Y el ansiado día llegó: la 38º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (19 de abril - 7 de mayo de 2012 en La Rural) fue el epicentro del escepticismo de autor… del escritor Ladislao Vadas. “Un futuro con libros” (el slogan tutelar de este año) se disfruta mejor con la lectura del Universo-Vadas.

 Dos obras del prolífico literato, se presentaron este año: El Homo sublimis (21 de abril de 17 a 18 hs.), y el El temible sueño eterno (30 de Abril de 19 a 20 hs). Ambos en el stand de Editorial Dunken. Tribuna de Periodistas dialogó con él:

-¿Qué tema está investigando / escribiendo en estos momentos?

-Actualmente estoy abocado a un tema que versa sobre la inexistencia
de lo sobrenatural y el milagro: ¡un imposible! Tampoco me olvido de los que pretenden hacer ciencia con disparates tales como la teosofía, parapsicología, criptozoología, quiromancia, cierta "ley" kármica y otros inventos de la rica fantasía y la ignorancia.

 -En El Homo sublimis, vemos que el hombre como actor principal crea a Dios: ¿Una invención irracional por / y para qué?

 -Más que irracional, se trata de una expresión de deseo frente a los embates de la existencia y desastres de la naturaleza. En mi reciente libro: El Homo Sublimis, explico cómo el hombre, desde su nesciencia, trata vanamente de explicar el mundo y la vida, acudiendo a un inventado ente creador de todo lo existente.

-Ahora bien, si el hombre no le presta “la palabra” a Dios, ¿este no habla, me refiero a que se sabe de Dios por el hombre, no por él?

- No podemos pedir peras al olmo. Si Dios no existe como lo evidencia la razón y el conocimiento científico de última generación, mal podemos pedirle la palabra y la explicación de tanto mal en el mundo. Más que emocional, se trata de una expresión de deseo frente a los embates de la existencia y desastres de la ciega naturaleza.

-¿Tomó conciencia de la repercusión que tienen sus artículos en Tribuna de Periodistas, donde tanto seguidores como detractores se nuclean en un verdadero “club de foristas”?

-Sí, es tremebundo leer tanta cháchara que no conduce a realidad alguna. La impotencia y la falta de conocimientos científicos, hacen que el hombre invente puras pamplinas. En este tema, sólo me complacen los pareceres de gentes que entienden mis mensajes en favor de la auténtica ciencia, frente a la mole de las pseudociencias que se multiplican cada vez más.

-Este humilde servidor, lo bautizó como el “Ameghino de Llavallol”. ¿Le parece acertada esta analogía? Nótese que a don Florentino Ameghino, nadie lo fustigó por no poseer diplomatura universitaria, y sin embargo fue docente de la Universidad de La Plata. No entendiendo que “el saber” va por delante de un certificado de estudios. Abonando a la falacia del “falso principio de autoridad”. (1)

 -¡Realmente! ¡Parecemos hermanos, por no poseer "venia universitaria", ser autodidactas y opinar sobre temas "prohibidos". (En mi caso, léase: ciencias de última generación).

-¿Cuál es el mensaje para los nescientes: adoradores de pseudociencias y pensamiento mágico que lo provocan?

-Que se cultiven y no embarullen más al prójimo que desea conocer la auténtica ciencia, con tonterías tales como la antroposofía, la quiromancia, la astrología, la ovnilogía y... un largo etcétera.

-Durante todos estos años, ¿hubo algún argumento que lo haya hecho dudar sobre su postura racionalista?

-No Gustavo, hasta el presente no tengo duda alguna.

-El temible sueño eterno, por su determinismo lógico, no deja lugar a la “trascendencia”. Por tanto: ¿Cuál es el sentido utilitarista de la existencia humana?

-El sentido, según mi opinión, es producir conocimiento verdadero para el progreso de la humanidad. Con el fin de legar a nuestros descendientes un mundo mejor, de la mano de un realismo alejado de toda fantasía religiosa. El sentido último, es legar al prójimo verdades útiles, en vez de macaneos inútiles.

 De la mano de la ciencia y la búsqueda objetiva de la verdad, nos retiramos de la Feria del Libro. Convencidos de la importancia de formar ciudadanos libres de todo mito / prejuicio —y dogmatismo filosófico— para generar el cambio social. Para tal fin, nada mejor que la lógica del pensador lujanense, Florentino Ameghino:

 Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, el día que me aperciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para esos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más. (2)

Ladislao Vadas (sentado). Detrás, Alejandro Paiz Meschler, entusiasta lector y divulgador de la obra del “Ameghino de Llavallol”.

Gustavo Contarelli

Referencias:

1) Florentino Ameghino (1854 - 1911): naturalista, zoólogo, geólogo, antropólogo, paleontólogo, climatólogo argentino. Una de las figuras más importantes de la ciencia argentina. Fue un autodidacta, que puso por alto el prestigio científico del país, sin más fuerzas que su formidable tesón. Recorrió todo el país, buscando y clasificando fósiles para su estudio. Por tal motivo, trazo un paralelo entre aquel gran hombre de ciencia, y Ladislao Vadas. Ambos autodidactas, e incansables “andariegos” del mundo en pos de experimentación.

2) http://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/florentino-ameghino.html

 Texto / Fotos: G.C. / Tribuna de Periodistas ©