El armador político del Frente Renovador, "Juanjo" Álvarez, se retiró este jueves del espacio luego de que el líder del partido, el diputado Sergio Massa, expresara su descontento por los acuerdos provinciales y los resultados electorales obtenidos hasta el momento.
Así lo hizo saber a agencia Noticias Argentinas el propio Álvarez, quien eludió referirse a los motivos de su alejamiento al señalar: "Sí, me fui, pero no tengo nada que declarar". La relación entre Álvarez y Massa venía deteriorada por divergencias políticas y este jueves terminó de confirmarse la salida del espacio del exintendente de Hurlingham, que se venía rumoreando en los últimos días.
En un breve contacto con NA, Álvarez fue consultado sobre su futuro político, ante lo cual advirtió: "A mí casa no me voy a ir". El ahora exarmador político del Frente Renovador participó el miércoles a la noche de un acto en Hurlingham, organizado por su hijo, para festejar el aniversario número 20 del triunfo electoral que lo consagró intendente municipal.
El jefe de campaña, que era Juanjo Álvarez, se fue a su casa y abandonó el departamento que usaba hace dos años como base de operaciones en el centro porteño. Alberto Fernández dice que sigue en el Frente Renovador, pero Francisco De Narváez ya lo da por ido. El rol del ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner era –según el empresario Daniel Vila- el de “embajador” de los renovadores ante el Grupo Clarín.
En este contexto, de tantas fugas dentro del massismo, ya se hizo viral en Internet la frase “más solo que Massa en el día del amigo”.
Como sea, el periodista Diego Genoud hace un interesante análsis sobre lo que le ocurre al líder del FR: “A Massa le pasó en el arranque del año electoral, todo lo malo que le podía pasar. Por eso, el derrumbe de su armado no se debe a un solo factor, sino a una conjunción. En primer lugar, sus propios errores políticos. En busca de explicar su derrotero, la semana pasada el ex intendente de Tigre reconoció ante Jorge Lanata en Radio Mitre que había cometido errores, pero no blanqueó cuáles eran”.
El primero de ellos, según Genoud, fue aventurarse a la campaña más larga de la historia desde el regreso de la democracia. De dos años de duración, quedó formalmente inaugurada el 28 de octubre de 2013, al día siguiente de su triunfo en la provincia de Buenos Aires. “Los seguidores de Massa se abrazaron a la idea de un viento de cola imperecedero que se agotó antes de la fecha señalada. La liga de intendentes –en su mayoría jóvenes- que comandó el triunfo de 2013 quedó opacada por la legión de sobrevivientes del menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo que se sumaron al barco renovador”, asegura el biógrafo de Massa.
Y culmina Genoud: “Si el derrumbe de Massa continúa, el peronismo no oficialista quedará debilitado y es posible que regrese al lugar de marginalidad que tuvo durante los últimos 12 años. Si la escena que asoma clara se agiganta, la renovación del peronismo se dará entonces dentro del espacio del Frente para la Victoria, con el pase a la fase sciolista de lo que alguna vez se autodenominó nacional y popular”.