Nos habían contado que la dama estaba involucrada en un proyecto gastronómico al que se lo conoce, en un núcleo muy pequeño de personajes políticos (los oportunistas de siempre) como “Lo de Fariña: cocina patagónica y valijera”. ¿Es un chiste? No tanto. Sucede que un par de amigos de Fariña –dicen serlo, porque Leo sigue sin hablar apesadumbrado por la balacera que sufrió su custodia hace días cuando un grupo de sicarios detectó lo que debiera ser su domicilio ultra secreto-,  ese supuesto núcleo íntimo del valijero están pensando en que en algún momento Fariña debe volver a trabajar para no comerse sus ahorros. Claro,  como decía Pappo, esta vez buscarse un trabajo honrado.

Pero trabajar, ¿de qué? Porque al mundillo turbio de las finanzas ya no tiene retorno. ¿Alguien le confiará sus dinerillos para algún fideicomiso o cosa parecida? Difícil que el chancho ladre.

Surgió la idea de hacerlo RRPP, los boliches pagan por presencia de personajes famosos para el cholulaje que se desvive por una selfie con cualquier mediático. Pero la exposición nocturna no va de la mano con la seguridad personal que precisa un personaje tan expuesto como Fariña.  Y tampoco se supone que una marca de indumentaria o calzado deportivo use la imagen de Fariña para promocionar sus productos. Es un arma de doble filo, nadie arriesga a semejante ruleta rusa.

Ahí alguien tiró la idea de un proyecto gastronómico al que se bautizó “Lo de Fariña: comidas patagónicas y valijeras”. Atractivo, suena bien. Suponemos un menú con platos llamados “Cordero Lázaro Báez, al horno y con guarnición”.

Lo escuchamos, suena algo cómico. Y conste que esta no es una nota de humor como esas que solemos escribir para no hacer tan pesada la realidad, estilo… “Laura Alonso organiza un tetazo en defensa del Correo Argentino”.

Nos decían que tras esa idea de insertar a Leo en un proyecto gastronómico usando el ícono del valijero estaba la siempre oportunista Florencia Arietto. Conocida en ámbitos varios como “La dama que surgió del rojo”, en alusión a aquel libro de John Le Carré publicado en 1963 llamado “El espía que volvió del frío”.

Claro que esto sí es una broma, porque cuando la Arietto se quiso hacer fuerte en el mundo de la seguridad deportiva de la mano del ex Presidente de Independiente Javier Cantero, su fracaso fue tan estridente que entre Cantero y Arietto no solo permitieron hace pié en el negocio del fútbol a Hugo Moyano sino que también agigantaron la figura de “Bebote”,  el jefe de la barra brava del club de Avellaneda.

Identificada con el Frente Renovador, Sergio Massa y los Galamirini descubrieron muchas filtraciones de información de la intimidad partidaria que cae en manos del macrismo con mucha asiduidad.  Todas esas filtraciones se la atribuyen al carácter destemplado y a su deseo de figuración a toda costa de Florencia Arietto. En el FR no comparten la burda comparación que hace la ex jefa de seguridad de Independiente diciendo que Margarita Barrientos es la Milagro Sala de Mauricio Macri.

La fundadora del comedor Los Piletones tiene una trayectoria intachable en cuando a acción social, aunque algunos la acusaron de discriminar a ciudadanos de países vecinos (paraguayos y bolivianos). Pero nadie puede acusarla de quedarse con dinero destinado a la alimentación de los sectores más vulnerables. Otra desacierto de la señora “roja” fue una bravuconada contra José María Listorti. No se hace inteligencia ni seguridad desde una posición patoteril, sino con otros méritos que parece a la señora Arietto no le sobran.

Cuando preguntamos por ese proyecto “Lo de Fariña…” se nos dijo que estaba en el aire, pero que Florencia Arietto estaba involucrada en otro emprendimiento más temible: incorporarse a la AFI-SIDE presuponiendo que Gustavo Arribas será desplazado quizás a un cargo diplomático bien lejos de la Argentina, después de conocerse el escándalo que lo une a Obredetch.

En el FR dicen conocer contactos que tiene Arietto con Silvia Majdalani, “la Señora 8”, la jefa operativa de la AFI-SIDE. ¿Si la dama roja le confidencia las internas del FR al oficialismo? Algo de eso cree la gente de Massa-Galmarini.

Que la “Señora 8” se convierta en la “Señora 5” y Florencia Arietto sea quien la remplace, es una especulación que corre por su cuenta. Pero solo pensar que el organismo de espionaje estatal pueda estar conducido por dos mujeres, no hay antecedentes en el mundo de eso y no deja de ser una expresión de deseos de esa persona.

No está mal que la inteligencia de Estado salga con polleras y boquitas pintadas, pero también se precisa materia gris y ni Silvia ni Florencia tienen de sobra.