En el acuerdo con los holdouts el Gobierno deposita mucho más que la búsqueda de archivar el default, sino que fija allí el kilómetro cero de su plan económico y un delicado entramado de pactos para la gobernabilidad con opositores dialoguistas.
Ese entendimiento también expuso una batalla en el FPV-PJ, donde un sector más moderado intenta debilitar al kirchnerismo y los leales a la expresidenta Cristina Fernández juegan fuerte como opositores al fracaso de Macri, ya sea por convicciones ideológicas o por mera supervivencia política.
En el Gobierno hay confianza en que finalmente el Congreso aprobará una paquete ómnibus que incluye la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y también la autorización del endeudamiento para hacer frente a los acuerdos alcanzados al amparo del juzgado de Thomas Griesa.
Con la fecha del 14 de abril como límite para sellar los entendimientos, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, concurrió el viernes a la Cámara de Diputados, donde se trenzó con el ahora diputado Axel Kicillof.
El kirchnerismo ya adelantó que no dará quórum y votará en contra, pero Cambiemos viene trabajando para que haya nuevos desprendimientos del Frente para la Victoria, como el Frente Renovador de Sergio Massa o el Bloque Justicialista de Diego Bossio, con la seguridad de que finalmente terminarán dando el OK.
El plan del Gobierno es aislar al kirchnerismo. Según la lectura que hace el presidente bis, Marcos Peña, hay un 30% de la sociedad que nunca va a avalar las políticas macristas, por lo que la intención es operar con los representantes del 70% restante, entre los que hay muchos peronistas orgánicos.
Las encuestas continúan dándole la derecha a Macri, aunque algunas de ellas comienzan a mostrar retrocesos en la popularidad de la gestión presidencial y en la confianza de la sociedad respecto del éxito de las políticas aplicadas.
Mensaje y PJ
La hoja de ruta oficial presentó algunos obstáculos luego del discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa en el que fue mucho más duro de lo que se esperaba respecto de la herencia que dejó el kirchnerismo y enojó a gobernadores e intendentes.
Pese a que Peña rechazó la posibilidad de que haya un "toma y daca" por la aprobación de esa ley, la devolución de 15 puntos de coparticipación a las provincias es una moneda de cambio.
Por eso, el ministro del Interior Rogelio Frigerio, apuró una convocatoria a todos los jefes provinciales para poner en marcha —el jueves próximo— el Consejo para el Nuevo Federalismo, destinado a debatir la devolución de la coparticipación. También citó a intendentes para el lunes en Olivos.
Para el caso de que la negociación se ponga áspera, Macri se reserva la posibilidad de salir a denunciar públicamente a la oposición de "irresponsable y de llevar al país al abismo", según anticiparon algunos de sus colaboradores.
"Se va a aprobar el acuerdo con los buitres. Nosotros en esta etapa trabajamos para lo que creemos que es lo mejor para el país y si no se aprueba podemos ir a una hiperinflación, pero también esperamos que el kirchnerismo quede reducido a una mínima expresión", se sinceró por su parte un hombre del Bloque Justicialista.
Esa pelea en la principal fuerza de la oposición se traslada a la conducción del PJ. De cara a la elección del 8 de mayo, el kirchnerismo amenazó con presentar una lista alternativa si el hoy diputado del FPV José Luis Gioja, propuesto a la cabeza de una nómina de unidad, vota a favor del acuerdo con los holdouts.
Gioja, al igual que varios diputados que responden a gobernadores y que siguen dentro del bloque del FPV, podrían engrosar la lista de votos a favor del Gobierno. Por lo pronto, el mandatario tucumano, Juan Manzur, ya manifestó públicamente su aval al entendimiento.
En la alianza Cambiemos buscan también el aval del Senado para los candidatos propuestos por Macri a integrar la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
Esa apuesta necesita dos tercios de los votos en un hemiciclo dominado por el PJ. En el Gobierno también confían en que ambos pasarán la prueba, pero algunos senadores presentaron objeciones a Rosenkrantz, un jurista surgido de la UCR, por haber representado al Grupo Clarín en su pelea con el kirchnerismo. Esas voces disonantes proponen que ingrese otra mujer a la Corte.
Como se ve, la gobernabilidad es una tarea diaria para el oficialismo y a medida que se acerque el 2017 electoral puede encontrar mayor reticencia en las filas opositoras.
Dólar y otras yerbas
El dólar dio esta semana un salto a 16 pesos y provocó cortocircuitos entre el Palacio de Hacienda y el Banco Central por la decisión del jefe de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger de permitir la escalada. Finalmente, el BCRA intervino y la moneda estadounidense cayó hasta 15.50 pesos.
Paralelamente, la inflación no da respiro. Según varias consultoras se ubicó entre 4% y 5% en febrero y por factores estacionales se mantendría en niveles similares en marzo, un galope que anualizado da escalofríos.
Esos indicadores muestran la inestabilidad económica del país. Aquel acuerdo con los fondos buitre persigue el objetivo de ingresar en otra etapa de mayor sustentabilidad a costa de un endeudamiento mayúsculo y de la llegada de inversiones.
Cerca de Macri siguen siendo optimistas respecto de que las variables económicas comenzarán a revertirse a partir del segundo semestre del año. Antes, hay muchas batallas pendientes.