17 años de edad le aplica como correctivo a su madre 19 puñaladas porque ella no le permitía drogarse.
Cuando indicamos que el consumo de drogas y en particular el de marihuana crea paranoicos, psicóticos y esquizofrénicos (comentario que maldispone a usuarios, adictos y defensores del consumo de sustancias prohibidas), apuntamos directamente a la baja tolerancia al fracaso que estos enfermos tienen, lo que los obliga a adoptar actitudes compulsivas para aniquilar los obstáculos que le impiden lograr sus enajenados objetivos.
Gracias a la actitud gubernamental de ésta década que no supo, no pudo o no quiso frenar el avance del narcotráfico en Argentina, hoy aparecen los descerebrados por el consumo de sustancias, no tienen inconveniente alguno en descerrajar un tiro a alguien porque no le entregó la mochila o bien apuñalar a la madre porque no le permite drogarse.
No hay madre de adicto que no haya sufrido algún ataque de su hijo, las drogas obligan a hacer cosas que sin ellas jamás se hubieran hecho, luego para justificarse brindan argumentos convincentes pero falsos de su accionar.