Uno de los espejismos más subyugantes, fue sin duda la creencia del hombre en su razón. Lo irracional pertenece al mundo de la locura y el filósofo Hegel manifestó cierta vez: “Todo lo racional es real y todo lo real es racional”.
Todo lo que entra en la justa razón, es aceptable, mas todo aquello que la contradice debe ser rechazado como realidad por ser absurdo.
Sin embargo, este culto a la razón no es más que otra creencia del hombre en sí mismo.
Sócrates, quien según Platón pretendía hacer “parir” el conocimiento de la verdad directamente de las mentes de sus discípulos, jamás podía estar acertado. El método de la mayéutica socrática, no hizo más que alejar de la verdad a los pensadores, cada uno de los cuales llegó a creer poseer la verdad cuando en realidad, lo único que poseyó fue “su verdad”, una entre tantas que podríamos denominar con mayor propiedad seudoverdades. De aquí a las pseudociencias, ya hay un solo paso. ¡Cuidado con ellas porque pueden engañar a nuestros jóvenes!
Hoy en día, a la luz de la física cuántica y la astronomía, ¿es posible fiarse de la razón como guía autónoma del hombre en todos los campos en los que es posible una indagación o una investigación?
¿Es racional, por ejemplo que la masa de un electrón se halle repartida en todo su orbital y que se encuentre al mismo tiempo en varios lugares a la vez? ¿Es racional que la pregunta de cómo es en realidad un átomo, carezca hoy de sentido y menos de respuesta? ¿Es realidad que los aceleradores de partículas nos revelen un mundo de antipartículas, de cuyo choque surge la aniquilación de ambas? ¿Cabe en la razón que el universo sea curvo y finito y que un astronauta que saliera en una nave espacial desde la Tierra en línea recta hacia el espacio, regresaría al punto de partidla al cabo de un tiempo sin desviar su nave de su rumbo “rectilíneo”? ¿Es racional que la masa de un objeto en movimiento acelerado aumente desmesuradamente cerca de la velocidad de la luz y que un objeto como un bastón, por ejemplo, se acorte en las mismas circunstancias? ¿Es racional la relatividad? ¿Lo es la acción de un agujero negro del espacio exterior que atrae con tal violencia a la materia circundante, que la hace prácticamente desaparecer?
La razón es, efectivamente, una guía para el hombre en el mundo, pero jamás lo racional puede ser símbolo de lo real, porque lo real es irracional. La locura nos rodea no sólo en forma de mundo circundante, sino en forma de irracional Anticosmos hasta el infinito. Es el hombre quien con su particular forma de ordenar el mundo, esto es racionalizarlo escapa de la enervante sinrazón y logra así sobrevivir, de lo contrario formaría parte de la vorágine de la locura exterior que al final lo aniquilaría.
Ahora será oportuno formular una pregunta “en mi contra”: Si el razonamiento no nos sirve para comprender el Todo, si el Macrouniverso por mí concebido es irracional, ¿de dónde podría venir la legitimidad de todos mis argumentos sobre las manifestaciones de la esencia del universo (un título de uno de mis libros), esto es el mundo, la vida y el hombre? Si mi propio raciocinio es inaplicable al irracional entorno, ¿por qué refuto a aquellos matemáticos que inventan hipótesis descabelladas? ¿Qué fundamento poseo entonces para expresar mis hipótesis acerca del universo, la vida y el hombre? ¿Cómo es que me he atrevido a rebatir muchos conceptos dados por sentados, no obstante que mi raciocinio es relativo, insuficiente?
La respuesta es que, ¡no estoy sólo!
El sólo razonamiento es claro que no sirve, la matemática sola tampoco. ¡Es necesario complementarlos! ¿De qué modo y con qué? con la ciencia experimental, único método posible de obtener una visión del mundo aproximada a la realidad, lejos, muy lejos de toda pseudociencia.
Ladislao Vadas