El septiembre de 2011 Tribuna de Periodistas publicó los fatídicos indicadores que arrojó el censo 2010 y que hasta pasaron el tamiz del Indec.
Allí se informó por ejemplo que el 60% de los hogares argentinos aún no tiene una computadora y otros mucho más sorprendentes referentes a necesidades básicas, como gas, agua y cloacas. A ese respecto, el 4,5 millones de personas dependen de una garrafa para cocinar o calentarse, que más de cinco millones de personas se enfrentan cada día a problemas para conseguir agua potable.
El diario El Cronista de este martes, realizó una comparación similar en el marco del abastecimiento de estos recursos comparando los datos de los últimos censos realizados en el país. Por caso, acorde a la pasada medición hay 6.473.354 hogares con acceso al servicio de cloacas y 10.215.586 con conexión al servicio de agua por red.
En referencia al agua, el abastecimiento de este recurso mediante red pública pasó del 80,1% de los hogares registrados por el Censo del 2001 (8.066.400 hogares) a 83,9% (10.215.586 hogares), según el Censo del 2010.
En materia de cloacas, se avanzó desde un 47,2% de cobertura (4.754.438 hogares) a un 53,1 % (6.473.354 hogares).
Si bien parece un crecimiento importante, se trata solo de la visión del “vaso medio lleno”, porque la del vaso medio vació resulta bastante preocupante.
A este ritmo, en efecto, deberán pasar más de 50 años para que todos los hogares argentinos tengan servicio de cloacas y un poco menos, más de 30, para que el servicio de agua por red alcance a todos los habitantes del país.
La expansión de los servicios de saneamiento en el lapso 2001 y 2010 ha sido desde este punto de vista relativamente modesta: 36% en las conexiones del servicio de cloacas y 26,6% en las de la red de agua.
El crecimiento del PBI en este lapso fue en cambio espectacular: 60%. Esto significa que el crecimiento económico no se tradujo en un aumento significativo de la inversión en servicios sanitarios y los hogares conectados a redes de agua y de cloacas.
Este desempeño puede compararse con lo ocurrido entre los censos de 1991 y 2001: la expansión del servicio de cloacas fue del 38% y la del servicio de agua por red lo hizo un 28%.
El grado de cobertura de ambos servicios se expandió en forma relativamente más significativa: la población servida por cloacas pasó del 34,3% del total de los argentinos en 1991 a 42,5% en 2001 y aquella servida por redes de agua pasó del 68,3% al 78,4%.
La variación del PBI entre los años censales, 1991 y 2001, alcanzó por su parte el 30%.
Vista la expansión de los servicios sanitarios entre ambos años, puede concluirse que el crecimiento económico durante este lapso, apenas la mitad del verificado entre 2001 y 2010, tuvo más vocación por la inversión en servicios sanitarios y derramó en mayor medida conexiones de agua y servicios de cloacas.
El corazón del problema es la provincia de Buenos Aires y, en particular, los 24 partidos del conurbano, apenas el 1,2% del territorio bonaerense que alberga cerca del 70 % de su población.
Un conglomerado de personas que ha visto deteriorar sus condiciones sanitarias en los últimos años: en 2001 disponían de servicios de cloacas el 43,5% de sus hogares y en el año 2010 esta cobertura había descendido al 41,3%.
Hay que agregar que Según IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino), en el año 2010 se llegó a un nuevo récord de $115 mil millones de subsidios a cargo del Estado Nacional.
El 60% de ellos (unos setenta mil millones de pesos) no fueron asignados directamente a personas sino que se administraron a través de intermediarios (empresas públicas, privadas u ONG).
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. ¿Qué podrá decirse de un censo entonces?
José María González