Es increíble el paralelismo que hay entre los métodos usados por el gobierno de Hitler y el gobierno kirchnerista para atraer a los jóvenes.
Hace unos días se conoció la noticia de un campamento o serie de reuniones que organizo la juventud peronista en Tigre; lo mismo hacían con la juventud hitleriana en los años 40 y sus campamentos, donde reunían a los jóvenes y los adoctrinaban para ser peones fanáticos de Hitler.
No comprendo cómo la gente todavía no nota estas cosas. Es realmente increíble. Lo mismo está haciendo La Cámpor,a entrando en las escuelas y adoctrinando a nuestros niños, eso también se hacía en los años 40 en Alemania. Si esto no es fascismo, díganme qué es.
De los chicos no me sorprende, al igual que en los 40, cuando la juventud venia de un país arruinado como lo fue la Alemania antes de Hitler, donde no tenían esperanzas y la gran mayoría eran jóvenes pobres sin ninguna visión de progreso, esto era lo máximo para ellos.
Al igual que aquellos jóvenes, estos nuevos adoctrinados quieren ser parte de algo "importante", sentir que ya no son uno más si no parte de una "revolución", sin siquiera saber o comprender si lo que están haciendo es correcto para ellos y para su país.
Lo peor y macabro de esta situación, es que los gobiernos totalitarios aprovechan este contexto de vulnerabilidad de la juventud, para usarlos como primera fuerza de choque ante quien piense distinto. ¿Les importa lo que piense su juventud? Claro que no, vacían sus cabezas como una calabaza en halloween, tirando al cesto de basura el sobrante que es, toda posibilidad de pensamiento propio, razonamiento o crítica.
Todo esto teñido de un toque montonero que traducido es armas, bombas y terrorismo, generando con ello el estupor en el resto de la sociedad.
Juan Manuel
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