Néstor Kirchner logro adueñarse de una de las cajas más importantes que tenía el duhaldismo, no tenía la experiencia del cacique bonaerense en el manejo de estas cuestiones, estaba acostumbrado a usar “la libreta del almacenero” como en su provincia natal, Santa Cruz. Sabia, como lo confirmé en la nota anterior, de dónde provenían los fondos que podía manejar a uno de los sectores que necesitaba para poder gobernar sin problemas el APE y la Superintendencia.

Comenzó actuando muy bien: nombró a Graciela Ocaña en el PAMI, quien garantizaba trasparencia, un estigma del ex Presidente. La Confederación Farmacéutica Argentina casi tenía la exclusividad del convenio cerraba todo.

Duró poco la transparencia, Ocaña rompió los negociados que tenían hasta entonces Rubén Romano y Alberto Salvador López —hombres de Luis Barrionuevo y Coti Nosiglia—. Luego, en un manotazo de ahogado, Néstor la nombra al frente del Ministerio de Salud, donde, después de enfrentarse a la denominada mafia de los medicamentos, es expulsada del gobierno kichnerista.

Ocaña tuvo la habilidad de ver lo que muchos no veían: siempre los mismos nombres, lo que la llevo a convocar de urgencia al Dr. Carlos Chiale, director del Iname y a los fiscales de Nueva Pompeya. Los mismos llegaban a una conclusión: el Iname actuaba, los fiscales también, pero llegaban hasta allí y en algún lugar paraban. Tengamos en cuenta que hoy hay causas iniciadas por denuncias hechas en el año 2004. Ocaña tomó el compromiso de hablar con el entonces procurador General Esteban Righi a efectos de crear una unidad de investigación. Luego, cansada de tantas irregularidades, terminó yéndose del mismo Gobierno que la había convocado para luchar contra la corrupción y las mafias. Todo seguía igual.

Por eso, no me extraña que a Sebastián Forza desde el interior del poder le hayan preparado su propia sentencia de muerte. La teoría es, ¿por qué un ex agente de Inteligencia llamado Julio Pose, de la denominada “Sala Patria” de la ex SIDE, llegó al entorno de Forza? No nos olvidemos que este último era el más intrépido, inescrupuloso, fanfarrón, quien más enemigos tenía en el rubro, el buchón, y lamentablemente quien más poder ostentaba. O sea: una bomba de tiempo.

En algún momento, estallaría. Hipertenso, Forza consumía alcohol y cocaína. ¿Por qué lo enviaron al “enano”, el aportarte a la campaña del año 2007 de Cristina, Pose? Algunos dicen que llegó a Forza y Magallanes con un expediente donde había muestras fotográficas, escuchas donde se los vinculaba con la mafia de los medicamentos.

Forza acumulaba unas cuantas decenas de causas judiciales donde siempre aparecía su nombre, vinculada a la comercialización ilegal de medicamentos. Mordió el anzuelo y el ex agente comenzó ganando plata. Según el Center for Medicine in the Public Interest de los Estados Unidos, el mercado de los medicamentos falsificados en el mundo asciende a 75.000 mil millones de dólares al año, para mediados del 2003 se calcula que en la Argentina entre el 5 y 7% de los medicamentos eran adulterados o falsos (*).

El día que Forza firma su sentencia de muerte

El ex comisario Jorge “Fino “Palacios aguardaba en su oficina de Maipú al 200 donde tiene su agencia de seguridad, era el verano del 2008 y su viejo amigo Julio Cesar Pose, le presentaría a un empresario “amigo”, que quería colaborar con uno de los clientes del ex comisario, Abbot Laboratories.

En el año 2006, la compañía había detectado irregularidades en el producto Kaletra. Esa tarde, el ex comisario conocería a otro informante que le traía su ex compañero de la “Sala Patria”. La SIDE, la DEA y el FBI, también conocerían las actividades de Forza ya que los ex agentes tenían contactos con las tres agencias de inteligencia. Todos se salvarían aquella tarde de febrero de 2008, así lo cuenta Pose “a la reunión con el Fino y Forza también fue Solange (Bellone), la esposa de Sebastián. Querían transar con el laboratorio. Le encontraron la veta. Seba sabía cuáles eran las fallas en la seguridad de Abbot. Trajo las pruebas y las analizaron. Al laboratorio le interesaba solucionarlo, Sebastián se ganaba una representación. El investigador también ganaba y yo porque no me ganaba un dinero por ser intermediario”.

Ello les cuenta Pose a los periodistas Emilia Delfino y Rodrigo Alegre. Estaba loco, no sabía que ocho meses después recibiría ocho balazos en el cuerpo, lo que él pensaba que lo salvaría, donde desplazaría a “sus competidores” y además podría comenzar en el “gran” negocio de la efedrina.

“Palacios lo escuchó y nos dijo que le competía hasta cierto punto. Cuando expuso la información al laboratorio, lo derivaron a los representantes legales del país. El ‘Fino’ me llamo y me dijo que eran los ex fiscales de la AMIA —Julito vos ya los conoces a los muchachos. Los están esperando—. La cita estaba agendada. (*)

Estaba intranquilo, la sobriedad de la sala de reuniones del estudio de los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia lo incomodaba, estaba junto a su mano derecha Gustavo Álvarez y su nuevo protector el ex agente Julio Pose. Estaba también el ex comisario que Abbot había contratado para investigar la adulteración de medicamentos en el país el “Fino” Palacios. También un estadounidense ex FBI, enviado por el Global Product Protection, un programa creado por el laboratorio para controlar los productos en todo el mundo. Desde el estudio que conducen junto a Martin González del Solar Mullen y Barbaccia asesoran al laboratorio en la misma cuestión. Había un alerta la gerencia del laboratorio en nuestro país había sido excluida. Lo que confirma la complicidad de los gerentes de las empresas en este negocio. Forza estaba preparado les iba a entregar nombres, lugares, técnicas, detalles del mercado ilegal de medicamentos que solo un integrante de la mafia podía hacer; además les solicitaba inmunidad judicial, sabía que se sacaba del medio a sus acreedores, competidores y como el negocio de la efedrina era legal comenzaría una nueva vida.

Juró que saldría del negocio y aportaría información siempre y cuando tuviera inmunidad judicial, a lo que Barbaccia le contestó que era imposible. Traspiraba, hizo su segundo pedido, la comercialización exclusiva de alguno de los medicamentos de Abbot en la Argentina, a lo que los ex fiscales prometieron falsamente ¡eso se puede arreglar! Ambos sabían con quien estaban hablando: Forza conocía todo el rubro de falsificación, adulteración, comercialización de productos adulterados, robados o vencidos. Solo faltaba una cosa, que Forza soltara la lengua: “Lo que más los perjudica es la venta en negro de Kaletra y Ritonavir que se roban del Programa Nacional contra el sida. Esos medicamentos se introducen nuevamente en el mercado con envases adulterados”. “¡Ojo!”, se atajó, “los envases, no la droga”.

Barbaccia fue por más, quería nombres, Forza soltó la lengua: Redimer S.A. Drog-far S.A es una de las principales. Los dueños son Juan Carlos Cabañas y su hijo Ariel Cabañas (Ariel Cabañas es tan fanfarrón como Forza, lo conocí en el Sheraton donde después de tomar un café supo decirme que allí los viernes se reunía con “la industria”), es el dueño de Laboratorios Orientales. Después está Unifarma S.A. Ariel Vilan figura como presidente, pero es un testaferro: el verdadero dueño es Martin López Magallanes. También está metida droguería Nuevos Canales. El dueño es Marcelo Abasto. (Esta trascripción esta en el Juzgado del Dr. Norberto Oyarbide) (*) Ese día fue letal, Nombró a la droguería Del Plata S.A. de Alejandro Martino (cuya empleada Alexia Bergali, está procesada por una escucha donde Marcos Hendler le solicita troqueles de Erbitux, para los muchachos de “Camioneros”). Ahí hace un punto de inflexión y vincula a Martino con el jefe de Inspectores del Iname, a Martin de Marco de droguería Bisol S.A. (cuyo padre también era en aquellas épocas funcionario de Anmat) y un par de droguerías más que dice el sus dueños están vinculadas a funcionarios del Gobierno. Algo que no me consta por eso no menciono los nombres. Sigue hablando, acusa a Jorge Pistone, como un revendedor de Kaletra que consigue por izquierda, estrechamente vinculado con Martin López Magallanes y Juan Carlos Cabañas. Y por último a Juan Sinich que es el encargado de recolectar los medicamentos robados en el depósito del depósito del Ministerio de Salud, es el dueño de la imprenta que hacen los envases adulterados. Forza también les revela como hacen para conseguir la cantidad necesaria, roban las camionetas donde los laboratorios o el ministerio envían esta mercadería y después previo cambio de la caja vuelven a facturarlos al Ministerio. En el caso de los laboratorios cobran el seguro. Otra revelación es la compra directa a los pacientes que retiran la medicación que les entrega el mismo estado.

Los ex fiscales preguntan y el responde como es el circuito de droguerías fantasmas que son usadas para blanquear la compra de todos estos productos, la mayoría son “truchas”, pero siempre la ultima la que es proveedora está en regla, de esta forma se cuidan de que no haya problema. En una segunda reunión los abogados, los representantes del laboratorio, el investigador y Forza se elabora un informe con nombres, técnicas de adulteración de envases, troqueles, drogas, lugares y forma de comercialización ilegal y datos que aportó Forza. Contó todo los que sus socios y amigos hacían. Aquí un dato llamativo, dicho informe fue presentado al Juzgado de instrucción N° 5 recién en diciembre del 2009. Este documento es inédito y el mismo obviamente dice que el acuerdo entre Forza y Abbot nunca llegó a concretarse.

El ex agente no se quedó solo con eso, llevó a Forza y Álvarez a Comodoro Py, donde pese a sus insistencias a reunirse con el Juez Norberto Oyarbide este nunca los recibió.

Pose también reunió a Forza con el Jefe de Operaciones Especiales de La Policía Federal Argentina, Luis Abel Gigena, allí se presento como un empresario perjudicado por sus competidores. En esa reunión apunto todos los cañones contra Ibar Esteban Pérez Corradi, además de sus ex socios y amigos. La complicidad policial también consta en el informe que los representantes de Abbot entregaron al Juez Federal y si bien este no profundizo la investigación lo deja sentado en el expediente 1787/07 admitiendo que detecto el presunto ofrecimiento habitual de sumas de dinero a funcionarios públicos y personal policial para garantizar el funcionamiento del mercado ilegal de medicamentos. (*)

Las señales: los ex agentes siempre dejan señales

Como podemos ver los ex agentes, que nunca dejan de tener sus vínculos con los organismos al cual alguna vez pertenecieron es incomprensible que haya pasado por alto a un hombre como Néstor Kirchner, quien seguramente sabría que por las ansias de poder que tenia Sebastián Forza, no tendría ningún inconveniente en delatar así como lo hizo con sus ex socios y amigos la trama de los aportes de la campaña al 2007 si se encontraba acorralado.

El ex comisario Jorge “Fino” Palacios que lidero la Superintendencia de Investigaciones y la Dirección de la Unidad de investigaciones Antiterroristas, tiene muchas manchas en su haber, las escuchas ilegales a empresarios y allegados a Mauricio Macri, su participación en la causa del secuestro del joven Axel Blumberg. También alerto a un amigo de Carlos Menem, cuando tenía la orden de allanar su domicilio en Agosto de 1994, cuando los agentes llegaron, Alberto Jacinto Kannore Edul, ya lo sabía. Un papelón de aquellos. Su ex agente de “confianza” de la SIDE con quien compartió contactos con la poderosa Drug Enforcement Administration (DEA) y el FBI. No andaban en chiquitas el primer trabajo de La Sala PATRIA fue la captura en México de Enrique Gorriarán Merlo ex líder del ejército revolucionario del Pueblo y responsable de la toma del cuartel de La tablada en 1989. Luego el ex Presidente Carlos Menem, les solicito infiltrase en La Triple Frontera y encontrar un culpable para hacerlo responsable del ataque a la AMIA. Julio Pose también reportó al titular de contrainteligencia de la Secretaría, Alejandro Broussón. Le reportó en forma en varias operaciones por el caso AMIA y en casos de narcotráfico.

Luego de casi dos años después de la llegada de Néstor Kirchner al poder la "Sala Patria" fue disuelta, el Fino y sus aliados perdieron la pulseada con el nuevo hombre fuerte de la Secretaria Antonio Jaime Stiusso.

Pose también participó en un operativo financiado por la DEA en el año 2002, que fue abortado por él mismo como posible comprador de droga que ingresaría desde Bolivia. Tiempo después, cuando quiso hacer nuevamente la transacción, quedó de acuerdo con los vendedores que lo esperarían en cercanías de Canal 7. Cuando llegaron los narcos con la cocaína también llego la Gendarmería y todos quedaron presos.

Dicen que el plan era introducir esos 50 kg de cocaína dentro del Congreso y así debilitar la Institución. Luego Pose comenzaría en sus andanzas, como socio y protector de Lorenzo, Forza y Martín Lanata. A todos les compraba, vendía y "brindaba" información, algo que llama poderosamente la atención. Ya que, como sostengo, la industria farmacéutica es una de las más poderosas del mundo.

Es imposible que, ni ellos ni el Gobierno actual desconocieran los “negociados” del ex agente.

Gabriel Alejandro Brito
Especial para Tribuna de Periodistas

Los puntos marcados con (*) son fragmentos de “La Ejecución” de los periodistas Emilia Delfino y Rodrigo Alegre. Este trabajo está basado en horas de estudiar cientos de expedientes de la denominada “mafia de los medicamentos”.