Mientras la presidenta Cristina Fernández visita este 9 de Julio la ciudad de San Miguel de Tucumán para encabezar el acto central de conmemoración del 197 aniversario de la Declaración de la Independencia, otra realidad no quiere ser mostrada en Tucumán, o al menos que esa realidad no se le acerque a la Presidenta.
Es que es padre la de joven asesinada en esa provincia, Paulina Lebbos, Alberto Lebbos, de disponía aprovechar la visita de la mandataria para hacerle un pedido de justicia, sin embargo, una patota de alrededor de 100 personas y la Policía provincial impiden que el hombre se acerque al acto oficial.
Cristina está junto al gobernador anfitrión, José Alperovich, previo a que pronuncie su discurso que será transmitido por cadena nacional. Juntos, luego, visitarán el nuevo Hotel Sheraton de la capital tucumana, el último de cinco estrellas que se levantó en la ciudad, localizado frente al Parque 9 de Julio.
Mientras tanto, Alberto Lebbos marcha en la Plaza Independencia intentando contarle su situación a Cristina.
Hace siete años atrás, Alberto Lebbos se desempeñaba como Subsecretario de la Juventud del gobierno de Alperovich, pero su carrera en la función pública tuvo su final cuando el cuerpo de su hija Paulina, de 23 años, apareció desfigurado y carcomido por alimañas al costado de la ruta 341, a 30 kilómetros de San Miguel de Tucumán.
Desde ese momento encabeza una búsqueda enardecida para dar con los asesinos de su hija, pese al gran encubrimiento policial y judicial que caracteriza la investigación.
El 26 de febrero de 2006, Paulina Lebbos se subió a un remise y 11 días después, su cuerpo fue encontrado al norte de la provincia.
A más de 400 marchas silenciosas alrededor de la Plaza, su padre señala a Alperovich como el principal responsable de que no se haya hecho justicia. Es que el hijo del gobernador de Tucumán, Gabriel Alperovich, está acusado de haber asesinado a Paulina y las coincidencias con el caso María Soledad Morales son demasiadas como para permitir que haga tambalear la provincia.
Alberto tiene todo en contra, Susana Trimarco, hoy cercana al gobierno provincial y nacional, le quitó todo apoyo posible e intenta, solo, aunque sea un gesto de la Presidenta, de ese, por ejemplo, que suele tener con Trimarco. Pero hasta ahora, según parece, no ha sido así.