Sobre la base del DNU inconstitucional que creó el Ministerio de Cultura, el Decreto 833/2014 creó, entre otros organismos, la Secretaría de Políticas Socioculturales que tiene entre sus objetivos: “Asistir a la Ministra de Cultura en lo concerniente a elaborar políticas culturales destinadas a la juventud, a partir del reconocimiento de sus problemáticas y necesidades específicas, con el objetivo de construir ciudadanía e incentivar la percepción colectiva de la identidad y el ser nacional.”
Allá por marzo del 76´, en el“Acta Fijando el Propósito y los Objetivos Básicos para el Proceso de Reorganización Nacional”el gobierno de facto destacó los “valores y aspiraciones culturales del ser argentino”. Por su parte, en la Proclama del 24 de marzo de 1976, los militares golpistas proponían la “total recuperación del ser nacional.”.
Esta particular coincidencia de objetivos ideológicos entre el kirchnerismo y el Proceso, da cuenta de una visión cerrada y autoritaria del fenómeno cultural por parte del Ministerio a cargo de Teresa Parodi, perfectamente a tono con las políticas que en las diferentes áreas lleva adelante el gobierno nacional y en línea con la adhesión al “proyecto nacional” manifestada por el organizador de eventos castrenses, César Milani.
Todo lo dicho se ve agravado si tenemos en cuenta que, mediante el Decreto 836/2014 se designó en el cargo de Secretario de Políticas Socioculturales a Franco Vitali. Dicho funcionario ya había formado parte de actividades proselitistas del Estado en escuelas secundarias, primarias y jardines de infantes,mientras estuvo al frente de la Secretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia.
En resumen, además de la coordinación estratégica del pensamiento nacional que realizará Forster, el camporista Franco Vitali, desde el mismo Ministerio, enseñará a los jóvenes a percibir colectivamente el“ser nacional” y nuestra identidad. Pretensiones, ambas, que nos hacen recordar a Benito Mussolini cuando decía: “El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo. Todo en el Estado, nada contra elEstado, nada fuera del Estado” (¿Ni siquiera las ideas?).
José Lucas Magioncalda
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