En sólo 24 horas quedó al descubierto que el kirchnerismo tiene dinero en sus arcas para cubrir las necesidades más importantes de la sociedad, pero prefiere siempre atender sus prioridades políticas, antes que el bienestar general. Primero están los “amigos” y luego el resto de los mortales.
1) Anoche, en Resistencia, quedó al descubierto que el gobierno provincial puede gastar 2,5 millones de pesos en contratos para "cumpas" como Agustina Cherri y Gastón Pauls, pero no puede garantizar el servicio energético para un partido de fútbol con alcance mundial como Argentina-Brasil.
El servicio energético lo contrató Enarsa a una firma norteamericana y no a la empresa que se había encargado con eficiencia de partidos como Boca-River en el club Sarmiento, que preside el propio “Coki” Capitanich. Una vez más, los negocios por delante.
El periódico deportivo Lance escribió en su edición de hoy: "fue una tragedia anunciada. Un juego que fue a parar al Chaco por causa de un arreglo político que tuvo como protagonista Gobernador de un estado que no tenía las condiciones básicas ni la estructura para recibir a este match"
2) A nivel nacional, nos enteramos que el presupuesto argentino prevé partidas para mil nuevos empleados en el Congreso Nacional, mientras se le bajan sus haberes a fuerzas armadas y de seguridad, generando el actual caos que vivimos.
3) Conocemos que Aerolíneas Argentinas se queda con doce millones de pesos diarios en subsidios, afectando partidas de viviendas sociales cuyos fondos son desviados hacia la línea de bandera.
4) Lo mismo ocurre con el Fútbol para todos, que redobla una y otra vez sus partidas, mientras que catástrofes ecológicas como las del Riachuelo o las inundaciones de la provincia de Buenos Aires se queda sin dineros suficientes.
5) Más preocupante es que empresarios como los Cirigliano sigan recibiendo millones en subsidios para trenes, mientas que en las últimas horas desapareció otro testigo clave en otra causa trascendente, como el asesinato de Mariano Ferreyra, al no haber dispuesto el estado una custodia especial para quién hoy debía prestar testimonio clave en el juicio que mantiene preso nada menos que a Pedraza, el titular del gremio.
"Hace tres días que recibimos amenazas telefónicas, tanto al teléfono de casa como al celular de mi papá", contó Gastón hijo del trabajador en cuestión, Alfonso Severo.
Ayer a la noche, el hombre salió de su casa de Sarandí para ir a visitar a un nieto que había sido operado recientemente. Había una diferencia de 15 cuadras entre su vivienda y la de la madre del nene. Llamó para avisar que iba, pero nunca llegó.
El ferroviario conocía a todos los integrantes de la patota que aparecen en el video del ataque y "sabe qué clase de personas son".
"Estaba entusiasmado con ir a declarar, porque quería que se aclare todo", remarcó Gastón.
El filósofo alemán Carl Schmitt, para muchos el verdadero inspirador de esta orga santacruceña, explicaba por qué había que cambiar al tradicional Estado liberal, en el cual no se puede justificar la exigencia del sacrificio de la vida en favor de la unidad política.
Schmitt creía que había que producir un “mito” para comprometer a los individuos
Concebía la idea de comunidad con ”personas esencialmente ligadas” y no una sociedad de “personas esencialmente separadas”.
El medio político es un medio de combates concretos.
El enemigo es simplemente el otro que está en contra de mi posición.
En todo agrupamiento amigo–enemigo siempre está latente la posibilidad de la guerra.
Es necesario un Estado fuerte, que se inmiscuya en todas las esferas de la vida en sociedad.
En la democracia, para Schmitt, todo es político.
En la Argentina actual, para el kirchnerismo, ocurre exactamente lo mismo.
Las luces del Chaco se apagaron por una conspiración.
La rebelión de las fuerzas de seguridad obedece a intentos desestabilizadores.
La desaparición de Jorge Julio López y, ahora, de Alfonso Severo son obra de la “mano de obra desocupada” y no fruto de la impresión del estado que debió haberles dado el status de testigos protegidos.
Como se recordará, todos los regímenes que siguieron los postulados de Schmidt terminaron muy mal.
El kirchnerismo avanza raudamente por ese camino y, por su naturaleza, difícilmente se aparte del equivocado sendero.
Marcelo López Masia