Los centros preventivos que el cura Molina impulsa desde Sedronar están destinados al fracaso por varias razones, como primera medida estarán manejados por los jóvenes de La Cámpora y en segundo lugar se aplicará la metodología de Reducción de Daño.
La metodología de Reducción de Daño hizo sentir su total fracaso en Rosario, Santa Fe, donde viene desarrollando su actividad desde 2001.
Esta técnica enseña a los adictos como consumir con menos daño sin sacarlos de la adicción, lo que ha provocado que, la ciudad que Belgrano eligiera para izar por primera vez nuestra bandera, se haya inundado de consumidores de drogas; eso trajo la apertura de mayor cantidad de bocas de expendio y el control de estos espacios a sangre y fuego por parte de delincuentes avocados a la narcocriminalidad.
Tan desastrosa ha sido esta metodología que Noruega los retiró de los programas asistenciales, describiéndolos como facilitadores del consumo de drogas. La presidente de Eurad (Europa Contra las Drogas) Grayne Kenny, refiere a quienes son abordados por los grupos de Reducción de Daño como jóvenes que pululan por un campo minado con los ojos vendados.
Debo aclarar que es lo que significa prevención para los grupos de Reducción de Daño. Ellos esconden tras esta denominación, prevenir los daños que puede causar el consumo de drogas, aminorando el impacto de las sustancias sobre el físico del usuario. La prevención como el ciudadano común la entiende, no es parte de la metodología de este movimiento.
Los argentinos no aprendemos de nuestros errores, que estos espacios creados por Sedronar estén manejados por La Cámpora me eximen de cualquier comentario, mientras tanto miremos a Rosario; pronto veremos a toda la República sumida en idéntico caos.
Claudio Izaguirre
Presidente Asociación Antidrogas de la República Argentina