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“No soy la presidenta de las corporaciones”

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CUANDO LA REALIDAD DESNUDA AL RELATO
CUANDO LA REALIDAD DESNUDA AL RELATO

Este domingo, algunos diarios del interior y de la Capital Federal titularon las frases más estruendosas de las propaladas por Cristina Fernández Wilhelm.

 

Las cuatro o cinco más destacadas son las que forman y formarán el rosario de hechos imaginarios que se afianzan en el inconsciente colectivo de los relatados, adherentes, o simples votantes. “Profundizar el modelo” es una de ellas. Otra es el afianzamiento del ideario de Néstor Kirchner, bautizado ya oficialmente en el juramento de Abal Medina (hijo y sobrino) como “Él”, cuando éste, exultante, juró por “Néstor” y ella le retruco, que “Dios, la Patria y él” te lo demanden.

Pero luego del Perogrullo de cabotaje, la épica mentida tras una falsa filosofía, siempre mal aprendida por de pronto, hay algo que llama la atención, y es el titular de varios medios oficialistas del interior que publicaron “No soy la presidenta de las corporaciones”.

¿Es o no es la “presidenta de las corporaciones”? Solo basta ver la estructura de poder y la organización económica que sostiene al régimen, al que en otra ocasión quien escribe estas líneas bautizó en este medio como “la tercera década infame”. 

 

El Gobierno de las corporaciones 

 

En la estructura tradicional del pensamiento económico existieron, casi siempre, dos esquemas, uno tendiente al liberalismo de mercado y otro tendiente al intervensionismo del Estado (estructuralismo); descartando analizar al marxismo leninismo por inadecuado a nuestra cultura,y fracasado en el mundo, salvo que alguien crea posible una Argentina antropofágica como en Corea del Norte, o la hecatombe de Cuba.

Entendimos siempre que, los instrumentos no hacen a la voluntad final de las acciones. Así, puede haber instrumentos liberales buenos y otros pésimos. Lo mismo le ocurre al intervencionismo keynesiano. Creemos, en definitiva, que tanto lo político como las coyunturas sociales, como de mercados (interno/externo) juegan muchas veces la suerte de los gobiernos, los que nunca podrán valorarse o desvalorarse sin interpretar los paradigmas y épocas que les tocaron vivir y los pueblos que los sustentaron o repudiaron.

En concreto, no se pueden desestructurar los proyectos y las personas de las épocas que les tocan, y muchas veces, estos juegan la suerte. De ahí que se resalta la catadura ético-moral, el marco de desición estará signado por la suerte, la formación, el equipo, la cultura y su pueblo, las relaciones internacionales y muchas otras variables; pero en especial la catadura ético moral, la finalidad de quiénes y qué intención tienen esos quiénes, de ahí que se relativiza tanto las ideologías como los discursos, y se prioriza la nación Argentina, su soberanía, la moralidad de sus líderes, más allá si le toco a cada uno una época de vacas gordas o flacas, porque puede ser más patriota en la pobreza que en la riqueza… o es más fácil en lo segundo, con lo cual se enaltece al que la apechuga en la difícil.

Patria, Nación y pueblo, en concreto, están por encima de las coyunturas, y en estos 28 años de vuelta de la democracia no se lograron conseguir patriotas que digan la verdad que nos duela, y que lograr superar la frustración del engañado. Nos vienen engañando tupido y parejo. 

 

Por qué Cristina es la presidenta de las corporaciones, y no de la nación y el pueblo argentino

 

Muy en serio, el pensamiento lateral del kirchnerismo continuará falseando la verdad. Es indefectible. No puede haber kirchnerismo sin enfrentamiento, mentira e ideología por delante de los valores nacionales, con lo cual, no puede hacerse ningún análisis sin tener esto en claro de entrada, “laclaudianamente”.

Continuará construyendo la presidenta un relato que no se compadece con la verdad, verdad que aborrece. Hablará ella de un 8,2% de pobreza, pero hay 90 villas nuevas sobre el suelo de nuestra patria. Un caso particular es el de la villa de Retiro (villas 31 y 31 bis) ya se asomaron a la Avenida Ramos Mejía, ya está a la vista de todos, coparon el costado de la Estación Retiro. Por el otro lado, llegaron a calle Salguero, casi, frente a un shopping center francés que se yergue sobre dicha vía. El largo de la “pobreza vip” de esa villa mide ya casi 4 kilómetros, y no la logrará tapar “el relato”

El gobierno de Cristina continuará hablando de índices bien dibujados por Guillermo Moreno, quien desde el lunes 12 de diciembre manejará también el comercio exterior, y es que el relato no se construye bien, si se les escapan los dólares, hoy, limitados en su venta. Hablará de índices, pero no logrará tapar la verdad de un 40% de pobreza e indigencia, disimulada en parte por los subsidios que se vienen acabando.

Pero, lo que nunca podrá el relato, hoy “cristinista”, ni aún con los 70 mil millones de subsidios, o los 2 millones de voluntades compradas con contratos del empleo público, o los otros 2 millones de jubilaciones regaladas a personas que nunca aportaron un centavo, es que su gobierno (tanto el actual, el títere que ejerció desde el 10/12/07 hasta la muerte de Néstor, en octubre de 2010, y la “nada pesada herencia” también recibida) es la herencia de un mando a favor de las corporaciones, de otras de las cuales la historia recién nos está empezando a hablar.

El gobierno de las corporaciones de los Kirchner no es con olor a bosta, sino, con olor a arsénico, con olor a muerte por el glifosato.

El gobierno de las corporaciones de Cristina se basará en un piloto automático consistente en atesorar la mayor parte de las retenciones, en especial de la soja y de los combustibles, combustibles y energía que los “oligarcas” de la clase media deberán pagar a precios internacionales, y no “precios relatados”.

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno que era de “él”, de Grobocopatel, de los grandes pooles de siembra, esos que iban a Olivos sin entrevista previa… Es la Argentina pensada desde los comoditties, que en nada se diferencia de la pensada por el pejotismo y los Menem o Cavallos.

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno que permitirá, a Monsanto —la empresa que desarrolla la semilla del famoso “yuyito”— captar el 5%, bruto, de todo sembradío que “sus datos” indiquen que son soja de la denominada marca “RR”, originalmente de su producción genética.

La empresa americana Monsanto está lejos de ser una compañía nacional. Al parecer el “Fútbol para Todos” es más nacional y popular, más “nacionalizable” que el 5% bruto de toda una cosecha anual. Pero bueno, amigos son los amigos, y Monsanto es un gran “amigo del gobierno”, como lo supo de exponer en su momento.

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno de las corporaciones cartelizadas —antes conocido como “patria contratista”— que succionan los recursos públicos de las obras públicas que se encaran desde la óptica de la corrupción, con la lógica de la “cometa”, y no con la priorización de los intereses de defensa, salud, educación industrialización y desarrollo (que no hay, solo hay crecimiento con inflación).

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno que se amiga con la Barrick Gold y otras mineras que explotan a cielo abierto de manera descarada y que destruye el territorio. Que permite la continuidad de la depredación del Mar argentino, que guiña el ojo a Inglaterra y luego larga proclamas para enardecer a la “gilada”. Es el gobierno amigo de los Midlind, de los Esquenazi, de Cristóbal López, de los Madanes, de la viuda de Graiver, pero nunca le tendió una mano a una familia rural que pierde su tierra y termina en una villa en el gran Buenos Aires, o el Gran Rosario.

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno de las transas con las grandes constructoras, nacionales y locales, pero nunca re estatizó o creó un nuevo Banco Hipotecario para que la clase trabajadora pueda acceder a la vivienda de manera digna. Es un gobierno amigo de Cirigliano (Fatap) de Jaime y de las corporaciones de Camioneros, de la privatizada y pésima TBA (Trenes de Buenos Aires), pero no del tren que nos trasportaría a todos… si funcionara.

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno de los Bancos, así condicionó la política bancaria, al crear cajas de crédito (la gran pasión de usurero de “él”) y no orientó, ni fomentó el ahorro genuino, al punto que las Pymes se fondean con sobreprecios que, en un mercado cerrado, obtienen del público consumidor que no puede acceder a productos externos, sobre los cuales están parados Moreno y Echegaray.

El gobierno de las corporaciones de Cristina es el gobierno que no se propuso, en 4 u 8 años, rescatar la República, sino generar un modelo de poder (no de país) con aliados externos e internos. En lo interno cooptando a todos los dirigentes que pudieran representar poder en cada uno de los 24 distritos, su “modelo” es la hegemonía, la perpetuidad de una corporación, la más nefasta si no se la controla, que es la corporación política; y de ese modo, colocarla comprada por debajo del otrora matrimonio imperial, hoy cristinismo visceral y ultra, en donde “ella” está situada en la misma posición que el Estado mismo.

Hemos retrocedido de una defectuosa República con intención democrática, a una republiqueta bananera como la Uganda, del dictador Idi Amin Dadá.

Así, en definitiva Cristina es la continuadora de la función que el PJ (o pejotismo) ha asumido desde 1989, época del primer gran quebranto argentino, que es ser la fuerza política hegemónica que garantice al establishment la situación de estabilidad para “sus” negocios.

Para los operadores chinos, americanos, indúes, europeos, brasileños, el “PJ” es el establishment local, el enlace, el gerenciador de los negocios, la garantía del negocio seguro y la repatriación fácil de capitales aún de dudoso origen, con altas tasas de retornos en dólares (se le autoriza el “retorno” hasta a las concesionarias de obra pública, como en una colonia del siglo XIX) y mentidas reinvenciones que hoy se “relatan” una nueva frustración para el mañana, que, por supuesto, el poder volverá a desmentir.

En definitiva, hoy Cristina y el PJ resulta el gobierno que las corporaciones, en principio, necesitan. Cristina es el gobierno que garantiza el neocolonialismo, que se entienda: uno nuevo, a la medida del mundo versión siglo XXI).

Todo el resto del conjunto de intereses locales, deberán forman elegante fil, en orden a las tradicionales normas de la política y el mercado conocidas, o sea, quien la tiene más larga.

No es poca cosa. Así estamos.

 

José Terenzio

 
 

18 comentarios Dejá tu comentario

  1. NO ES LA PRESIDENTA ES UNA HIJA DILECTA QUE HACE BIEN LOS DEBERES NI MAS NI MENOS http://www.sl-webs.com/deesillustration/artwork.asp?arrowphoto=57&cat=politics

  2. Tá bien, tá bien girls and boys! No se ofusquen ni se crispen porque hace mal a la salud! Tanto la nota como la mayoría de los comentarios no hacen otra cosa más que reflejar en buena medida la realidad de los hechos... Pero de lo que no parecen percatarse, ya sea por simple omisión o por sumisa convicción, es que las corporaciones, en efecto, son las que manejan el Poder Real aquí y en todo el prostituto mundo, salvo alguna limitada y honrosa excepción absolutamente fugaz, puesto que "las corpo" no admiten que nada ni nadie interfiera con sus actividades, ni siquiera por un segundo, y si no consiguen TODO se conforman tal vez con CASI TODO, pero "nunca menos". Entonces, es muy simple la cosa: ya que poco es lo que puede hacerse para enfrentarlas en su avasallante embestida, por más decisión y coraje que se tenga (pregunten en Bolivia, Ecuador o Venezuela por ejemplo), lo más recomendable sería tratar de sobrellevarlas lo "mejor posible", transando y agachando la cabeza sin perder la dignidad, y, aunque más no sea, intentar limitarlas o al menos no facilitarles servilmente los caminos hacia sus objetivos, los cuales, de una forma u otra, VAN A ALCANZAR. Y a no olvidar que los "ceo's" o "porongas" de las corporaciones no dudan en aplicar un amplio abanico de métodos con el fin de asegurar la maximización de sus ganancias, inclusive, por supuesto, la utilización de la fuerza bruta aunque violente abiertamente la "democracia, la libertad y la justicia", estandartes clásicos que cínicamente pregona la actual elite dominante a boca de jarro. Total, disponiendo del enorme poder de propaganda que ostentan, pueden hacer lo que les plazca y pasar completamente desapercibidos, en vista de que también optimizan el consumo de energía, y por eso apelan al garrote en casos imprescindibles, pero si lo tienen que hacer no les tiembla el pulso ¡te parten la cabeza! y a otra cosa mariposa, se quedan con el queso. En definitiva, si se quejan de "el modelo K", seguramente no están muy errados, pero lo que sí es altísimamente probable es que con otros "modelos" estaríamos tantísimo peor... Lo paradójico del caso es que los más quejosos y quisquillosos de "ella" o de "él" son los que mejor la están pasando, y los que más moneda han acumulado durante la gestión pingüina, cosa rara ¿no? ¿o nos estarán tomando el pelo? ¿es joda o es serio esto? Nos están re-contra garcando y dicen que graniza maní con chocolate...

  3. José: Impecable su artículo, nada que agregar, más claro echale glifosato... Federación: que buena página la que señalás, ilustraciones muy recomendables de ver.

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