Fue tal la trascendencia y discusión que provocó el anuncio de presentación oficial del nuevo billete con la efigie de Eva Perón, que una polémica frase en el discurso de la Presidenta —luego de cuatro días— parece haber pasado casi desapercibida.
“Llama mucho la atención la premura, la rapidez cuando se trata de condenar al Estado, como si el Estado fuera ‘mongo’. Cuando el Estado no es ‘mongo’, argentinos; el Estado somos todos nosotros”, dijo Cristina Fernández al referirse a la —según ella— celeridad que tienen los juicios contra el Estado y la lentitud de la Justicia cuando se trata de importantes empresas.
Lo cierto, es que, pese a algunos comentarios en las redes sociales rechazando el uso de la palabra “mongo” por parte de la mandataria, no ha habido hasta ahora ninguna otra clase de repudio.
(Minuto 22)
En 1886, John Langdon Haydon Down fue el primero en describir la ahora conocida alteración genética que lleva el nombre del médico británico. Fue el propio Down, quien designó “mongólicos” o “mogólicos” a las personas afectadas por este trastorno cromosómico, dado las similitudes faciales con los grupos nómades de Mongolia.
Recién en 1961, un grupo de científicos propuso el cambio de esa denominación por el actual “Síndrome de Down”, ya que reconocieron que los términos “mongol”, “mongolismo” o “mongoloide” resultaban ofensivos. En 1965 la Organización Mundial de la Salud confirmó el cambio del término, luego de una petición formal del delegado de Mongolia.
En la actualidad, el vocablo y su reducción, “mongo”, no solo resulta anticuado y en desuso, sino también despectivo. El martes pasado, la Presidenta usó este criticado y arcaico sinónimo de “síndrome de Down”. “Como si el Estado fuera ‘mongo’”: como si el Estado fuera tonto, ingenuo, deficiente.
Según, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, constituido por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), el uso injurioso o peyorativo de designaciones como “mongólico”, es discriminatorio.
Dicho organismo plantea que el insulto, chiste, burla o desvalorización pueden ser formas de discriminación cuando su “golpe de efecto” o “gracia” descansa en la identificación de las características de un grupo o colectivo social.
Antecedentes y denuncias
El 20 de mayo de 2010, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión se mostró “preocupado” por los dichos del chocolatero Ricardo Fort en el programa de TV Intrusos, al preguntarse si el boxeador Fabio “La Mole” Moli era “mogólico o un nene Down”. “El uso injurioso o peyorativo de designaciones como ‘mogólico’ o ‘nene con síndrome de Down’, dichas por Ricardo Fort en el programa Intrusos, es discriminatorio”, dijo el organismo en esa oportunidad.
El 31 de marzo de 2011, el INADI acusó por discriminación a Esteban "Bichi" Fuertes, jugador de Colón de Santa Fe, por haber llamado “mogólicos” a varios jugadores de Racing. La denuncia había sido presentada por un organismo particular.
El 24 de abril de este año, el filósofo José Pablo Feinmann fue denunciado ante el INADI por hacer referencia al "peronismo mogólico", en una columna que escribió para Página/12. La denuncia fue radicada ante ese Instituto por José Luis Rasente, padre de un menor con capacidades diferentes.
De acuerdo a la Asociación Síndrome de Down Argentina (ASDRA) —quien hace tiempo viene realizando campañas para concientizar a la población sobre el uso de esa palabra— el que hace mención al término “mongólico” como un insulto, está discriminando.
En comunicación telefónica con Tribuna de Periodistas, el INADI, intervenido por orden de Cristina, no pudo confirmar ni desmentir haber recibido denuncia alguna en relación a las palabras de la Presidenta; tampoco que se haya intervenido de oficio. Según el encargado del sector Prensa y Redes Sociales, la persona encargada de responder sobre las denuncias no se encontraba en el lugar, ni se encontraría en el corto plazo.
Eliana Toro
Twitter: @toroeliana