Los que crean que el denominado “modelo” es una idea en sí misma de cómo hacer un país, están totalmente equivocados.
En principio, el modelo no es un modelo en sí mismo, si no se entiende al “relato” como motivador y verdadera doctrina del kirchnero-cristinismo del poder. El poder, a su vez, es lo que construye un gobierno, y no al revés, principal error en el que suelen caer los líderes de ideología radical o “progre”.
Así, la construcción simbólica oficialista, genera una dialéctica, un código, una lengua y hasta una “liturgia para la gilada”.
El sofisma es, sencillamente, la lógica kirchnero-cristinista. Quien entienda ello, entenderá los fenómenos que nos curren.
Dicho sofisma se construye así: se empieza por la conclusión a la cual se quiere arribar (falso en cuanto a lo que se quiere políticamente, y justificatoria de lo contrario a lo que se quiere decir) conclusión que se “fundamentará” con un par de premisas que, si bien pueden ser muy en abstracto, solo concluyen en una mentira, y no en verdad, ergo justifica solo el sofisma.
En el marco del sofisma kirchnerista, por ejemplo, se intenta someter a la justicia, por lo cual se construye un sofisma “Democratizar la justicia” a eso lo aderezamos con algunas premisas, y listo el pollo, tratamiento express en comisión, y a votación.
Institucionalidad y estructura económica
El tema de la inviabilidad del monocultivo sojero, con confites de minería y algo de exportaciones a Brasil, termina mal inevitablemente.
La estrategia de sojizar la Argentina, desarticular todas las instituciones al punto de evitar que se produzcan alternativas de poder (no ya de alternancia republicana)aún internas dentro del oficialismo, funciona como un gran ansiolítico social, pero no genera oportunidades, ni salidas.
Del solo deterioro, solamente, se sale con sangre sudor y lágrimas, lo sabemos, pero sería muy bueno que dichos sacrificios no sean en vano: la clase política argentina parece hacer todo lo posible para que no se visualicen alternativas que, al menos, justifiquen los sacrificios necesarios e inevitables.
Los fuertes déficits fiscales y de balance de pagos se soluciona (sin catástrofe real) con ajuste y políticas activas (heterodoxas) que transforme una matriz “relatada” de diversificada y exportadora, en, precisamente, una matriz diversificada y exportadora, pero real.
Lo mismo en el campo de la cultura y la educación social, hemos caído 50 años, a pesar de que entren más dólares, somos más pobres y menos educados. La construcción de un espiral ascendente de derechos, sin sustento económico en muchos casos, ha generado bombas a futuro, que no podrán ser satisfechas, como por ejemplo las jubilaciones “de regalo”, los subsidios de contratos de trabajo antieconómicos e improductivos, la multiplicación del empleo público innecesario. Este es otro tema del que nadie habla, como “desandar” todo este espiral de derechos que no se sustentan en un sistema económico que produce poco, mal e ineficientemente.
Dólar real y dólar “relato”
La idea de esconder (o “relatar”) el dólar paralelo, “blue”, negro, o como lo quieran llamar, a bajo precio, era la política (o propaganda) esperable en un gobierno que crea “relatos” y no realidades.
En los últimos 15 días, se dedicaron a eso, a esconder la realidad y publicitar que el dólar paralelo baja o que existen, o existirán, bonos accesibles a menor precio o más convenientes que la moneda americana, y, que “el ahorro se canalizará” por dichos esquemas: falso.
Infobae, por ejemplo, última adquisición propagandística K, ha emprendido una campaña de relato de la baja del dólar paralelo. C5N cuenta con Navarro, un economista oficialista que hace las veces de “comisario político” del periodístico nocturno, una especie de guardián que asegura la “no-crítica” al gobierno, o una palabra “demás” de la autorizada…
Como los simples mortales no terminamos de entender, no se puede analizar ningún hecho político argentino (en este caso la existencia real de billetes dólares para comprar y su precio) sin ir a la calle, sin ver lo que pasa en la calle, lo que le pasa a las personas.
Vivimos una realidad en la cual ya no podemos creer en los medios de comunicación oficiales, ni en los grandes emporios comerciales, ya que unos operando y los otros operados (como ocurre hoy con La Nación, que teme llevado por la corriente igual que el Grupo Clarín, ingenuamente cree que no será arrastrado (y sí lo será) tira a la basura su prestigio y se suma a repetir lo que las propaladoras oficiales difunden, estos es la cotización falsa del dólar rondando de los $9.
Sin precio
Así las cosas, habiéndonos comido la movida de Moreno, Echegaray y su troupe por 48 hs (el relato de la baja del dólar paralelo) hicimos el esfuerzo de averiguar que estaba pasando, si era cierto, o solo relato.
Como con la lechuza de Nietzsche, que “solo levantaba vuelo en el crepúsculo” (o sea, dándonos cuenta de la realidad luego que esta nos pasa por encima) nos dimos cuenta que el dólar no tiene precio, que en los distintos operadores no se está vendiendo nada, y si se fijan operaciones son de carácter marginal (o de imposible evitación por parte del vendedor” En concreto, el dólar no tiene precio, al menos por unos días, el gobierno no logró bajarlo sino eliminar el mercado.
Pronóstico
En una fuga hacia adelante, medio de conducción de Cristina, lo importante no es solo lo que ocurre, sino, lo que va a ocurrir. Y lo que va a ocurrir es que el dólar (cuyo manejo es pésimo por parte de las autoridades del BCRA) seguirá siendo mal administrado, la crisis monetaria seguirá siendo peor, la fuga de capitales (en la medida que sigan siendo producidos) se incrementará, el público depositará en bancos cada vez con mayores precauciones y las inversiones brillarán por su ausencia o serán hechas en nichos donde se producen rentas extraordinarias (lugar que acaparan las multis que más fugan) incrementando el círculo vicioso de la fuga.
Un ejemplo de la brutalidad del BCRA se denota en las nuevas condiciones que impone a futuro a los bancos, para ampliar sus cajas de seguridad: La finalidad no es otra que evitar la existencia y disponibilidad de cajas, y de esa manera, evitar que muchas personas y empresas las adquiera y retire fondos de los bancos. Hoy por hoy no se consiguen cajas de seguridad en casi ninguna entidad, y menos que menos en la zona céntrica de los bancos porteños.
Todo el desbarajuste económico, cambiario y financiero, sumado a la crisis energética y los absurdos subsidios cruzados actuales (que nos pueden pagar, pero no se reducen) logrará que el agujero fiscal crezca, con las consecuencias del caso.
Y por eso, los que compraron dólares a $10, no los venderán, salvo urgencias.
Por más policías, buchones y controles que se instauren.
Solo queda esperar más degradación del peso, una moneda que aparece como irrescatable, a estas alturas.
José Terenzio