Aparecieron juntos para la foto, con amplias sonrisas dibujadas en sus rostros, pero todo el mundo entendió en Río Grande, la segunda ciudad fueguina, que Amado Boudou y Florencio Randazzo no están pasando por el mejor momento de su relación política.
El vicepresidente y el ministro del Interior arribaron a esta ciudad para participar del primer homenaje de este lunes a los caídos en las islas Malvinas. Los esperaban la gobernadora Fabiana Ríos (foto) y un grupo de ex combatientes, en la previa del acto que horas más tarde encabezaría la presidenta Cristina Kirchner en Ushuaia.
Boudou y Randazzo atraviesan una etapa de fuerte recelo político, originado en las sospechas del vice sobre la identidad de quien filtró datos a la prensa para investigar el affaire Ciccone. A tal punto que el titular de la cartera política figura a la cabeza de la lista de posibles recambios en el Gabinete previstos para la semana próxima.
Pero según pudo saber Sin Confirmar, fue la propia Presidenta la que instruyó a Boudou y a Randazzo para que se mostraran juntos en Río Grande. Así se armó la foto. Lo que hablaron a solas, mientras comían un corderito patagónico en el hotel de la ciudad, quedó entre ellos. El final, como siempre en política, está abierto.
El viejo truco del llamado del jefe
Parece ser que ya se hizo una costumbre entre los dirigentes oficialistas: cada vez que están hablando con alguien a quien quieren impactar, por caso un periodista, aparece sorpresivamente un llamado telefónico de Máximo Kirchner, el hijo de la Presidenta de la Nación.
"Uy, disculpame que llama el jefe", se excusó recientemente ante Sin Confirmar un dirigente camporista con peso en el Gobierno. Claro que, en algunas oportunidades, el supuesto llamado de Máximo es utilizado por los kirchneristas para "sacarse de encima" a sus interlocutores en momentos de aprietos dialécticos.
Otras veces, lo hacen sólo para aparentar. "Mirá, de diez veces que dicen que la llamada es de Máximo, nueve son mentira", graficó un dirigente oficialista que dijo estar cansado del "viejo truco" de invocar constatemente al jefe de La Cámpora para fingir una cercanía inmediata a la familia presidencial.
Un radical en carrera
El intendente de Junin, Mario Meoni, prepara su acto de lanzamiento como candidato a presidente del Comité Provincia de la UCR para fines de abril. Después de Semana Santa realizará una reunión en Buenos Aires para elegir lugar y comenzar a enviar invitaciones. Seguramente contará con apoyo de dirigentes de otras provincias.
A pesar de que el alfonsinismo sostiene que Meoni no está en condiciones de candidatearse por mantener su cargo en el Ejecutivo municipal, el ex cobista continúa en el armado de un frente sin Leopoldo Moreau ni Federico Storani, pero con la voluntad de sumar al intendente de San Isidro, Gustavo Posse. También es conocida su afinidad con el PRO de Mauricio Macri.
Según pudo saber Sin Confirmar, seguramente un grupo de convencionales que le responde va a solicitar la convocatoria a la Convención de la UCR bonaerense para modificar el artículo de la Carta Orgánica que impide participar a quienes tengan cargos electivos. Ese requisito fue suspendido temporalmente antes de las últimas elecciones para permitir que Miguel Bazze fuera candidato a diputado nacional.
(Fuente: NA)
Redacción de Tribuna de Periodistas