“Gente, les aclaro que yo no escribí, ni suscribo ni comparto la nota de XL Semanal que anda circulando y que aparece con mi firma y la de Walger. Me entrevistaron de XL Semanal y luego hicieron una mezcla con cosas de Walger. Me parece una nota obscena no es mi estilo, y no me hago cargo. Las críticas se fundamentan con datos, hechos, investigación, y no con adjetivos bajos, como hizo este colega español. Si XL semanal no se rectifica, accionaré en todos los terrenos y si es necesario también en el judicial. Es un abuso imperdonable”, aclaró la periodista de diario La Nación Laura Di Marco vía Twitter, también autora del best seller “La Cámpora, historia secreta de los herederos de Néstor y Cristina”.
La polémica comenzó luego de un artículo publicado el 29 de abril en la revista XL Semanal, suplemento dominical del diario español ABC. Y es que —tal como tuvo que salir a precisar Di Marco hoy en La Nación— con la expropiación de YPF y el ascenso de Axel Kicillof, el rol de La Cámpora se convirtió en una fuente sorprendente de curiosidad para los medios españoles: “Del otro lado del océano, ahora todos quieren saber quiénes son esos muchachos influyentes, que rodean y marcan territorio al lado de la Presidenta”, indicó la autora.
“Las dos periodistas argentinas que mejor conocen a la Presidenta y su polémico entorno, desvelan las claves ocultas de la expropiación”, plasmó en su tapa XL. La nota en el interior, supuestamente con las declaraciones de Di Marco y Sylvina Walger, se titula "Cristina y sus cachorros".
“… Y no tuvo mejor idea que atribuírmela a mí, junto a la periodista Sylvina Walger. Ignoro si hablaron con mi colega y de qué hablaron, pero algo es seguro: en la entrevista conmigo no se habló jamás del esperpento, que luego decidieron publicar, sin siquiera consultarme. Ni siquiera rozamos el tema de la intimidad de la Presidenta”, indicó Di Marco en su artículo.
“Con frases agraviantes, que jamás utilizaría porque no forman parte de mi estilo, ni de la forma en que concibo el periodismo, decidieron escribir, con mi firma al pie, como si hubiera escrito una columna, una pancarta con insultos, y un relato sobre la intimida de la Presidenta, que no sólo no suscribo, sino que me parece de una bajeza incalificable”, aclaró.
El artículo es fuerte: “Tiene mucha facilidad para desquiciarse. Y más desde que le operaron y le quitaron la glándula tiroides. Si no estás bien medicada, sufres cambios bruscos de humor. Tiene ataques de ira. Les pega a las criadas. Entonces no recibe a nadie, se encierra”, plasma el artículo en relación a los “ataques de ira” de la Presidenta.
En referencia al “rencor social” de Cristina Fernández, XL expresa: “Cristina padece una especie de resentimiento de clase. Se avergüenza de su padre, conductor de autobuses, hijo de emigrantes españoles. Lo llamaban El Colorado Fernández, pero el vecindario le decía Co-Co por su tartamudez. Cristina evita hablar de su familia. Su madre, Ofelia, quedó embarazada siendo novia de Fernández. No se casaron hasta que la hija cumplió cinco años. Cristina se enamora a los 16 años de un jugador de rugby. Y empieza a codearse con un estrato social más alto. Termina la secundaria en un colegio privado. Pero en su forma de hablar sigue teniendo la impronta del barrio humilde, a pesar de los profesores de dicción.”
“Cristina y Néstor formaban un matrimonio de negocios”, cuenta XL en relación al matrimonio presidencial. “La propia Cristina reconoce que no les gustaban las demostraciones de afecto. Cada cual tenía su vida amorosa resuelta por su lado. A ella se le atribuyen aventuras con un gobernador, un banquero, el jefe de escoltas... Las de Néstor eran bien conocidas. Pero los unía el gusto por el poder. No era una relación de iguales. Él la dominaba. Le regaló la Presidencia para que no incordiase mientras él llevaba las riendas en la sombra. «No le vengan con problemas a Cristina», les decía a sus colaboradores. ‘Hablen conmigo’. Le dio una bofetada cuando Cristina perdió la votación en el conflicto que tenía con el campo. Pero tenían un pacto: seguir siempre adelante, pase lo que pase.”
Finalmente, en la versión web de la revista retiraron la firma de Laura Di Marco y conservaron la de Walger. Sin embargo, en la edición impresa seguirán figurando ambas firmas como voceras de las picantes descripciones que ahora los españoles parecen estar tan interesados en conocer.