Una información publicada por Tribuna de Periodistas a mediados de enero (ver artículo “Centro Piloto de la SIDE en Roma”) motivó una investigación exhaustiva del prestigioso periodista italiano Paolo Manzo y la confirmación –en realidad, ampliación- de todos los dichos publicados en este portal.
La bochornosa actitud del espionaje argentino en tierra extranjera deja a las claras que la retórica Presidencial acerca de la no ingerencia del país en asuntos extranjeros resulta, lisa y llanamente, una falacia absoluta.
Lo mas grave del asunto es que el affaire podría provocar una controversia diplomática entre Roma y Buenos Aires, pues los bonistas italianos reconocer haber sido objeto de maniobras “extrañas” (uno de ellos reconoció haber sido acechado por personal diplomático argentino acreditado en Roma).
Paolo Manzo es un reconocido periodista italiano especializado en política de Latinoamérica, a tal punto que su libro “Lula, il Presidente dei Poveri” se convirtió en un best seller tanto en Italia como en otros países europeos. Este viernes, el semanario italiano “Vita” se hizo eco del artículo de Tribuna de Periodistas y encaró una propia investigación que editó en tapa bajo el título “Bond Argentini: Spy Story”.
La maniobra urdida desde la SIDE argentina encabezada por el Sub Secretario de Inteligencia Francisco Larcher y Jaime Stiusso puede leerse en el sitio web de la publicación.
A continuación y en exclusivo para la Argentina, Tribuna de Periodistas reproduce el referido artículo traducido al castellano. Que cada lector extraiga sus propias conclusiones del vergonzoso episodio.
Historia de espías
"Si, fui espiado por Argentina". Elio Lannutti, presidente de ADUSBEF, una de las asociaciones de consumidores que defendieron los derechos de los ahorristas italianos implicados en los bonos tango, no tiene dudas. Buenos Aires, para asegurarse la adhesión italiana al plan de salida del default, recurrió a todos los medios. Incluso al espionaje. Vita está en situación de revelar todos los particulares de esta increíble historia. Aquí está.
"No vamos a pagar la deuda externa". Empezó de esta manera, el 23 de diciembre del 2001, con esta frase de Adolfo Rodríguez Saa, el presidente por una semana, la causa de los bonos Tango que, luego del vencimiento de la oferta argentina de canje, amenaza con dejar con un puñado de moscas a los pequeños ahorristas italianos que decidieron no adherir. Las cifras dicen que cerca del 70% de los ahorristas italianos decidió rechazar, a diferencia del resto del mundo, donde los porcentajes de no adhesión son de alrededor del 30%. "No vamos a pagar la deuda externa", exclamaba Adolfo Rodríguez Saa en el Congreso argentino. Y los diputados, de todos los partidos, se levantaron para aplaudirlo.
Desde entonces el eje Buenos Aires-Roma se puso caliente como nunca, las relaciones entre los dos países se redujeron al mínimo y, sobretodo, empezó el torbellino de ofertas y contraofertas entre el Ministerio de Economía dirigido por Roberto Lavagna por un lado, y los grupos que representan a los 450 mil ahorristas italianos por el otro. En primera fila estaba la Intesa dei consumatori (Alianza de los consumidores), cártel de asociaciones de consumidores nacido para tutelar los derechos y las razones de los ahorristas italianos y que reúne a ADOC, ADUSBEF, CODACONS y FEDERCONSUMATORI. Y también estaba la Task Force Argentina, asociación dirigida por Nicola Stock (ex Banco di Roma) y fundada por la Asociación bancaria italiana en noviembre del 2002 para proteger los intereses de los italianos que tenían en el bolsillo los bonos argentinos. Pasan más de dos años y, mientras la Task Force Argentina dice haber recogido 430 mil poderes de ahorristas italianos enfurecidos, el 14 de enero pasado Buenos Aires hace su oferta definitiva: los 152 bonos en default pueden cambiarse con otros tres títulos -Par, CuasiPar y Discount- que prometen, de aquí a 25-35 años, cerca del 30% del capital invertido al inicio. Tiempo para suscribirla seis semanas. Tomar o dejar: ninguna prórroga, ninguna mejora futura.
La partida es decisiva para el gobierno de Néstor Kirchner. Se juega la posibilidad de continuar con el crecimiento económico de los últimos dos años (más del 8% del PBI durante el 2004) sin el estorbo del default. De otro modo se arriesga tener que esperar todavía muchos años, desembolsando miles de millones de dólares extras para poder declarar finalmente de ser un país en regla. Italia se transforma entonces en el punto de inflexión de los intereses geoeconómicos argentinos: es efectivamente el país (fuera de Argentina) que tiene más bonos tango en el bolsillo, 14 mil millones de dólares (de un total de 81,8 mil millones), alrededor del 17% de todas las obligaciones en default.
La batalla entre Roma y Baires es sin cuartel. La oferta del 14 de enero es definida "ofensiva y ridícula" por Stock y por la Intesa dei consumatori, aleados contra Argentina ahora más que nunca. Aunque el primero lleve los intereses de un sujeto que, en esta historia, no está exento de responsabilidades: los bancos, acusados por muchos de haber "descargado" sobre los pensionados y los pequeños ahorristas una gran parte de los bonos cuando ya habían intuido el riesgo de default. La Task Force Argentina por lo tanto apuesta al fracaso de la oferta y, mientras el secretario de Finanzas de Kirchner, Guillermo Nielsen, empieza su roadshow (gira) entre Roma, Milán y Verona para aconsejar a todos que acepten la propuesta, Stock organiza un contra-roadshow , para decir que se opongan a toda costa. La guerra se intensifica. El embajador argentino en la capital, Victorio Taccetti, es convocado de urgencia en la Farnesina (Ministerio de Relaciones Exteriores italiano). Kirchner ataca directamente la posición intransigente italiana (dando el nombre de Berlusconi). En la prensa argentina la cuestión de los bonos tango parece clara: el enemigo número uno es Italia, representada por las caricaturas demoníacas de Nicola Stock que descollan en las páginas de los más importantes periódicos argentinos, Clarín a la cabeza; y por Pier Carlo Padoan, director ejecutivo ante el FMI, y ni que se diga, también italiano. En esta pulseada entre Argentina Italia, pero, hay algo que Vita encontró y que revela, por obvias razones, solo ahora, luego de la clausura de la oferta pública de canje argentino.
Pero vamos por partes, y tratemos de entender los términos de las revelaciones que tienen el sabor de una historia de espionaje, recogidos en las orillas del Río de la Plata. Jorge Daniel Boimvaser es el periodista argentino que más ha investigado el mundo de los servicios secretos de su país, a tal punto que su último libro "Los sospechosos de siempre. Historia del espionaje en Argentina" es un best seller que revela muchos de los esqueletos en el armario de la SIDE, correspondiente a nuestro SISMI- Es él quien, contactado por Vita, revela que, "hace meses, la SIDE abrió un Centro Piloto en Roma para espiar algunos representantes de los ahorristas italianos". Las fuentes de Boimvaser son más de una, Vita las verificó y, entre otros, hay incluso un agente de la UE en Buenos Aires. Sigamos: Por qué Boimvaser habla de Centro Piloto? porque entre 1976 y 1983 la última dictadura militar argentina había organizado un centro experimental, en jerga argentina Centro Piloto, en Francia para contrarrestar las campañas por los derechos humanos como consecuencia de los masacres que sucedían entonces en el país sudamericano. "Cambiando el ambiente y el contexto, están todas las similitudes, y por esto llamé al romano Centro Piloto" explica Boimvaser. De acuerdo a la información en nuestro poder, la actividad de espionaje de la SIDE en Roma empezó el 10 de diciembre pasado, en ocasión de la ceremonia organizada por el embajador argentino en Roma Victorio Taccetti, en honor al ex cónsul ante la embajada italiana en Buenos Aires, Enrico Calamai, que ayudó a muchos italo-argentinos a escapar de la masacre de la dictadura. En aquella ocasión entraron en Italia como valijas diplomáticas al menos dos valijas electrónicas, en jerga valijas SONY, que sirven para interceptar los celulares y teléfonos de las personas vigiladas. Y desde esa fecha el grupo de espías de la SIDE en Roma se volvió operativo, pudiendo contar con un técnico con 30 años de experiencia. "Me consta que éste último activó las valijas para interceptar a los líderes de los grupos de ahorristas italianos", revela Boimvaser, que agrega haber sido contactado por un miembro del consulado italiano en Buenos Aires "pocos días después de la publicación de mi artículo, en la segunda quincena de enero".
Pero quiénes son los ahorristas italianos espiados por los servicios secretos argentinos en Roma? "seguramente al menos tres: Paolo Martinello, Elio Lannutti Y Francesco Avallone. respectivamente el presidente de AltroConsumo, el presidente de ADUSBEF y el vicepresidente de FEDERCONSUMATORI". Tres responsables de las asociaciones estrechamente vinculadas con la protesta de los ahorristas italianos contra la oferta argentina que, preguntados por Vita sobre los hechos, no se sorprendieron mucho, como si se lo esperaran. Incluso Elio Lannutti no tiene dudas: "Si, lo se". Algunas fuentes diplomáticas del país latinoamericano, en cambio, negaron conocer los hechos, que amenaza con meter más leña al fuego entre las difíciles relaciones bilaterales de los dos países, tradicionalmente muy cercanos cultural, afectiva e incluso etnicamente (el 50% de los argentinos tiene algún ascendiente italiano). Pero tampoco desmintieron, el hecho de descubrirlo durante la delicada negociación de los bonos tango los hace sentir tranquilos. Y deja el fósforo en las manos de los ahorristas italianos.
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Elio Lannutti, presidente de ADUSBEF está seguro de haber sido espiado, explica el por qué a Vita: "Yo tenía la certeza que era espiado antes de que me lo dijera su periódico porque en primera fase, todo anduvo bien. Luego, desde un cierto momento en adelante, cambiaron al agregado comercial y al embajador argentino en Italia. Y cambió la actitud para con nosotros. Me di cuenta hace más o menos seis meses. A tal punto que me invitaron a mi, a Francesco Avallone, y no me acuerdo si también a Paolo Martinello a la Argentina. Pero no fuimos. Además ADUSBEF tiene un representante en Buenos Aires, Tullio Zembo, que tenía que venir hace veinte días a una conferencia, pero no le renovaron el pasaporte.Sabía que era espiado, es una cosa gravísima".
Paolo Martinello, de ALTROCONSUMO declara sorpresa pero admite a Vita que sucedieron algunas cosas extrañas. "Me vienen a la mente al menos dos. Primero me buscaron para organizar un encuentro en la embajada en Roma, a mediados del 2004. Me convocaron anómalamente, a través de un representante argentino, e hicieron presiones no usuales, tanto por la cantidad de llamadas como por las personas que las realizaban. Me impresionó. El segundo episodio es de pocos días atrás. Cuando vino Guillermo Nielsen, responsable Argentino de las Finanzas, a Milán, en medio de la reunión, entraron en la sala los representantes de una misteriosa organización, dos personajes italo-argentinos que expusieron una opinión completamente contraria a la nuestra. Eufemísticamente, era una situación rara y ambos presionaban y criticaban en modo fuera de lo común".
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Qué harán ahora los cientos de miles de (furibundos) inversores que rechazaron la transacción con el gobierno argentino? Tienen que quedarse tranquilos, porque hicieron la cosa justa, dice sin dudas Francesco Avallone de FEDERCONSUMATORI. Su asociación de ahorristas y las demás han sido unánimes en desaconsejar ceder ante Buenos Aires, que podría lanzar una propuesta de canje mejor para los que desistieron. "Valida esta idea un importante dato: los fondos buitres ofrecían antes del vencimiento del canje el 25% del valor de los bonos tango, ahora ofrecen el 31%". Por lo tanto no es ni siquiera el momento de vender en el mercado paralelo, aunque Argentina ha siempre declarado que los viejos títulos caerán en una especie de limbo y serán finalmente retirados de la cotización en bolsa. La cuestión, que ahora preocupa, concierne a los bancos, en su doble rol de víctimas -en su condición de tenedor de bonos- y engañadores de al menos una parte de sus clientes. La alianza contra el enemigo común entre la Task Force bancaria, guiada por Nicola Stock, y los ahorristas llegó a su fin y las asociaciones están listas para iniciar a fondo con miles de acciones legales para tutelar a los ahorristas que podrán demostrar la mala fe de sus institutos bancarios. Pero el conflicto podría recomponerse, dice Avallone, si la Task Force se demuestra decidida a ganar las acciones legales que está llevando (a cargo de los bancos) contra el gobierno Kirchner, en representación de miles de ciudadanos. "El ahorrista que logre llevarse a casa un resultado decente, digamos el 50% del valor, probablemente renuncie a la acción legal contra el banco, aunque tenga igual el derecho Por lo tanto se prevé que se moverán a tal fin. En todo caso, también quien tenga en sus manos los nuevos títulos argentinos puede pedir el resarcimiento si no conocía el riesgo.".