La Argentina está pasando por una crisis social e institucional como pocas veces se ha visto. Todo está tergiversado y parece que en la medida que los hechos negativos afectan a la sociedad, surge otro que tapa y deja en el olvido —pero no superado— el problema anterior.
Podría decirse que estamos desbordados de problemas y acostumbrados a las crisis, y fuimos adquiriendo cintura para sobrevivir, pero parece que no hemos aprendido de los errores del pasado.
Es necesario recodar algunos hechos de la historia reciente para poder sacar algunas conclusiones.
En los últimos 40 años hemos tenido:
-Dictadura.
-Inflación de más de un digito.
-Inseguridad.
-Corrupción.
-Déficit fiscal.
-Varias devaluaciones.
-Recesión.
Esto por citar algunos de los problemas más importantes, pero no excluye otros.
Volviendo; ¿qué tenemos? Los mismos problemas potenciados con el agravante de que en la actualidad existe mucha más drogas en las calles, incentivos para mantener a los pobres en la misma situación (subsidios), una sociedad dividida y, por último, (que lo más importante para entender el por qué) una clase política que se ve beneficiada con todo lo anterior.
La persecución del opositor es evidente, y se pone en práctica hasta por cadena nacional; la inflación supera largamente el 20%; corrupción a todo nivel estatal; inseguridad en todos lados, pero hablan de sensación; el déficit que ya acumula varios años y si no se toman medidas serias, vamos directamente camino a una devaluación.
Es obvio que no nada se ha aprendido del pasado, volviendo una y otra vez a utilizar recetas que cualquier economista serio las tomaría, mínimo, como absurdas. Son manotazos que se dan solo para que salir del paso, pero que al mismo tiempo profundizan los problemas.
¿Qué programas a largo plazo tiene la Argentina en materia económica, de lucha contra las drogas, o en el ámbito de seguridad e infraestructura? Ninguno, lo único que existe son políticos que han tomado clases de oratoria y actuación para explicar lo inexplicable. Eso sí, todos hablan muy bien, pueden departir horas sin un ayuda memoria, pero esto no sirve de nada si no mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
Somos inmaduros como sociedad, no sabemos aprender de nuestros errores del pasado y les echemos la culpa a los políticos de temas que son nuestra responsabilidad.
Con esta realidad actual, decadente como pocas en el mundo, ya que la Argentina debería ser un país de un alto estándar de vida general por su riqueza en todas las materias, existen dos posibilidades de cara al fututo: la primera es seguir por este camino que está llevándolo a ser un país de mendigos, sometidos al humor de un cada vez mayor poder central y al disciplinamiento que tenga la sociedad con los gobernantes. La segunda sería reconocer que necesitamos cambiar, tomar la responsabilidad de ser una sociedad adulta que se hace cargo de su destino, sin dejarlo en manos de gente que solo quiere perpetuarse en el poder y acumular riquezas recurriendo a la corrupción y al tráfico de influencias.
La memoria es algo que debe ser recuperado. Necesitamos aprender de lo que ya nos pasó para no volver a repetir la historia, y “tener memoria”, significa no darle poder a personas que no están aptas para el cargo, ya sea por falta de honestidad o incapacidad. No sirve pensar “roba, pero hace”. Los actuales gobernantes “hacen” mucho y la mayoría de sus decisiones ejecutivas son contraproducentes a corto o mediano plazo para el país.
Pablo Rodríguez
Seguir a @pablorod1970
aquí podrán ver esta manía argentina por llevar a cargos públicos a personas manifiestamente inútiles: http://www.urgente24.com/212332-la-dificultad-de-los-chicos-de-la-campora-para-articular-palabra No dudo de que este muchacho puede tener muchas capacidades y ser un gran profesional, pero justo está en un área dónde ES INCAPAZ. Un PARLAMENTARIO que NO PUEDE HABLAR. Si tiene vocación política que trabaje pero en un área dónde sea útil, en el PARLAMENTO justamente NO
Los argentinos somos campeones mundiales en culpar a los demas de nuestros problemas. Es nuestra culpa y responsabilidad donde estamos, quien nos gobierna y el pasado. La clase baja es culpable de haber votado a este gobierno, a cambio de limosnas llamadas planes, chapas, bolsas de comida, etc. Claro que la necesidad tiene cara de hereje, y en su caso es muy dificil no entender el cortoplacismo de su pensamiento. Zafar hoy. El futuro no importa. La clase media es culpable de este gobierno que tenemos. Por eleccion, porque muchos, muchisimos de los que hoy se quejan, votaron a CFK. Por el auto, la cuotita, el viaje, por mantener el status quo. Tambien por omision, por no elegir un representante opositor en serio, y salir a aplaudir a Lanata o cualquier otro, pero nunca comprometerse con un candidato serio. Cacerolear para el facebook, una vez o dos por año. Vedetismo de decir "yo fui", pero no hacer nada mas para cambiar la realidad. La clase alta es culpable. Porque nunca hicieron nada mas que tratar de hacerse ricos. No les importa si el pais se hunde. Es mas, les conviene. Los ricos de los 90 se hicieron mas ricos aun con la devaluacion, y las politicas economicas del kirchnerismo. La industria es culpable. Porque a pesar de estar cuasi protegida por el cierre de importaciones y tener casi un monopolio, fabrican productos de cuarta a precios descomunales. Los comerciantes son culpables, porque remarcan los precios "por las dudas" y buscan margenes de ganancia irreales. Sin mencionar los talleres clandestinos, el contrabando, la facturacion en negro, los productos vencidos, etc. La clase sindical es culpable. Porque es corrupta y busca el redito politico, como el gremio de docentes que lo unico que esta buscando en la la Pcia. de Bs. As. es joder a Scioli (Baradel es del partido Nuevo Encuentro, de Sabatella). La culpa es de Clarin, que fue aliado de este gobierno durante años, sacando enormes beneficios como en otras epocas, y ahora se queja de que lo persiguen. La culpa es de los periodistas alcahuetes (algunas por conviccion y otros por sobres). La culpa es de las organizaciones de Derechos Humanos, por hacer politica y tomar partido cuando tendrian que defender los derechos humanos de todos, no hacer casas, tener universidades y radios truchas o despreciar lo que no es de su agrado. La culpa es de la oposicion, porque se pelean a ver quien la tiene mas larga, quien mide mas, cuando tendrian que discutir ideas y dejar su lucha de vanidades. La culpa es de los porteños, que no saben elegir un gobierno como la gente, que son tilingos y superficiales. La culpa es de los provincianos, porque todos los presidentes ladrones son de las provincias. La culpa es de la izquierda, porque se creen el verso progresista de un gobierno ladron, y votan a favor cualquier ley a pesar que saben que el objetivo no es el que pregonan (ley de medios, democratizacion de justicia, etc). La culpa es de la derecha, porque son golpistas, gorilas, proyankis. La culpa es del campo, porque patalearon con las retenciones y tuvieron el apoyo de mucha gente con la 125, pero despues acordaron con el gobierno y se olvidaron. Hasta que los volvieron a joder. La culpa es de D'elia, que odia a los blancos y es aliado de Iran. La culpa es de Chavez, Obama, Castro, el FMI, los grupos economicos, los jueces, la iglesia. La culpa siempre es de los demas. Eso si, yo no tengo la culpa de nada.