Si la administración de “Los Fernández” quiere encontrar el sendero de la estabilidad económica, deberán dar prioridad a la solución del default que tendrá que enfrentar en los primeros meses de gobierno.
Los bonos argentinos se encuentran entre los de peor desempeño en los mercados emergentes, en tanto los inversores se preocupan por el riesgo de default ante la ausencia de detalles sobre qué tipo de políticas el presidente electo Alberto Fernández impulsará una vez que asuma el próximo 10 de diciembre.
Los Bonos 2028 acumulan pérdidas superiores al 5% y su paridad se encuentra en 35 centavos, un piso histórico. Los Bonos 2021 tuvieron la mayor caída en dos y cotizan a unos 42 centavos. El cuello de botella que tiene la Argentina es de liquidez y no de solvencia.
La Argentina debe hacer frente a unos 5.000 millones de dólares antes de fin de año. Las reservas brutas rondan unos 44.000 millones de dólares, pero si se toman en cuenta las reservas netas, deducidos los plazos fijos de los ahorristas y los swap de China y Basiela y el componente en metal, se reducen a unos 15.000 millones de dólares.
En el mercado existe la convicción de que “al default sólo falta ponerle fecha”. Los inversores ya descuentan el incumplimiento y es por eso el precio de paridad que tienen los títulos argentinos.