“Comen de la cajita feliz… mientras bailan el pogo… del payaso asesino..” (Pogo – Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota-).

Esta vez la información no surgió de “papers” confidenciales, documentos clasificados, partes de inteligencia ni rumores surgidos de las convencionales fuentes del espionaje autóctono. No. Fue un diplomático del Cuerpo Consular Italiano acreditado en la Argentina quien dio el indicio a otros pares de la diplomacia mundial con asiento en Buenos Aires.

La versión corrió como reguero de pólvora por la gravedad de su contenido y las posibles consecuencias futuras que le podría acarrear a nuestro país la confirmación de esos dichos.  Según el diplomático del cual nos reservaremos su identidad por precaución y confidencialidad solicitada por nuestras fuentes, la SIDE estaría montando en Roma una especie de Centro Piloto (al estilo del que alguna vez erigió el Almirante Massera en París) destinado a espiar las actividades de los ahorristas italianos que reclaman por la devolución total de sus depósitos defaulteados por la Argentina.

Las relaciones con el gobierno del premier Silvio Berlusconi se han enturbiado más de lo previsible en los últimos días, y la soga podría tensarse hasta un límite extremo si el citado Centro Piloto cometiese alguna imprudencia que lo deje en descubierto de su insólita misión. Es un año electoral para Berlusconi y su apoyo irrestricto a los ahorristas de su país es parte de su campaña electoral imprescindible.

Ningún jefe de Estado se ha involucrado hasta ahora con tanta fruición en defensa de los ahorristas de su país como lo está haciendo el premier italiano.

Por razones aún desconocidas (al menos para quien esto escribe), habría sido el espionaje español (CESID) quien advirtió inicialmente la maniobra de la SIDE y se lo comunicó a sus pares en Italia. El SISMI (Servicio de Inteligencia Militar de Italia) ya venía siguiendo las actividades de la diplomacia Argentina en Roma y descubrió movimientos extraños y modificaciones llamativas en la plantilla de los espías argentinos acreditados en ese país.

El pingüino que volvió del frío

Todo comenzó tiempo atrás cuando el Subsecretario de Seguridad Interior de la SIDE (Señor 8),  Francisco “Paquito” Larcher viajó a Europa para remover al antiguo acreditado del espionaje argentino en Italia. El agente de carrera Sanchez Parra (“Soriano”) vio de manera intempestiva que su misión en las filas del espionaje local estaba llegando a su fin. También lo vieron agentes del SISMI italiano y rastrearon de cerca las actividades del citado Larcher (al que también tuvo en su mira el CESID español) en tierras europeas.

Hay que recordar que, previo a ese viaje, Larcher había sido felicitado calurosamente por el Presidente Néstor Kirchner a raíz de la participación en la resolución positiva del secuestro de Patricia Nine.

Aunque los ideólogos de la resolución de ese hecho criminal fueron el comisario Vargas (DDI La Matanza) y el “pollito” de Solá –el comisario Seisdedos-, en la SIDE los méritos se los llevó Larcher, pese a que el genio electrónico que colaboró en el descubrimiento del lugar donde estaba secuestrada Nine había sido Jaime Stiuso.

Pero, decíamos, las palmadas se las llevó Larcher y poco después de esa felicitación de Kirchner emprendió su viaje a Europa.

Salió de Ezeiza una tarde portando apenas tres valijas. Cuando embarcó de regreso (ya observado con lupa por el SISMI) cargó en el avión la friolera de treinta y cinco bultos por los cuáles tuvo que pagar por exceso de equipaje casi 2500 euros. Por lo que dicen las fuentes consultadas, la salida de shopping de Larcher en Europa no fue para aprovisionar a la SIDE sino para su exclusivo ajuar personal y familiar. Treinta y cinco valijas que no fueron requisadas en Ezeiza es un número significativo que no sería de importancia si el espía santacruceño hubiese abonado las compras de su bolsillo. Pero la cajita feliz de la SIDE puede eso y mucho mas (Ver "Recuadro" más abajo).

Lo cierto es que “Soriano” regresó a Buenos Aires y una enfermedad en la piel lo llevó al consultorio del medico de los espías. El doctor Novello le otorgó licencia por tiempo indeterminado, algo que insólitamente malhumoró a Paquito Larcher.

Tal fue la inquina del Señor 8 que una de sus secretarias (nieta del coronel Bartron)  no soportó la presión ni los malos tratos de su jefe y a ella también el doctor Novello le recomendó licencia médica. Conclusión: Novello fue enviado por Larcher a una perdida delegación en el Noroeste, seguramente para que le otorgue de ahora en más licencias médicas a cabritos y vaquillonas.

Se dice en el quinto piso de la SIDE que al propio Secretario de Inteligencia de Estado, Hector Icazuriaga, le disgusta que Larcher utilize a sus secretarias privadas en una especie de tareas de valet parking que nada tienen que ver con sus funciones laborales.

El pingüino que vino del frío a la SIDE acostumbra agasajar a ciertos personajes en restaurantes cuatro tenedores, y al final de los eventos con una gesticulación casi cinematográfica (humorística, obvio…) ordena a sus secretarias que acerquen a la mesa algunos regalos que la SIDE adquiere para proveedores especiales y amigos de la casa. Una escenificación absurda para un organismo de espionaje.

Tan absurda como la erección del Centro Piloto en Italia, el dispendio de fondos públicos de parte del subjefe de los espías y otras barbaridades por el estilo. Eso sí: el pingüino mayor sigue declamando que su gobierno encarna una nueva forma de hacer política en la Argentina.

El contenido de algunas de esas 35 valijas lo detallaremos en otra ocasión.

Jorge D. Boimvaser

Fe de ratas

Jueves 20 de enero. Mediodía. Una llamada al celular y la voz de una fuente confiable que dice: “Ruso, rectifica una info de ayer. Paquito Larcher revió la medida de enviar al doctor Novello a Formosa. Parece que el tordo anda mal de salud, tiene tres by-pass a cuestas, fuma como una chimenea y si se llegase a arruinar en el Norte, Larcher tiene miedo de cargar con la mochila... Así que lo pasa a Migraciones a llenar fichitas... El que parece que va a Formosa o Bahía Blanca es Sánchez Parra (“Soriano”). Textual.

RECUADRO:

La dama de perrito en la SIDE
De Chejov a Dostoiesvsky

"Nuestro Pacman no es de nadie / pero el mono es de él... a veces gana, a veces pierde / como todo jugador...”. (Un Pacman en el Savoy, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota)

Parece la sugestiva señora que le escribe al experto en ética del New York Time. Su drama  consiste en que a la muerte de su suegra, la voluntad de la mujer es que su perrito sea sacrificado y sus cenizas enterradas junto a ella en un sarcófago. El experto en ética expone una solución salomónica: Conformar a una parte en vida y no sacrificar al animalito tras la muerte de la anciana. Así ninguno sufrirá. O así parece.

La obra de Chejov expone una encomiable singularidad de personajes. Alguien escribió sobre los actores centrales del gran escritor ruso: "Uno de los personajes caracterizados de Chejov es el hombre o la mujer de elevados ideales defensores de sueños que rayan la utopía,, pero con el paso de los años la vida y los desengaños les hacen perder fuerza".

Bueno, no se trata de suponer que nuestro personaje central posee la considerable estatura de convertirse en un émulo de las figuras del Chejov. Pero algo de eso hay.

La historia es así: La señora Cristina Fernández decidió que una de sus damas de confianza, antigua acuñadora de ideales rayanos con la utopía, fuera encumbrada como Directora de Finanzas de la SIDE. Es un cargo, por cierto muy codiciado. Es quien ensobra las “cajitas felices” día a día, semana a semana, mes a mes... Para quienes tienen la dicha de verle el rostro periodicamente, su sonrisa enigmática supera con creces a la de La Gioconda. Es que la pintura de Leonardo (¡nuevo ídolo de multitudes..!) solo ofrece una mueca tibia y venerable. La señora que maneja los fondos de la SIDE, además de dispendiar una sonrisa mas cálida y tan misteriosa como la del famoso lienzo, entrega sobres repletos de billetes. Obvio que la sonrisa de nuestra dama del perrito es superlativamente mas trascendente para los afortunados receptores de las entregas periódicas de dinero “black” que la del cuadro  davincesco.

El puesto tiene su historia: Un antiguo Director de Finanzas de la SIDE es ahora dueño de extensiones campestres en Jujuy. Otro que ocupó ese cargo, adquirió recientemente en la zona Norte de la Provincia de Buenos Aires un castillo de dimensiones principescas. Claro, lo compró en un remate, pero es cierto que antes de ocupar el codiciado sillón del séptimo piso de 25 de Mayo 11 no tenía medios para adquirir en subastas públicas mas que un Ford Falcón Modelo 92 o bienes por similar valor.

Nuestra dama del perrito reporta a la Primera Ciudadana. Alguna vez tuvieron sueños rayanos con la utopía, pero el paso del tiempo y los desengaños de la vida las hicieron llegar a esto.

Sucede además, éste es el hilo central del presente relato,  que la susodicha Directora de Finanzas de la SIDE posee una debilidad digna de ser identificada con “El Jugador” de Fedor Dostoievsky. Pero no cualquier clase de juego. La apasionan las maquinitas tragamonedas ubicadas en el Hipódromo de Palermo. Y semanalmente gasta fortunas alimentando flipers inescrupulosos que digieren sus monedas con apetito cartonero.

La señora dispensa fondos reservados (de esos que K. Y sus adláteres demonizaban por corruptos en tiempos de llanura..) a granel. Dicen que los fajos que se lleva de la oficina de finanzas de la SIDE hasta el Hipódromo de Palermo nunca retornan a su caja de origen.

No hace mucho, un par de agentes de inteligencia militar la retrataron  con sendos celulares digitales sumida en su pulsión jugadora. La dama no se percató. Su chofer estaba lejos para advertirlo.

Patología, adicción o lo que fuere,  la Directora de Finanzas de la SIDE echa vuelo a su compulsión utilizando fondos públicos de los cuáles los jefes del espionaje local no rinden cuenta a nadie. Son detalles. La dama del perrito sigue siendo la mujer mas sugestiva y vistosa que trajeron los santacruceños de su tierra natal. Lástima que los flipers no adviertan el detalle y sigan enguyendo vorazmente las monedas del Estado.