El 6 de octubre de 2012, Tribuna de Periodistas publicaba que seguía cayendo la demanda laboral, sustentando la afirmación, entre otros elementos de análisis, en un informe que por aquel entonces acababa de elaborar el Centro de Investigación en Finanzas dependiente de la Universidad Torcuato Di Tella.
El estudio en cuestión, mostraba el comportamiento decreciente de la curva representativa del Indicador de Demanda Laboral (IDL) basándose en un relevamiento de la sección “Clasificados” y “Agrupados” en diarios locales de circulación masiva, sobre pedidos de personal en los últimos 12 años, comparando el número de pedidos del mes observado con un período considerado base, que en este caso es el año 2000.
Haciendo referencia a elementos específicos del mencionado informe, en aquella oportunidad cabía preguntarse: “¿Podría interpretarse que las categorías de Empleados Administrativos, Empleados Comerciales, Empleados de Servicios y Técnicos que evidencian caídas intermensuales significativas, pueden tener su correlato en el aumento progresivo de trabajo por fuera de lo declarado o que la búsqueda no se estaría realizando mediante avisos clasificados o agrupados, sino por otra vía? ¿Por qué la curva que muestra la DL de profesionales creció? ¿Es que la economía doméstica ha evolucionado de tal modo en los últimos años que requiere mayor especialización y los empresarios están dispuestos a incrementar sus erogaciones en personal altamente especializado? De ser así ¿Cómo se justifica?
Extrapolando el análisis, ¿cabría pensar que las otras categorías laborales antes mencionadas podrían estar siendo absorbidas mayoritariamente por el Estado en forma de contratos temporarios?
En las últimas horas, dos noticias aparecidas en diferentes portales parecen confirmar la teoría.
La primera de ellas fue publicada en el Suplemento Economía de Clarín el pasado 8 de febrero con el título “Cayó la demanda laboral”.
La segunda apareció al día siguiente en el portal de noticias Urgente24 titulado “Ya es insostenible bajar el desempleo aumentando el empleo público”.
En una se desarrolla el mismo razonamiento que se expresó desde TDP hace tres meses, con la variante de que esta vez, con datos actualizados, se hace hincapié en que “la evolución del indicador durante 2012 y el primer mes de 2013 sugiere un impacto negativo sobre el mercado laboral, sobre todo en el empleo, para los próximos meses”, según sugiere el informe de la Universidad Di Tella.
En la otra en cambio, se describen variables asociadas como desempleo, empleo público incremento del gasto público y el impacto de los acuerdos salariales en el déficit fiscal.
Concluyendo entonces, parecería que se está en condiciones de sostener la validación de aquella hipótesis: sigue cayendo la demanda laboral y cada vez es mas difícil equilibrarla con empleo público.
¿Podrá surgir en los próximos días algún informe oficial que demuestre lo contrario?
Nidia Osimani
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