Señora Presidente: los niños y jóvenes en Tucumán se están ahorcando, se están pudriendo en vida. Debiera salir usted, por cadena nacional, para explicarle a la gente, por qué debe soportar esta desgracia, pero más que nada, los motivos por los cuales usted y los gobernadores de cada provincia afectada por la muerte de niños, guardan silencio total.
Si usted es abogada, debe saber que el Código Penal del país que usted gobierna condena a las personas, tanto por acción como por dejar hacer y que los responsables de la muerte masiva de niños, niñas y adolescentes, serán juzgados, tarde o temprano, porque tamaña crueldad configura y usted lo sabe, delitos de lesa humanidad.
Señora, no hemos podido aún prosperar y salir de un país que crónicamente no le va bien, por cuanto nuestro intelecto está dañado. El 80% de las poblaciones carcelarias fueron desnutridas en sus primeros dos años de vida y por eso, los políticos, hasta ahora se les hizo fácil hacerse elegir cargando a la gente en camiones como ganados por un choripan, el día de las elecciones, pero eso señora, ya está llegando a su fin.
A todos ya nos resultan insoportables los aplaudidores de su alrededor, esa especie de parásitos lisonjeros, que con tal de no perder sus ventajas, la obligan a transitar por un camino sin retorno, que cada vez más la aleja de un Pueblo, que ya usted, ni siquiera avizora.
Con un gobierno como el de usted y su marido, las Comunidades han comprendido dos cosas: que los Derechos Humanos deben ser estandartes de las Sociedades y no banderas de gobiernos de turnos y que los gobernados, no deben aceptar como Caridad, lo que ya se les debe por Justicia.
Es penoso vivir en un territorio a donde la muerte y el robo de nuestros niños es insoportable y esto, urgentemente señora, debe terminar.
Julio César Ruiz
Presidente Fundación Adoptar de Tucumán
Anexo: lo que dice la prensa tucumana
Las Madres de la Esperanza y del Pañuelo Negro manejan cifras escalofriantes. Dicen que, en Tucumán, “entre 15 y 20 chicos se están muriendo por mes”, y acusan al gobierno de Alperovich de “silenciar” esa realidad y otorgarles el plan Argentina Trabaja “a los que venden droga”.
Dora Ybañez expresó que el actual contexto “no va a golpear a una sola, sino a muchísimas madres cuando se empiece a ver que los chicos se están muriendo”.
“Nuestros chicos se están ahorcando, pero no lo dan a conocer porque está todo tapado, nadie dice nada. Nuestros hijos están desnutridos, podridos y locos”, manifestó.
Por último, la integrante de Madres del Pañuelo Negro cuestionó a los gobiernos nacional y provincial porque “no hay ni centros de rehabilitación”. “Inauguran viviendas pero no tenemos dónde internar y contener a nuestros hijos”, concluyó.
Por su parte, Edith Haberte, de Madres de la Esperanza, relató ante la comisión su lucha por recuperar a sus hijos de la droga, y también criticó la despenalización.
“Es muy lindo hablar desde una actitud bohemia y desde un escritorio de despenalizar, de permitir la droga con control médico –dijo-. Pero seamos prácticos y veamos la realidad de los pobres. ¿Quién va a controlar lo que se consume? Además, los chicos de mi barrio empezaron con la marihuana y ahora se drogan con lo que encuentran, la marihuana es la puerta de entrada”.
“Se dice que la policía encarcela a los consumidores, pero en provincias como la nuestra los encarcelan porque salen a robar para comprarse el paco. Hacen lo que sea para conseguir la droga”, señaló Haberte, y completó: “Lo peor es que los adictos son como fantasmas en nuestra sociedad, no tenemos ningún lugar adonde recuperarlos”.
Fuente: Contexto Tucumán