Política y manipulación

 No es la primera vez, tampoco la última, que el poder político utiliza un deporte popular como propaganda proselitista. El lugar físico: Tecnópolis, Villa Martelli. Las protagonistas: Carolina Duer vs. Marisa Portillo. El viernes 26 de octubre, se llevó a cabo el magno festival de boxeo. Hubo 3 combates de fondo, y cerrando el Título Mundial Super Mosca (OMB), como plato principal.

 Una vez más, Tecnópolis (ver: ¿Tecnópolis o Kristinópolis? Un modelo de propaganda política) utilizada como usina de propaganda política del cristinismo. Política y deporte, amalgama dilecta del panóptico moral kirchnerista. El deporte como mediador de libertad creativa, y la manipulación de las masas, tan afín a los regímenes con voluntad de “unicatos”.

 En el primer combate, Pablo Ariel Gómez —pupilo de Ricardo “Kojak” Silva—, ganó merecidamente. Segundo combate: Marisa Eugenia López, se impuso por puntos a Paula Morales. Tercer combate: Ricardo Ramallo (74.450 kg.), oriundo de San Isidro, ganó por puntos —en fallo dividido— ante Abel Nicolás Adriel (73.400 kg.). Un detalle que no pasó desapercibido: el ganador ostentaba vestimenta de color verde con leyenda partidaria “Agrupación Kolina” (Corriente de Liberación Nacional, San Isidro), un movimiento proselitista apadrinado por la señora Alicia Kirchner, ministra de Desarrollo Social.

 La noche se presentó perfecta para la práctica deportiva. La temperatura agradable, y la organización —seguida de cerca—, por los soldados del kirchnerismo “La Cámpora”, fue en líneas generales satisfactoria. Hasta en los mínimos detalles, los activistas K, dieron el presente ejemplo: la modelo que porta el cartel indicador de los rounds con publicidad expresa.

 Montado el escenario con estructuras tubulares metálicas, las tribunas eregidas, albergaron una importante cantidad de público. El spot lumínico del cuadrilátero, pendía de una grúa móvil, dando una atmósfera contenedora / envolvente. Todo el diseño y la estética arquitectónica, muy cuidada y adecuada por cierto. Salvo el valor agregado: “Néstor y Cristina K, nos dieron el Boxeo para Todos”.

 Multiplicidad de evidencias físicas abonan esta teoría propagandístca K: no sólo la “Agrupación Kolina, (que con sus decenas de banderas, inundaron por completo toda la tribuna que daba espalda a Av. Gral. Paz); “Agrupación Evita Pueblo”; sindicato “UPCN”; y en todos lados del estadio ensamblado, “La Cámpora”, como los fiscales políticos de la organización.

 La nota musical fue provista por la “Fanfarrea Militar Alto Perú”, con reconocidos temas musicales (“el ojo del tigre”, del grupo Survivor, del film Rocky, 1977) y el Himno Nacional, con la voz del barítono Ernesto Bauer, hermano de Tristán. Dicho intérprete saltó a la fama, en el velatorio de Kirchner, cuando entonó un responso al “prócer” de la dinastía K, que emocionó a Cristina.

 Como si fuera poco, segundos antes del match por el título mundial, se pudo ver y escuchar a través de enormes pantallas de TV, la arenga proselitista del ex presidente Néstor Carlos Kirchner: “quiero que me recuerden sin llorar (…); por haber hecho cosas…” Fue un video en su homenaje, por cumplirse dos años de su fallecimiento en la ciudad de El Calafate.

 ¿Hacía falta tanta letanía? La liturgia K: del recuerdo permanente; que todo lo hecho fue por nosotros, y por nuestra redención nacional y popular; en un relato épico poco creíble. ¿También la fortuna familiar la hizo por nosotros? o a cuesta de…. Es un dogma, y como tal, muy peligroso por cierto. Es la verdad revelada, no discute. Se crea el dogma (la ideología dominante), y luego la feligresía genera “la sagrada tradición kirchnerista”.

 La Iglesia K, y su catecismo (el relato), opacó una fiesta: “una fiesta para todos”. Donde no debe proclamarse divisa de ningún sector político. Sólo, flameando la bandera celeste y blanca de la República Argentina. Por definición, si se quiere unidad social, la política partidaria y sus miserias no la traerá; sí, el fomento del deporte colectivo. Generando líderes positivos para el cambio.

La pelea por el Título Mundial Super Mosca (OMB)

 Se enfrentaron: la campeón, Carolina “la Turca” Duer (52,100 kg. - de Cap. Fed.) Vs. Marisa “la nena” Portillo (52,150 kg.-de Rosario). Al son del tema “Color esperanza” (Diego Torres /Coti Sorokin), Duer, recorrió el largo trayecto hasta el ring. El combate se pactó a 10 rounds.

 Con un emotivo recibimiento: fuegos de artificios, papeles, y su música fetiche, alzó sus brazos, la pupila del DT. A. Zacarías. Carolina, ganó todos los rounds con claridad. La primera y segunda vuelta fueron de estudio. A partir del tercer asalto, los golpes rectos de Carolina —que tomó la iniciativa— los conectó con eficacia.

 En el cuarto round, Duer se acordó que posee ganchos. Trabajó mejor con sus piernas (tren inferior); obteniendo mejor traslación sobre el cuadrilátero. En el quinto asalto, hubo un punto de descuento a Portillo (por ir peligrosamente con su cabeza). Resto del combate sin sobresaltos para la campeón. Fue un boxeo trabado, con abundante clinch. Cabe destacar, que ambos púgiles acusan limitaciones técnicas manifiestas. Duer, no ha evolucionado mucho. Su arte pugilístico es básico, por no decir de “medio pelo”. Y llegó el final previsible. Tarjetas de los Jurados: 97-92; 97-92; 97-92, por fallo unánime, ganadora por puntos Carolina Duer. Reteniendo la corona por sexta oportunidad. Un incidente: debió ser expulsado (al menos apercibido) del rincón del ganador, su DT. Zacarías, por protestar deliberadamente. Molestó hasta el hartazgo, incluso vociferando al árbitro del combate —Rodolfo Stella— de correcta labor. El tema en discusión, la cabeza de la retadora que forzaba infracciones.

 Como la Agencia Telam reprodujo: “ Luego de la victoria, la campeona mundial supermosca de la OMB dijo: Le mando un saludo a Cristina (Fernández de Kirchner) y mi homenaje a Néstor (Kirchner), a quien quería mucho como persona". Duer, devuelve siempre gentilezas. El poder la convoca, y ella sabedora de buenos negocios, retribuye.

 La mejor pelea, no estuvo en las de fondo, ni menos, en la tan mentada Duer- Portillo. Cuando todos se retiraban del estadio, hubo una contienda más. Categoría super gallo: Carolina Rodríguez – de Chile- que acusó en la báscula: 55.250 kg. Vs. Alejandra Morales (54.550 kg), de Argentina. A la sazón, ¡Lo mejor del festival! Rodríguez: brindó una verdadera lección de boxeo.

 Un púgil “atípico”, que desarrolló boxeo de “autor”, ese que escapa a todo preconcepto o ataduras. Utilizando técnicas de manual en la aplicación de los 6 golpes reglamentarios; bajando la guardia y estudiando al oponente (al mejor estilo “Maravilla” Martínez o Marvin Hagler).

 Esquivando con “esguince” de cintura, saliendo con defensas activas. Como se estila en el argot pugilístico: “pelea como un hombre”. De estética masculina, su astucia y coraje también los son. Ganó Carolina Rodríguez, por puntos en fallo unánime. Tarjetas del Jurado: 60-54; 60-54 ½; 59-52.

 En fin, un inmejorable cierre tuvo la fiesta del deporte de los puños enguantados, pese a la manipulación política que se hizo del mismo. Para los feligreses de la Iglesia Kirchnerista, un principio moral que es nacional y popular: (buscar) “La Unidad en la Diversidad”. No son ellos los creadores del Universo, y menos del Boxeo. No a la cooptación política del deporte.

Carolina “La Turca” Duer retuvo su corona mundial super mosca. Carteles y banderas kirchneristas inundaron el estadio. “UPCN”, también cantó presente (foto).

 Gustavo Contarelli

Fotos: gentileza Tecnópolis