Esta semana, Cristina Kirchner sorprendió por su idea de hacer una nueva Secretaría de Inteligencia en reemplazo de la vieja SIDE. En este caso se llamará Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La idea, novedosa y sorprendente, no era tal: ya en el año 2003 Néstor Kirchner tenía en su cabeza la idea de avanzar en una idea casi calcada. Así lo contó diario La Nación el 19 de octubre de ese año:
Una nueva SIDE se construye en secreto en estas horas por decisión del Presidente. Ya está en ejecución una profunda reforma planteada por etapas, que comenzó por un "blanqueo de fondos" que alcanza los cien millones de pesos y por una depuración interna: hace 72 horas despidieron a más de 160 espías. Antes de fin de mes el número de agentes de inteligencia que serán apartados del organismo subirá a 400 aproximadamente.
Los próximos objetivos son reclutar nuevos espías, redefinir el perfil de la secretaría y modificar la estructura, y los programas y profesores de la Escuela Nacional de Inteligencia, donde se forman los agentes del país. Mientras tanto, se avanzará con el estudio de cada uno de los legajos de los espías que están bajo la lupa del jefe de la SIDE o Señor Cinco, como se dice en la jerga interna, Sergio Acevedo. Más del 10% de ellos fue pasado a disponibilidad o están a punto de comunicárselo.
Los despidos en la SIDE constituyen sólo un aspecto de un proyecto más ambicioso para reformarla.
Hace más de cuatro meses que Acevedo, que dejará su cargo el 10 de diciembre próximo para asumir la gobernación de Santa Cruz, está ejecutando un plan diseñado con Kirchner. La meta final, que quedará para su sucesor, es borrar la oscura imagen del organismo y convertirlo en una herramienta del Estado con un perfil profesional que nunca tuvo.
La Nación reconstruyó con dos fuentes de primer nivel el verdadero plan del Presidente para la SIDE y qué se hizo durante la actual gestión y que hasta ahora estuvo en reserva.
Esta semana, este mismo portal reveló que en 2006 el ex presidente había tenido la idea de disolver la ex SIDE en 2006. Nada nuevo bajo el sol.
¿No será que La Nación no tenía fuentes confiables y que esas ideas presidenciales no eran tales? No sería tan descabellado.
QUIÉN MATÓ AL TUERTO?