El ex – sargento ayudante José Alberto Almada confirmó lo que muchos de los participantes del intento de copamiento del Regimiento 3 de La Tablada y sus familiares vienen denunciando, y que le costó al estado argentino una condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Que en la represión del 23 y 24 de enero de 1989, hubo torturas, fusilamientos y desapariciones. “Fue una locura, no les permitían rendirse, nosotros mismos los sub-oficiales jóvenes pedíamos el alto el fuego, había una relación de ochenta a uno, nosotros no queríamos un baño de sangre, ya teníamos suficiente con lo que nos dejaron los generales de la dictadura”. Lo primero que yo ví , dice Almada “fue la desaparición forzosa de dos personas, Iván Diaz y José Ruiz, que fueron capturados con vida, y posteriormente fueron declarados oficialmente como fugados del cuartel, cuando lo cierto es que a estas dos personas se las sacó en un Ford Falcon color blanco, desde adentro del cuartel, con vida y concientes” detallando un “modus operandis” propio de la dictadura más que de un gobierno democrático. “Después pude ver a una chica, que ahora me enteré que era Claudia Deleis, que levantó una bandera blanca desde un edificio, intentó desprenderse, no se le aceptó la rendición y fue ejecutada sumariamente, es decir fue fusilada”, todo eso pasó el día 23.
Almada que hoy estudia filosofía y derecho, y es profesor de chicos con necesidades especiales realizó estas declaraciones en comunicación telefónica desde Entre Ríos, donde reside, al programa “El Reloj” del último jueves 4 de noviembre.
El militar retirado que se desempeñaba en la X Brigada de Infantería con asiento en La Plata contó que “el 24 cuando se entregaron los detenidos, dentro de ellos salió Berta Calvo, herida, Provenzano, Samojedny vivo, y a Berta Calvo le pusieron una bolsa de naylon y la sofocaron, murió por sofocación. A Samojedny y a Provenzano los llevaron adentro de las instalaciones, y en ese momento venía el presidente Alfonsín, pararon el helicóptero para que no llegue, simularon un tiroteo y fueron fusiladas estas personas dentro del cuartel”.
ER: ¿Usted pudo conocer a la persona que torturaba a los prisioneros?
JA: En ese momento yo no reconocí a la persona que torturaba, pero presumo que era un mayor de Inteligencia. Yo lo reconocí en el año 2000, cuando fue interceptado por una cámara del banco H.S.B.C, y se trataba del Teniente Coronel Retirado Varando.
ER: ¿El mismo que tiraba desde adentro del banco a los manifestantes?
JA: Si señor, esa era la persona y el que daba las ordenes era el General Arrillaga
ER: ¿Cuando hizo la denuncia?
JA Hice la denuncia al poco tiempo al General Martín Balza.
ER: ¿Qué respuesta obtuvo?
JA: A partir de ese momento yo empecé a sufrir una persecución dentro del ejército, me trajeron trasladado acá a Paraná para que yo no me presente al juez (Gerardo) Larrambebere que era el que tenía las causas paralelas, que era como se denominaron en ese momento. Ahora he sido desalojado, perdí mi trabajo, tuve privación ilegitima de mi libertad, acá sufrí confinamiento, retiro, muchas amenazas por escrito donde decían que me iban a llevar a prisión por irrespetuosidad, todo para quebrar mi voluntad.
ER: ¿Usted vio como murió Jorge Baños?
JA: No, yo lo vi muerto, pero no le voy a mentir no se como murió. Sólo le voy a decir lo que pude percibir con mis sentidos. Lo conocí porque lo había visto en los medios, era un abogado prestigioso.
Para finalizar Almada recordó parte del reglamento militar donde dice “que para doblegar la voluntad de un oponente necesita una relación de cinco hombres a uno, nosotros teníamos 3.500 hombres, eso significaba que con hacer un cerco, con hostigarlos sicológicamente, cortarles los suministros, de alimentos, de agua y todo lo demás bastaba”.
“Ellos eran 42 y no les permitieron rendirse. Una cosa es lo que a ustedes le pueden decir como comunicación oficial, entre comillas, pero la verdad nosotros la vivimos de adentro”
Por si faltaba se animó a dejar una definición de lo que para el es el ejército: “Se nutre de la sociedad argentina, con sus hijos para defender los altos intereses. Pero los altos intereses no son el capital y las tierras, el más alto de los intereses es la vida humana”.
Gustavo Pirich
La imagen que ilustra es un soldado alemán de la Wehrmacht a punto de arrojar una granada M24 durante la Segunda Guerra Mundial...