Este lunes, Cristina Kirchner dio una conferencia de prensa donde convocó a los principales directivos de la AFA y presidentes de clubes para, entre otras cosas, comunicarles los requisitos que deberán cumplir las instituciones en lo referente a la seguridad en las canchas.
Allí, frente al inevitable desconcierto de los presentes aseguró que la gestión carcelaria del Servicio Penitenciario Federal (SPF) era ejemplar. “Es un modelo por varias muy merecidas razones (...) No tenemos superpoblación carcerlaria”, dijo la mandataria.
Sin embargo, si hubiera leído lo que ayer publicó su escriba favorito, Horacio Verbitsky, Cristina sabría que la situación del SPF argentino está lejos de ser la gran panacea.
A tal efecto, en un extenso artículo publicado por Página/12, el cronista hace referencia a los diversos señalamientos hechos sobre esa institución por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entidad que insiste en reclamar a la provincia de Buenos Aires que garantice "la vida y la integridad de los internos".
Entre los inconvenientes a combatir, de acuerdo a lo que menciona el matutino oficialista, se encuentran: "La potabilidad del agua, la erradicación de los traslados arbitrarios, la disminución de la violencia intracarcelaria y la prevención y sanción de la tortura" (No es algo nuevo, Página/12 viene denunciando estas cuestiones hace varios años).
Para que no queden dudas respecto a la situación del SPF, Verbitsky la describe como "una estructura que en cinco años de gestión delegada adquirió monstruosa vida propia". Y culmina con una frase lapidaria: "En cualquier caso, es evidente que nada ocurrirá sin una sostenida decisión política en el vértice del poder político nacional".
En el mismo sentido, en el informe 2012 del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) —ONG presidida por Verbitsky— se denuncia que “el nombramiento del nuevo jefe del SPF —Víctor Hortel— no derivó aún en reformas profundas de su gestión ni de su funcionamiento cotidiano ”.
El mismo documento detalla que, “en lo que se refiere a la agenda de protección de derechos de personas privadas de libertad, algunos indicadores, como la evolución de muertes, han mostrado un incremento muy preocupante”. “Mientras que en 2010 hubo 33 muertes, en 2011 hubo 39 (...) Persisten denuncias por hechos de tortura y malos tratos o deficiencias en las condiciones de detención”.
El CELS da cuenta de una realidad diferente a la de Cristina Kirchner: “El SPF sigue manteniendo altos índices de violencia, que circula y se concentra en algunas unidades en particular”.
María Luisa Torres