“Con esto me juego la vida”, decía el fiscal Alberto Nisman, a poco de aparecer muerto el domingo en el baño del departamento que alquilaba en el piso trece de la torre LePark de Puerto Madero. Su cuerpo fue hallado por los custodios, junto a su madre, con un tiro en la sien de un arma calibre 22, supuestamente prestada por un allegado a él, el día anterior.
La citada frase hace referencia a la denuncia presentada por él, con un escrito de más de 300 fojas y documentación, días antes de su deceso. En la presentación denunció el acuerdo con Irán y un pacto –por parte del gobierno-con ese país a cambio de impunidad a los supuestos responsables del atentado a
La denuncia implica a actores importantes del kirchnerismo, pide la indagatoria de la propia presidente y un embargo por $ 200.000.000. La noticia tuvo un impacto a nivel mundial, aunque Cristina evitó referirse al tema. Un dato: el fiscal fue asignado por Néstor Kirchner.
Del hecho me enteré el lunes a la madrugada, encontrándome de vacaciones, por medio del mensaje de un amigo: “Pone las noticias, paso algo grave. Parece que encontraron muerto a Nisman”. Me quedé helado. Fue algo inesperado, más para los que seguimos el caso. Todo sucedió muy rápido. El tema se expandió en seguida por las redes sociales.
No soy un criminólogo ni experto en el tema, pero no quería dejar de opinar al respecto, ya que el hecho tiene implicancias políticas y sociales.
La hipótesis que más se menciona en los medios, por las pruebas recolectadas, es un supuesto suicidio -provocado o no-. El oficialismo lo da por hecho. Si bien es cierto que ha pasado poco tiempo de conocerse el episodio, hay muchas dudas que no parecen tener una explicación razonable en el corto plazo:
-Días antes de encontrarse su cuerpo, en las últimas entrevistas que brindó luego de la denuncia, entre ellas en el programa “A Dos Voces” por TN, Nisman parecía estar fuerte y convencido de seguir adelante con la causa y querer llegar al fondo del asunto. Se lo notaba con energía. Sus acusaciones fueron gravísimas y afirmó tener las pruebas de todo lo denunciado. Recordemos que según sus declaraciones le tomo varios años de trabajo construir esta denuncia.
-Se había comprometido a ir a exponer a una comisión en el Congreso el lunes 19 de enero, un día después de su deceso -según las primeras pericias-. ¿Se compromete a declarar, se arriesga, se la juega y se mata el día previo? Es raro.
-Los “suicidios” extraños eran algo no poco común durante la presidencia de Menem. Casos resonantes como Di Natale, Yabrán y los testigos de la muerte del hijo del presidente, entre los más resonantes. Este último, como un hecho extraño en si mismo, aún no resuelto del todo. Otros casos como Cabezas y los propios atentados.
El último caso fuerte mediáticamente, ya en la época kirchnerista, fue el del periodista Juan Castro. No son ni los primeros ni los últimos episodios públicos sin una respuesta que convenza a la población. Parecen más operaciones que otra cosa: Julio López, el albañil secuestrado y la caída de la avioneta de De Angeli en plena crisis con el campo, entre otros.
-Volviendo al caso en cuestión, no hay muchas hipótesis del móvil: Suicidio o asesinato. Este último: ¿ligado con el gobierno de turno o no? Lo que parece no generar dudas es que tiene relación con la denuncia presentada días antes por el fiscal.
-Es de público conocimiento que hace poco tiempo hubo una interna y purga en
-En caso de que no haya sido un suicidio, es tan obvio que a esta altura, estando ya presentada la denuncia y gran parte de las pruebas, es algo que no convenía ni al propio gobierno, ya que a horas de conocerse el hecho la población ha culpado a éste por su muerte. Sería demasiado burdo un asesinato como represalia una vez conocida públicamente la denuncia y no –en todo caso-como algo preventivo a que se divulgue la información. Es algo propio de un régimen totalitario y mafioso. Por otro lado, tampoco me extrañaría una torpeza semejante de parte del kirchnerismo. Salvo que haya más información o pruebas que aún no hayan salido a la luz y que sólo Nisman conocía.
-Otra posibilidad es que el fiscal haya sido víctima de una interna de
-¿Tiene sentido jugarse a todo y quitarse la vida a los pocos días sin siquiera intentar dar la batalla? Según los trascendidos, se encontró material del caso en su departamento y el fiscal habría estado estudiándolo durante el fin de semana antes de exponer en el Congreso. ¿En la hipótesis del suicidio, habrá actuado bajo presión o amenazas a su familia? El mismo había anticipado que sabía que se iba a encontrar con una gran presión por parte del gobierno a raíz de estos hechos. Ya contaba con custodia y no era la primera vez que recibía amenazas.
-El kirchnerismo brinda la versión del suicidio a las pocas horas del hecho. Sergio Berni se presenta en el lugar de madrugada ¿para qué? A la tarde cambian el móvil a un suicidio inducido involucrando a “sectores de la inteligencia” según la conferencia de prensa del FPV, sin Diana Conti, después de sus desafortunados dichos “con los tapones de punta”. El sorpresivo y prolongado silencio de la presidente y luego su carta de cuatro carillas, hablando en gran parte de Clarín y su vida personal. Fue patético.
-Es confuso el hecho de que -según el propio fiscal-haya preparado durante años la denuncia y suspenda repentinamente sus vacaciones familiares en el exterior, volviendo al país en plena feria judicial para presentarla. ¿Por qué el apuro de un momento a otro? ¿En caso de querer generar además un efecto mediático en la población, por qué hacerlo en pleno enero cuando todos están de vacaciones? ¿Es cierto que Gils Carbó quería apartarlo y por ello la prisa?
Además de éstas, las dudas son muchas. Los hechos objetivos hasta ahora son pocos: un fiscal denunció a la presidente y a parte del gobierno y a los pocos días (uno antes de exponer en el Congreso) aparece muerto en su casa. No deja ninguna nota, algo muy común en los suicidios. Estaba por comenzar una batalla para la que se venía preparando hace tiempo. Los que lo conocen, aseguran que estaba bien de ánimo y con voluntad de avanzar en este tema.
Al día siguiente de conocerse los hechos, mientras los medios opositores informan de los acontecimientos, los canales oficialistas nos enseñan a cocinar. La presidente usó la cadena nacional para transmitir un recital de hip-hop (el año pasado) y la evita ante una situación de semejante gravedad institucional que movilizó a miles de ciudadanos en todo el país, a pesar de las vacaciones. El reclamo llegó hasta Punta del Este.
Los argentinos merecemos una justicia independiente, capaz de resolver los casos, ya sea de homicidios o corrupción. Este hecho parece tener un tiente mafioso, junto a los mencionados más arriba. La situación se vuelve intimidante. Luego de los antecedentes, la población ya no duda en desconfiar de las versiones del gobierno. Su palabra ya no vale, la confianza se perdió. Esperemos que este sea un hecho bisagra para nuestra historia moderna.
Pedimos a gritos un país republicano, con independencia de poderes, sin corrupción y una justicia que actúe con celeridad y no sea partidaria del gobierno de turno. ¿Es mucho pedir? No queda más que esperar por más información del caso. Hoy cualquier hipótesis parece prematura, pero las dudas sobre el caso son inevitables. #YoSoyNisman