Curiosa sincronización de hechos se dio este viernes en el Chaco. Mientras el gobernador Jorge Capitanich, acompañado por el ministro de Salud, Juan Manzur, se reunían para abordar puntos centrales de la agenda provincial sanitaria con respecto al dengue, un niño oriundo de Villa Río Bermejito, que desde el lunes permanecía internado en el hospital 4 de Junio", fallecía.   

Manzur prometió obras de infraestructura, provisión de equipamiento sanitario y ponderó “el gran logro que tuvo Chaco en su lucha de prevención contra el dengue, ya que es una de las provincias que más experiencia tiene en la materia, y hoy estamos en un momento complejo y complicado con lo que está pasando en los países vecinos".

Por su parte, Capitanich destacó que "la provincia cuenta con un personal médico que está atento ante cualquier caso febril para el procesamiento inmediato, con laboratorios de PCR  en tiempo real en Sáenz Peña y Resistencia, que permite detectar los casos para descartarlos o no, y a su vez poder tener una estrategia rápida de bloqueo focal para ser eficaces."

Mientras los elogios mutuos tenían lugar, el Ministerio de Salud Pública informaba el lamentable deceso por dengue de un niño de un año y 10 meses, luego de una falla multiorgánica, producto del cuadro de shock hipovolémico (severa pérdida de líquidos en el cuerpo), trastornos metabólicos y grave pérdida de potasio con que ingresó al hospital, según detallaron a la prensa desde ese nosocomio.

Autoridades del Ministerio de Salud Pública, expresaron su angustia por el lamentable deceso del pequeño y enviaron sus condolencias a familiares del niño chaqueño.

María Luisa Torres