Desde el Hospital Austral, lugar donde este miércoles por la mañana fue operada la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner de un cáncer de tiroides, se han cansado de aclarar a través de su cuenta de Twitter, @HospitalAustral, que “no se cancelan ni se reprograman”, o que “no se alterará la atención prevista de pacientes”. Sin embargo dese el lunes corrió como reguero de pólvora en las redes sociales el caso de pacientes de ese centro asistencial a quienes les reprogramaron su sesión de quimioterapia para dentro de un mes, a causa la operación de la primera mandataria.
Mientras un grupo de humildes militantes (y otros no tanto) hacían vigilia ayer en la puerta de uno de los nosocomios más caros de la Argentina, donde su líder se atendía, otros eligieron las redes sociales para denunciar que les fueron suspendidos sus turnos.
Según informó el sitio Contexto24.com entre las pacientes a las que ese hospital privado —y administrado por el Opus Dei de la Argentina— les comunicó que se pasaba para el mes de febrero su turno para terapia con quimio, se encuentra Nora Badano, quién a través de su cuenta en Twitter, @NoraBadano, alertó sobre esta situación.
"De verdad estoy como loca, al turno me lo dieron hace un mes para hoy 3, ayer me llamaron para cancelarlo para febrero!", dijo la mujer, y agregó: "No pueden darme un turno para Febrero, qué se piensan, que la gente puede esperar? La vida no espera".
Badano denunció también que ante los reclamos, la cuenta oficial del Hospital Austral la bloqueó para que sus mensajes no les llegaran, una de las respuestas más comunes y reaccionarias por parte de quienes se encargan de administrar las cuentas en las redes sociales y prefieren sacarse un problema de encima antes que tomar las riendas de la queja. Sin embargo, esta simple actitud normalmente termina jugando en contra, ya que el hecho se esparció por una de las redes sociales más virales del mundo en minutos.
El acontecimiento resultó en el hashtag #HOSPITALAUSTRAL, tópico en el que se agrupan tweets que hablan sobre un tema específico, y allí todavía se pueden observar cientos de mensajes en solidaridad con los pacientes a los que se les postergó su intervención.
El martes al mediodía se supo que Badano finalmente logró un turno en el Hospital Tornú de la Capital Federal y que en las primeras horas de la tarde habría comenzado su quimioterapia. Sin embargo el mal momento de esta mujer no terminaría allí.
Nora Badano pidió en el día de ayer a sus seguidores en Twitter que "por favor no la nombraran más", ya que sufría amenazas.
"Amenazan por teléfono a mi familia, no se cómo hacer y aun no estoy bien", escribió en su Twitter mientras se encontraba recuperándose de que una sesión de quimioterapia.
Este martes por la noche Badano agradeció a los miles de usuarios de las redes sociales que se solidarizaron con su problema. "Quiero agradecerles por tanto apoyo y cariño, no me siento nada bien, mañana les agradeceré a uno x uno", publicó.
Pero ya este miércoles por la tarde pudo leerse en su cuenta de Twitter: " X FAVOR NO ESTOY BIEN HOSP #AUSTRAL NO AMENACEN, NO LS HAGO NADA, NO AMENACEN A MI FLIA, NO LS HAGO NADA X FAVOR!!" (Sic).
Luego escribió: "recibi amenazas, alguien me puede decir como pongo el candado?", en referencia a cómo cerrar la cuenta para que sus tuits no fueran visible a personas que no se encontraran conectadas con ella y que quisieran hacerlo necesiten la autorización previa de ella.
Más tarde se publicó la siguiente línea "Soy Nicolás hijo de Nora, no tengo twitter no se cmo es ésto, me dice q cierre cn candado, no se hacerlo, esta muy descompuesta ella".
“Desde Contexto24.com lamentamos no poder coincidir con el pedido de Nora en que el silencio hará que sus problemas terminen, ya que es en esa impunidad que les garantiza el miedo, dónde reside su victoria”, publicó el medio que plasmó el caso de Badano.
Mientras tanto, en el Hospital Austral los hijos de la presidenta, Máximo y Florencia, su madre Ofelia Wilhem, su cuñada Alicia Kirchner, los profesionales que la asistieron y algunos dirigentes, tuvieron acceso al segundo piso completo del Hospital Austral para acompañar a Cristina.
También estuvieron dentro el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro, el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el vocero Alfredo Scoccimarro.
Cristina permaneció en la habitación 217 del hospital, la cual fue remodelada especialmente para su estadía, ubicada en el segundo piso que fue cerrado totalmente para recibir pacientes y quedó para uso exclusivo presidencial. De hecho, los familiares de la Presidenta se instalaron en las habitaciones contiguas a la 217 hasta que se le dé el alta.
Carlos Forte
Twitter: @fortecarlos