“El Comandante en Jefe llegó a la cita secreta puntualmente. El otro lo esperaba ansioso.
- Lo necesito para una tarea heroica- le reclamó el Comandante.
- ¿De qué se trata?- preguntó el otro.
- Una revolución- aclaró el Comandante.
- ¿Una revolución?- se asombró el otro, que no se creía un revolucionario.
- Sí,
- Pero mire que estoy procesado, Jefe.
- Justamente por eso; no tiene nada que perder- calculó el Comandante.
El otro, el procesado, se detuvo a meditar unos instantes, y después los ojos se le encendieron cuando preguntó:
- ¿Y hay algo para ganar, Jefe?”
(
Siempre tuvo pinta de dandy, aunque nunca lo fue. Lo que sí tuvo, y sigue teniendo, cintura política y muñeca para los negocios, indispensables para casi siempre caer parado, y si no, zafar como el mejor. Como lo hizo hace unos días, sintiendo que la sonrisa le volvía al rostro:“La investigación por la bautizada 'escuela shopping', construida en el barrio porteño de Once durante la gestión de intendente de Carlos Grosso, quedó hoy (martes 5 de abril) en la nada tras 13 años de pesquisa, al ser declarada prescripta por el juez federal Jorge Ballestero. En una decisión que ya fue apelada por
En realidad la maniobra se había concretado en la madrugada del 30 de diciembre de 1990, cuando los entonces ediles del ya disuelto Concejo Deliberante aprobaron por amplia mayoría entregar parte del predio de la escuela para ser explotado comercialmente.
Se trataba del centro de abastecimiento municipal 74, donde estaba emplazado el colegio, a dos cuadras de la estación de trenes de Once. En marzo del año siguiente, al comienzo de las clases, los alumnos encontraron que su escuela se había trasladado al primer piso del predio, con aulas casi sin ventanas, falta de patios y otras irregularidades que fueron denunciadas por los padres.
La planta baja se había usado para levantar locales comerciales, dados en concesión al empresario Salomón Salem, uno de los imputados en la causa ahora cerrada.
Según la pesquisa, el empresario Salem recibió el predio como compensación por un crédito que tenía contra
Entre las últimas medidas conocidas en la pesquisa, el 27 de julio de 2001 el fiscal federal Luis Comparatore reclamó el procesamiento del ex intendente Carlos Grosso y del empresario Salomón Salem por el delito de defraudación a la administración pública,reprimido con penas que van de dos a seis años de prisión.
El 28 de diciembre de ese año,
Por ese entonces la investigación estaba a cargo del magistrado federal y ahora camarista Gabriel Cavallo, después pasó por el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral y finalmente fue cerrada por Ballestero.
Grosso se encuentra aún involucrado en un expediente que permanece en
El prestidigitador de
El licenciado en Letras Carlos Grosso fue el primer intendente de
En el recinto del Concejo Deliberante, un Grosso todavía intendente reconoció un déficit municipal de 186 millones de dólares. La cifra minimizó los 260 que
El licenciado de la sonrisita irónica, se sentó en el edificio que mira a
Después del 14 de mayo, ya electo presidente Menem y asegurada la intendencia Grosso, se lo vio exultante a éste último en el programa de Sofovich. En su andanada de promesas incluía, entre otras cosas, techar la calle Florida, construir un túnel que uniera al Botánico con el Zoológico y
La realidad fue indicando que el manager Grosso fue deteriorando brutalmente aquella imagen televisiva de trasnochado dominguero, trastocándola por otra más doméstica de jefe del clientelismo municipal. Pero el sol que vanamente prometió sólo alcanzó para echar sombras sobre algunos casos como Manliba, la licitación del Zoológico, el caso de los plantines”, señala el libro citado más arriba.
“Me convocaron no por mi prontuario, sino por mi currículum”
El licenciado en letras que, aparentemente, tenía respuestas para todo, también presumía de poseer ropaje intelectual. Así, como se puntualiza en el cable de noticias, fue nombrado por el efímero presidente Rodríguez Saá como Jefe de Asesores. Un rimbombante cargo que, como era de esperar, detonó un cacerolazo que hirió de muerte no sólo a él, sino también al sonriente puntano. Justo fue en la noche del Día de los Inocentes, y el ex mandamás de
Como su fama siempre lo precedió, es dable establecer algunos criterios de análisis para dilucidar el fracaso de una gestión. Es que el ex gerente de SOCMA, de acuerdo con los tiempos posmodernistas, pretendió –como bien asevera el libro- ganar un mercado electoral con la continuación de la política faraónica para
En definitiva, el licenciado en Letras devenido intendente porteño fue fagocitado por un sistema caníbal, que él mismo contribuyó con creces a fomentar. Pero no lo barrió ninguna tragedia de la talla de Cromañón, sino que se auto eyectó del cargo víctima de sus propias contradicciones. Por lo menos, tuvo el tino de renunciar y no como su émulo Aníbal Ibarra (su otrora principal acusador) que a pesar de tener casi 200 muertos en su conciencia, sigue atornillado en su sillón como si nada hubiera sucedido. Qué atropello a la razón.
Fernando Paolella