La siguiente es una publicación resultada de una investigación compleja de largo tiempo, documentada, escabrosa y con aristas. Cuando se investiga a mafias como las de la Secretaría de Pesca y los administrados y asociados a los funcionarios enquistados, se hace tortuosa la tarea.
La Argentina, cada vez se parece más a un país africano empobrecido donde sus gobernantes están prósperos por la corrupción. La entrega de recursos es la matriz de la pauperización. Recordemos siempre a Senegal, Somalia, Congo o Costa de Marfil, donde sus gobiernos entregaron a flotas altamente depredadoras sus recursos pesqueros a cambio de la riqueza de funcionarios canjeada por la desocupación actual. El Cuerno de África es un mar yermo con miles de trabajadores desocupados y pauperizados. ¿Los funcionarios responsables? No están más, se fueron enriquecidos con las flotas depredadoras.
En África como la Argentina: Panati, otro Yabrán impune
Este no es otro detalle más. Los colegas Ilaria Alpi, como José Luis Cabezas no vivirán más. Pero su memoria da fuerza para no cejar ante quienes creen que todo lo pueden desde el poder. El sol no se tapa con un dedo, la verdad no se amordaza. ¿Cuantos más Ilaria Alpi habrá, como consecuencia del accionar de este personaje impune?
Recordemos: Alpi y su cameraman investigaban el tráfico de drogas, armas químicas y los vínculos con Panati, y fueron asesinados en África Mogadiscio. Casi coetáneos en su deceso con José Luis Cabezas.
Panati era el que llevaba adelante la flota del grupo Shifco que operaba cubierta bajo el manto de un acuerdo de cooperación de Italia con el gobierno somalí. Se usaba para enmascarar negocios de tráfico de armas químicas, armas de guerra y drogas, reforzando así a la guerrilla con la intervención del famoso Monzer Al Kazar.
De todo este tema, las autoridades argentinas fueron y son parte al permitir la radicación y operación liberada de semejante mafioso, por acción u omisión, como lo fueron de ignorar qué pasado le antecedía a este personaje del hampa y la depredación de mares Africanos.
Los políticos que le abrieron las puertas en el país para operar, al igual que en África, conocían su pasado. Pero los representantes se fascinan con los empresarios que pueden llenar sus bolsillos, escuchan encantados sus alocuciones sobre sus hazañas en otros países, se ríen de sus chistes y luego levantan el teléfono y habilitan la vía administrativa para que la rueda siga girando.
¿Cómo es posible que semejante personaje haya podido obtener permisos de pesca para sus buques con todos los requisitos que los ciudadanos de este país tienen que cumplir para trabajar dignamente? Luego del informe de la UBA del año 2000, ningún funcionario de la SAGPYA ni de la AGN puede ignorar cómo se opera ilegalmente en el Mar Argentino. El grado de corrupción de la administración pesquera nacional, supera en su actuación, a los funcionarios más corruptos de África porque en ese continente no existen informes ni auditorias.
Matriz Panati, un tendal de deudas y vínculos mafiosos internacionales
El grupo Panati vino vorazmente a depredar gracias a funcionarios que les viabilizaron su ingreso. Vito Panati se reunió en varias oportunidades con Néstor Kirchner y sus lacayos en las oficinas de puerto Madero. Mereció emotivas palabras de Néstor en noviembre de 2004, durante la inauguración de la empresa pesquera Panapesca en Puerto Madryn.
“Señor gobernador de la provincia de Chubut, querido amigo Mario Das Neves; señor presidente provisional del Senado, querido amigo Marcelo; señor Intendente Municipal de Puerto Madryn; señor presidente de Panapesca… En esta Argentina tuvimos muchos presidentes y funcionarios que llegaban temprano, que cumplían con todas las reglas supuestamente formales del protocolo y vivieron entregando la Argentina… quiero felicitar al señor presidente de Panapesca y decirle que es un verdadero honor que usted, un hombre empresario italiano, venga a invertir a la Argentina desde hace muchos años, en esta Argentina -como dijo el Gobernador- de la producción y el trabajo que estamos tratando de crear todos los argentinos, sin divisiones partidarias ni cuestiones secundarias que algunos nostálgicos todavía se quedan en discusiones que el pueblo jamás entiende, porque nuestra Argentina lo que necesita es producción y trabajo. Quien tiene la iniciativa política sea dos semanas antes, o dos o tres meses antes, pero lo importante es poner en marcha esta Argentina que debe ser grande, fuerte, justa y digna”, dijo.
Cualquier parecido entre la Argentina militar, alfonsinista, menemista o kirchnerista no es casual. Cada gestión repite los negocios mejorando su estándar a pesar de que vivimos en una democracia.
Antes del 2002, toda la empresa Kaleu del grupo Panati, estaba obligada a votar por el radicalismo, no como por convicción política, sino por el solo hecho de seguir manteniendo el desorden imperante en el país, para favorecer un más fácil y rápido enriquecimiento por la diferencia cambiaría.
La planta que inauguró Kirchner dejó en la calle a 350 familias y luego de una secuencia de despidos de personal, tomó hasta la obtención de un Permiso de Pesca Provincial y se incendió sin maquinaria en su interior en octubre de 2006.
Dos años antes, se había prendido fuego otra planta del grupo Panati en Marín, España, construida con un crédito blando de la Comunidad. La misma metodología se utilizó para la construcción de su segunda Planta en España y para la construcción de la Planta de Madryn. La sociedad Kaleu pagaba el crédito con tasas del 12% anual en dólares, para evadir impuestos en la Argentina.
Sus barcos, como el Surimi, se hunden sin equipamiento a bordo y se declaran como completos para recupero y cobro del seguro. Es un secreto a voces en los muelles del país.
Constantes problemas laborales y lo que es peor, desempleo como consecuencia de la entrega de nuestros recursos, a personajes que no dan trabajo y nos sacan la sangre son la moneda de cambio para que la “rueda gire”.
En las reuniones mantenidas con Kirchner en Puerto Madero para la obtención de prebendas y negociados, explica las resoluciones circulares de la SAGPYA que permiten transferir cupos de captura desde permisos declarados nulos.
El tramado mafioso de la administración pesquera argentina
Llegaba a la secretaría de pesca un extranjero con un prontuario idóneo y la billetera llena. Gerardo Nieto ex secretario de pesca de Néstor Kirchner; obediente, el Consejo Federal Pesquero adicto al poder de turno y el departamento legales junto a Norberto Yahuar aplaudían. Cada uno con su firma habilitaban que los permisos de pesca que nacieron nulos por su ilegalidad en los años Menen-Sola dieran vida a cuatro buques para que la rueda siga girando y llenando las cajas.
En el 2004, la empresa Panapesca de Vitto Panati compró los buques pesqueros Entrena I y II, como parte de su estrategia de incorporación a la actividad pesquera en la Argentina. Adquirió estos dos langostineros a la empresa Arbumasa.
Los buques recibieron su permiso de pesca en abril de 2002 por una transferencia del buque congelador Triunfo, perteneciente a la japonesa Pionera SA, no operativo desde hacía varios años porque la empresa había quebrado. Esto debió hacer nulo el expediente ya que los permisos sin operar de empresas en quiebra caducan automáticamente según la Ley Federal de Pesca.
El Triunfo, había logrado su permiso definitivo en marzo de 1989 mediante una disposición que condicionaba la autorización para la captura de langostino a lo que se resolviera oportunamente en el Registro especial creado por el art. 11 de la Res. SAGyP Nro. 1113/88.
Según la Resolución, “todas las embarcaciones pesqueras incorporadas con posterioridad a la vigencia de la Res. SAGyP N° 396, como así también aquellos buques que hubieran perdido el permiso de pesca de langostino, podrán dedicarse a la captura de esta especie siempre y cuando reúnan las siguientes características: a) Potencia del motor menor a 2000 HP, b) Eslora total inferior a 40 m, c) Equipados para envasar en cajas de hasta 2 kg, d) Poseer suficiente capacidad de congelado, e) Utilización de aparejos selectivo”.
A pesar de que el buque pesquero Triunfo tenía 66 metros de eslora y 2.170 HP, logró su permiso de langostino por una disposición en septiembre de 1995, y este a su vez se transfirió a los buques adquiridos por Panati. Este permiso debió ser nulo y así no dar vida a más barcos ilegales.
Hay que observar el historial administrativo que diseñan en la secretaría para cada caso. Para semejante ilegalidad se requieren funcionarios con la suficiente performance. En el 2004, el subsecretario de pesca era Gerardo Nieto. Llegó a este puesto de la mano de Néstor, ya que había sido su ministro de Economía en la provincia de Santa Cruz cuando ingresaron las regalías por la venta de YPF durante la presidencia de Menem. Dejó el cargo en el 2008, luego de que se emitió un programa en América sobre las toneladas de pescado que se arrojan al mar.
Así salen las resoluciones a medida del cliente en una maraña de expedientes que habilitan a violar la ley. Se aumenta el esfuerzo pesquero que daña irreversiblemente el estado del caladero. Esto parece increíble pero el eficaz. El informe de la UBA del año 2000, documentaba todo la ingeniería administrativa de cada buque y cada permiso ilegal con la firma de cada responsable de la SAGPyA y del Consejo Federal Pesquero.
El 17 de marzo de 2004, Panati incorporó los buques pesqueros uruguayos Astra I y III a la matrícula argentina. Ahora se llaman Tomás I y Santiago I y recibieron sus permisos de pesca del Auriga, un congelador ingresado durante los acuerdos de pesca con la Unión Europea durante el gobierno de Memen.
Al Auriga, siniestrado el 4 de diciembre de 1999, se lo dio de baja por Res. SAGPyA 855/01. Ante recurso del Armador por Res. SAGPyA 187/02 se deja sin efecto la caducidad del permiso de pesca previamente declarado. A pesar que esta maniobra fue observada por la AGN a la SAGPyA, la transferencia a los buques de Panti se llevo a cabo. El Auriga, junto al Cetus, fue ingresado por la empresa Periopontis. Según la normativa del Acuerdo de Pesca con la Unión Europea Ley 24315, no debería haberse permitido el ingreso de estos buques. Incluso el criterio a aplicar (el menor de los cupos de capturas entre la aplicación de una fórmula y la mejor captura de los tres años anteriores) daba cero. Sin embargo, se le asignó un cupo de 4.600 toneladas de merluza por la Res. 985/94 a cada uno sin que nunca se haya podido determinar alguna fundamentación para ello.
Recibieron sus permisos de los buques Invierno y Constanza, uno de los casos más escandalosos entre los denunciados durante la década del 90. Los buques cedentes de los permisos nunca capturaron juntos más de 3.400 toneladas, pero el Auriga y el Cetus llegaron a las 9.200. Eso fue posible gracias a la caja que posibilita hacer legal lo ilegal hoy como ayer.
Eran buques no operativos desde 1992 por la quiebra de Arpemar SA de la familia Travaglioni. La SAGPyA transfiere sus permisos al Cetus y al Auriga bajo el nombre de la nueva Periopontis. Vale recordar que Arpemar fue una de las empresas pesqueras más grandes del país radicada en Mar del Plata y en la Patagonia, la cual dejo cientos de trabajadores en la calle.
El nexo entre Travaglioni y Panati, fue Rodolfo Gómez, quien gestionó la compra de los buques uruguayos que se bautizaron con los nombres de sus hijos. Se encargó de la extracción de la planta de frio del buque congelador Cetus que luego ofrecía para instalar una planta frigorífica en Mar del Plata antes de la quiebra Periopontis en el 2011.
A pesar de todas estas ilegalidades, en el acta 36/2009 el Consejo Federal Pesquero a los dos buques de Panati, decidió por unanimidad autorizar a la SAGPyA a emitir nuevos permisos de pesca de gran altura. El CFP se escudó en que deja sujeta la autorización de 10 años previa subsanación de la deficiencia formal de la documentación adjunta a cargo de la administrada a fs. 132/138. Por ello el pedido no cumple las exigencias del art. 28 y 27 del reglamento de la Ley Nacional de Procedimiento Administrativo aprobado por el Decreto 1759/72.
Todo el asesoramiento legal y técnico que permitió la grosería del traspaso del Auriga y su multiplicación en más, mas, más, tiene un nombre: Dr. Eduardo Pucci. Fue sub secretario de Pesca del benemérito secretario de Agricultura, Ganadería Pesca y Alimentación, Ing. Agrónomo Felipe Sola durante la presidencia de Carlos Menem. Se balanceaba borracho frente a armadores pesqueros en su sillón de la administración, firmó todas las aberraciones jurídicas que le acercaba el cuñado de Felipe Sola el Toco González Fernández para dar vida a permisos de pesca inexistentes a cambio de muchísimo dinero.
En 1997, el fiscal de la Cámara Nacional de Casación Penal Raúl Plee, pidió a la Justicia federal de Santa Cruz la detención de unas 25 personas que estarían involucradas en maniobras irregulares de exportación de calamares y evasión tributaria por una cifra cercana a los 800 millones de dólares. El subsecretario de Pesca, Eduardo Pucci, otorgó numerosos permisos de pesca que habrían sido usados por las firmas nacionales para cometer los delitos de contrabando y evasión en connivencia con pesqueras extranjeras, fundamentalmente japonesas, coreanas y taiwanesas, y varios funcionarios de la aduana de esa ciudad austral, cuya detención requirió la Fiscalía. Mientras los buques de bandera extranjera se quedaban con los recursos recogidos en aguas del sur argentino, las empresas nacionales habrían cobrado indebidamente reembolsos a las exportaciones.
¿Quién era el empresario, beneficiado por todas estas maniobras en el 97? Guillermo Jacob, que se reunió con el flamante sub secretario de Pesca, Dr. Miguel Bustamante, para hablar y resolver la acuciante situación del calamar que hoy desapareció del mar argentino por el ilegal esfuerzo pesquero autorizado desde la SAGPyA. Guillermo Jacob impulsó el ingreso desmedido de buques pesqueros asiáticos selectivos denominados poteros para la pesca del calamar durante el gobierno de Memen. Fue presidente del Banco Rural durante el proceso militar al que se le decretó la quiebra fraudulenta. Evitó la cárcel por el incendio del fichero con la documentación que acreditaba su responsabilidad en el quinto piso del banco.
En las próximas entregas se profundizará en la metodología que sigue “el modelo” en la entrega de recursos pesqueros.