Cada opinión en disenso es sistemáticamente obliterada por los policías kirchneristas, quienes se arrogan el derecho de dictaminar quien puede opinar y quien no, o quien tiene "catadura moral" para siquiera emitir una opinión.

Desde el rentado bloque de supuestos filósofos e intelectuales oficialistas se trata de explicar que existe una sola forma de ver las cosas, y que todo el que no las vea de esa forma es enemigo del modelo nacional y popular, antipatria, cipayo, extraña a los militares, lee Clarín, ve a Jorge Lanata, toma Coca Cola o se lava las patas con jabón de tocador en lugar de Gran Federal Marfil. Cualquier motivo sirve para desmerecer al otro.

El 13 de Septiembre se quejó "la clase media", esa gentuza sin ideología que en lugar de aplaudir como una foca los logros del "modelo" pretende vivir como en Noruega y sin pagar impuestos, y que no reconoce los esfuerzos de los sacrosantos líderes Néstor y Cristina para constituir una gran nación latinoamericana donde reine el amor, la igualdad y la fraternidad. (Sarasa, tomo aire…)

En palabras filosófikas: un colectivo ambiguo, falto de propuestas, que carece de identidad representativa y al que podemos caracterizar como "sujeto carece de objeto", constituyendo una masa amorfa fácilmente manipulable por el verdadero poder sin que lo adviertan porque, además, son tarados. (Más sarasa, tomo Alplax).

Los seguidores del "modelo" y del "relato" copipastean en cada discusión los argumentos diseñados desde el think tank, y lo peor, encima se lo creen.

Son la Policía Moral de la Argentina, y me tienen harto.

Prontuario y pedigree

Pero cuando uno acude a consultar el pedigree de estos policías morales, de los estigmatizadores seriales, encuentra en la mayoría de los casos antes prontuarios que antecedentes.

Entonces, ¿dónde está la catadura moral de Luis D´Elía, negador del holocausto y públicamente exhibido como estafador de gente humilde manipulando ventas de terrenos y viviendas?

¿Dónde radica la superioridad moral del diputado José Ottavis, denunciado por su propia ex esposa por golpeador y responsable directo de las múltiples amenazas que esa mujer recibe de manera casi permanente?

¿Tiene acaso Hebe de Bonafini la catadura moral para decirle a alguien cómo se deben criar los hijos, o dónde está la línea a seguir por todo un pueblo cuando ella declara que las FARC son sus hermanos y que brindó el 11S cuando cayeron las Torres Gemelas y murieron 3.000 personas? ¿La misma señora que regenteaba una de las tantas constructoras de viviendas oficiales y estafaba al Estado junto a los hermanos Schoklender?

¿Estos son los policías morales de la Nación?

¿Quién les ha dado el carnet de voceros oficiales de la moral argentina a personajes como José Pablo Feinmann, Ricardo Forster u Horacio González? ¿Si se han pasado la vida tratando de explicar la cuadratura del círculo y en su currículum no aparece siquiera una hora extra?

¿Quiénes se creen que son estos muchachos para sentenciar las conductas civiles y hasta morales del hombre de la calle que trabaja todos los días cuando ellos ni siquiera sospechan cómo se hace para marcar tarjeta en una fábrica, y hace 45 años que no abordan el Ferrocarril Sarmiento?

Te catalogan como "neoliberal" quienes defienden y aplauden a los menemistas Aníbal Fernández, Julio Alak o Rafael Bielsa (¿?).

Estigmatizan al que votó a la Alianza los mismos integrantes de la Alianza como Nilda Garré, Diana Conti, Juan Manuel Abal Medina o Martín Sabbatella (¿?).

¿Cristina Kirchner? ¿La “exitosa abogada” que hace 23 años que es funcionaria pública y amasó una fortuna (declarada) de 18 millones de dólares sí tiene “catadura moral” acaso?

¿Amado Boudou está saliendo a hablar? B-O-U-D-O-U …..

A ver si nos entendemos

Es imposible convivir en una sociedad dividida entre supuestos buenos y supuestos malos.

Es imposible convivir cuando se señala cada palabra, cada idea, o cada propuesta como "inferior".

No se puede admitir que le expliquen a la gente que no le pasa lo que le está pasando. Que no ve lo que ve y que no sufre lo que sufre.

Una cosa es que seas de izquierda y consideres al criminal como una víctima. Pero otra es que le digas al damnificado que tiene que esperar 25 años para tener la seguridad que necesita hoy.

No se puede deslegitimar una protesta de millones de personas en las calles de todo el país argumentando que están equivocados.

No tienen derecho a someter a tanta gente a una tortura psicológica cotidiana desde el descrédito y la burla.

Y, fundamentalmente, no se puede gobernar un país pretendiendo ser “moralmente superiores”, cuando no resisten un sólo archivo.

Fabián Ferrante
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