Coincidiendo con la temporada de veraneo, donde aumenta la circulación de vehículos para alcanzar los lugares donde piensan vacacionar, vemos a diario la gran cantidad de accidentes que se producen en las rutas argentinas, que nos ponen desgraciadamente en los primeros lugares en cuanto a las pérdidas de vidas que se dan por los mismos.
Nadie podrá discutir que los adelantos técnicos que se dieron en los vehículos automotores han hecho que aumentaran considerablemente su seguridad y velocidad, y que hoy resulta común que se viaje a velocidades por encima de los 100 Km/hs, cosa que antaño era considerado una locura. Lo que no siguió la evolución de los vehículos fueron las rutas del país para transformarse en autopistas y brindar así mayor seguridad, evitando la mayoría de los choques frontales, que son los que normalmente producen la mayor cantidad de víctimas.
Con un gobierno que no quiere escuchar ni ver las necesidades de su gente, y solo se preocupa por aquello que le pueda reportar votos, derrochando una descomunal suma de dinero destinadas a ese fin, en programas como fútbol para todos, automovilismo para todos, programa de TV 678, pauta publicitaria para los medios amigos, etc. en fin, todo pensado con la mezquindad de quien busca el auto elogio y en una suerte de populismo barato, auque este en realidad sea muy caro. Que lo único que pretende es seguir usufructuando una posición de privilegio que da el poder.
Todos esos fondos podrían tener un mejor uso si se destinara a la construcción de carreteras de doble mano (autopistas), que le permitiría al automovilista viajar más descansado y seguro, evitando los sobrepasos que se dan en una ruta común, y que, ya sea por inexperiencia del conductor, o por una mala apreciación de las distancias y velocidades, se convierten en una maniobra de elevado riesgo, que se salvan en las autopistas.
De esta manera se disminuirían notablemente los accidentes y las pérdidas de bienes y de vidas.
Luis Razzolini
luisrazolini@gmail.com