El pasado miércoles 5 de agosto, un equipo antibombas y numerosos efectivos policiales se hicieron presentes en el domicilio del empresario Marcos Panissal Arana portando consigo una orden de allanamiento firmada por el fiscal Álvaro Garganta, en donde se solicitaba la búsqueda y secuestro de libros o cualquier material disponible para fabricar una bomba.
No se trata de cualquier persona: Panissal Arana fue quien denunció a Cristina Kirchner por usurpación de títulos y honores, enriquecimiento ilícito y violación a la Constitución Nacional, entre otros delitos. Según relata agencia Nova, el empresario recibió la orden de allanamiento que, al prestarle mayor atención, tenía un gravísimo error: el domicilio notificado no era el suyo, sino el de la casa contigua.
“Como no encontraron nada al lado, entraron a la mía con total impunidad, donde vive mi familia. Revolvieron todo. Lo único que puedo destacar es que el trabajo de la DDI fue bueno”, explicó el empresario a ese medio.
Tribuna de Periodistas pudo hablar con él en las últimas horas y agregó datos inquietantes a lo ocurrido: “Desde que hice la denuncia he sufrido inspecciones de ARBA e investigaciones de todo tipo sobre mi persona”.
Preguntado por sus siguientes pasos luego de lo ocurrido, Panissal Arana aseguró que “voy a seguir adelante, quiero un país donde la gente no tenga miedo”.
Como publicó en julio pasado este portal, la denuncia contra Cristina fue presentada el 13 de diciembre de 2011, un día después de que la Presidenta asumiera su segundo mandato. El empresario platense elevó su pedido a las cámaras de Senadores y Diputados y al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, “conforme las facultades otorgadas por la Constitución Nacional”.
En su petición, Panissal Arana sostiene que “luego de hacer innumerables investigaciones he llegado a la conclusión de que no existe otorgamiento de título alguno de abogada ni matricula por parte de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)”.
Carlos Forte
Twitter: @ForteCarlos