Luego del discurso de la Presidenta en José C. Paz el pasado 12 de mayo donde sorprendió a todos con aseveraciones como “a mí no me van a correr (…) algunos que creen tener poder para torcer voluntades”, y que no le sirven los supuestos respaldos gremiales cuando por otro lado la extorsionan —por supuesto sin dar un solo nombre, aunque sin decirlo el nombre de Hugo Moyano sobrevoló inmediatamente en tierras del obsecuente Mario Ishii— el abogado Enrique Piragini presentará en el día de mañana una denuncia ante la justicia criminal federal de la Ciudad de Buenos Aires con el fin de que se investiguen los delitos de acción pública que se evidenciaron en ese discurso.
“CFK dejó en claro que la estaban coaccionando y es necesario que se individualice a los responsables de tamaña conducta, y en caso de resultar falsas sus expresiones se deberá investigar la comisión de los delitos previstos en los arts. 211 y 212 del Código Penal, por cuanto estaría instigando a la violencia”, consta en la denuncia a presentar el próximo 16 de mayo.
Piragini repasa que tal como hizo Néstor Kirchner en setiembre de 2010, cuando le requirió a la Corte Suprema que no se deje presionar y le pidió al gobernador Daniel Scioli, que "no tenga miedo" y que "diga quién le ata las manos para no solucionar la inseguridad en provincia"; si el ex presidente viviera, pues seguramente también le exigiría a Cristina que diga quién o quiénes la presionan en el ejercicio de la primera magistratura, máxime cuando la presidente, visiblemente turbada, —sin nombrarlo expresamente— dio a entender que la condicionaban desde el sindicalismo dirigido por el titular de la CGT, Hugo Moyano, lo cual coloca al líder camionero en una peligrosa situación de vulnerabilidad, habida cuenta la existencia de fuerzas de choque que acompañan incondicionalmente a la presidente de la Nación.
Cabe preguntarse también, por qué no se dirigió Cristina a la Justicia para denunciar extorsión en vez de a un acto político. La respuesta a esa interrogación será una clara pauta sobre si a Cristina verdaderamente le preocupa la calidad institucional de su gobierno, o si sólo se trató de crear un impacto mediático para conquistar a la clase media que tanto aborrece a Moyano.
Mientras tanto, las consecuencias sobre las palabras tal vez no medidas de Cristina en José C. Paz, mañana verán la luz en la Justicia.
Carlos Forte y Christian Sanz