Con el intento de limitar las adecuaciones de los salarios a la inflación promedio que se espera para el resto del año, (variable de ajuste) el gobierno intenta seguir profundizando el modelo, que consiste en quitarles a unos para darles a otros.
En el fondo es el principio comunista de nivelar hacia abajo. Pero todos los intentos de ese tipo de demagogia, se estrellan contra la voluntad de quienes trabajan y aportan a las arcas del estado, que terminan comprendiendo que las exacciones del estado, en nuestro caso además del robo, son para darles a los que no trabajan, dentro de los cuales hay un número importante, de los que no quieren hacerlo. Es el momento, en el cual los ciudadanos, comienzan a considerar una serie de soluciones, que pasan por eludir los impuestos, no pagarlos, irse del país, y definitivamente bajar la eficiencia productiva. En la experiencia de los países que abrazaron el comunismo, con excepción de Cuba, terminaron virando hacia el capitalismo, que premia el esfuerzo de quienes producen, y atienden con eficiencia a las necesidades del mercado.
Este gobierno, carece del factor más importante que permite la evolución económica, y es la confianza del pueblo hacia la autoridad económica. Si el gobierno no convoca a los partidos políticos y sindicatos, y se compromete a no emitir, reducir drásticamente los subsidios indiscriminados sobre los servicios, incluyendo el transporte aéreo y terrestre y el futbol para todos, admitiendo la creación de un comité de contralor, elegido por los mismos convocados, y presenta un plan integral de medidas económicas, desde aquí a Diciembre de 2015, seguiremos sufriendo una continua disminución del poder adquisitivo de la moneda, con todo lo que ello implica. Por otra parte, las huelgas se sucederán, ante la falta de homologación de convenios más realistas, perjudicando la producción y los servicios, lo que aumentará el caos, y la violencia que puede emerger en cualquier momento, proveniente especialmente de aquellos sectores que viven de la beneficencia del gobierno, que carece de medios reales para seguir pagando esos beneficios. Beneficios, injustos en su misma base, ya que hay gente a los que nos les conviene trabajar, por cuanto el desorden en que fueron concedidos, ha creado esas situaciones, a las que muchos adhieren con ardor, por razones obvias. Los dirigentes y punteros políticos, porque en la intermediación se quedan con una buena tajada, los beneficiarios porque se ha llegado a cebarlos en la holganza, premiándose la paternidad irresponsable, y otras lacras disfrazadas que encubren el asistencialismo a ultranza, todo a cambio de la militancia.
El gobierno se encuentra en una enmarañada situación, de la cual es responsable absoluto, y aún cuando resolviera bajarse de la soberbia, y al igual que con el FMI, accediera a reunirse con las otras fuerzas y permitirles su contralor, la violencia acecha y sería muy difícil de controlar.
Hay otro tema caliente, que si bien puede ser un provocador globo de ensayo, también una cortina bien diseñada para distraer a la opinión pública, y restarle fuerza en el tema de la inflación. Sin querer hacer público un borrador de un nuevo código penal, pero logrando la filtración, se han conocido algunos tramos del mismo, que desataron de inmediato la indignación del ciudadano de a pie. A eso se agregó la urticante afirmación de un legislador radical, quien se atribuye y en su función a todos los legisladores y eruditos, como los únicos posibles autorizados, a establecer penas y cambios en el mencionado código, que casualmente disminuyen las penas, y hasta dejan sin efecto, el peso de la reincidencia en la duración de una futura condena, con el argumento, que el delito anterior ya fue castigado. La reincidencia de los delincuentes, no es otra cosa, que la demostración del fracaso del sistema de reinsertar al hombre en la sociedad, para lo cual debe estar arrepentido de su accionar, y estar dispuesto a no volver a delinquir. Por lo tanto, cuando reincide, nos está diciendo, que no le importa la sociedad, que no quiere vivir legalmente dentro de ella, y que está dispuesto a seguir cometiendo delitos. Así mismo, la reducción de penas, a delitos a mano armada, (incluye la violación)? le otorga a los delincuentes patente de corso, ya que como las penas arrancan en los tres años, y por lo tanto son excarcelables, puede ocurrir que los ladrones, entren y salgan permanentemente de la cárcel y vuelvan a delinquir, y como queda dicho más arriba, si no se agravan las penas por la reincidencia, el porvenir del pueblo será enrejarse más, y armarse como en el far west, para defenderse por ausencia del estado.
Lo más grave de todo ello, fue la confirmación en palabras del Dr. Gil Lavedra, que no corresponde el anuncio de Massa, quien dijo que reunirá firmas para oponerse a ese proyecto, por considerarlo un oportunismo político demagógico. Me pregunto si el mencionado Dr. Ignora, que los legisladores son representantes del pueblo que es su mandante, y por lo tanto deben estar al tanto de sus deseos, por la sencilla razón de ser sus mandatarios. Dr. Gil Lavedra, la verdadera democracia, es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y si este pide que se condene con mayor rigor a un delincuente por su reincidencia y peligrosidad, Ud. deberá cumplir con el mandato, o renunciar dignamente. Desde el presidente para abajo, todos los funcionarios son empleados del estado, y es el pueblo quien debe ser servido, no Ud.(s) que confunden el verdadero sentido de democracia, lo que también es un acto de soberbia.
Braulio Quevedo
DNI 4871150