La represión tras los destrozos por la final fallida del domingo 13 arrojó más de cien detenidos, según el Ministerio de Seguridad. Y la lista no fue algo caprichoso; la integraban una mezcla de lúmpenes alcoholizados y barrabravas pertenecientes a las terceras líneas de hinchadas como las de Boca, River e Independiente. Un tercio de los cien detenidos ya tenía antecedentes penales.
Las teorías del Gobierno al respecto fueron rápidas: el secretario de Seguridad Sergio Berni habló de un hecho planificado, deslizó manos negras políticas haciendo lío, algo que su entorno en el Ministerio luego desmintió. Pero, al fin y al cabo, en la última noche del Mundial, un nuevo sujeto social empobrecido fue el que tiró las piedras a las vidrieras en el microcentro.
De repente, quién es el nuevo marginal en la Argentina del 2014 y qué lo define se vuelve un poco más claro.
Los números no ayudan
El jueves 17 por la tarde, el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) lanzó sus cifras sobre la pobreza para el año 2013 en el país. Son lapidarias, en cierto punto. Cuatro de cada 10 hogares consideraban insuficientes sus ingresos, apenas 1 de cada 10 reconoció capacidad de ahorro. En los sectores bajos, 44 por ciento de los hogares no reconoce presencia ni protección policial regular en su barrio. E integrarse al sistema de seguridad social, a pesar de los esfuerzos del Gobierno, todavía parece algo lejano: 7 de cada 10 trabajadores no hacen aportes. Agustín Salvia, sociólogo y coordinador del Observatorio, admite un porcentaje global de pobreza “entre 25,5 y 27,6 por ciento, dependiendo del valor de la canasta que se utilice en una familia tipo”. El sociólogo afirma que la inflación marca el aumento de la pobreza, así como el estancamiento del empleo, pero que para medirla “los ingresos no son el mejor indicador; es un problema multidimensional”.
El kirchnerismo define la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la multiplicidad de planes como uno de sus mayores logros. El estudio de la UCA los refleja: 2 de cada 10 hogares consultados admiten recibir algún plan. Pero en los barrios, la AUH ya no resuelve todo. La demanda por estructuras paralelas al Estado –incluso de movimientos opositores– que paren la olla está en crecimiento. La organización Barrios de Pie, parte de Libres del Sur, organiza merenderos y comedores en todo el país. Victoria Donda, referente de Libres del Sur, afirma: “Se pide más presencia, abrir más comedores. La Asignación no generó el impacto que podría haber generado porque se la come la inflación. Desafío a cualquier funcionario a que me diga cómo mantener a un chico con 600 pesos por mes”.
María Fernanda Berti es maestra de escuela desde el 2007 en una zona carenciada en Ingeniero Budge. Junto al sociólogo Javier Auyero, Berti escribió tras casi cuatro años de campo “La Violencia en los Márgenes”, un libro importante para entender la problemática actual en los barrios. En Budge, la AUH tampoco alcanza: “Alcanzaba hace dos años para subsistir”, admite Berti, “pero una madre con tres hijos ya no puede vivir del plan”.
El libro de Berti es, por lo menos, rico en impresiones: “Al hacer el trabajo etnográfico, en cada familia me encontraba un familiar preso. La cárcel pasó a ser una institución de la vida cotidiana. Una madre del colegio se pasó cinco años presa. Cuando salió, pidió en la escuela si se podía llevar lo que sobraba de comida. Ya no tenía ningún hijo en clase”.
¿Hay un Estado ausente? Berti afirma: “No. Pero lo que hay es un Estado contradictorio. Todos en el barrio saben dónde están los 'transas' de droga, ¿pero para qué lo van a denunciar? Todos saben de la complicidad policial”. Y tras la escuela primaria como última línea de defensa social, el “ni-ni”, el chico que no estudia ni trabaja, entre clichés de vino con pastillas, de porro y ropa deportiva, se convierte en los barrios en presa fácil para dos estructuras: los narcos en las villas y las barras futboleras.
Juntar la carne de cañón
La barra brava de Independiente, hoy liderada por Pablo “Bebote” Álvarez, es un caso paradigmático. Sus “guachines”, chicos casi menores de edad en la base de su estructura, son una imagen repetida en la cancha. En su entrevista en Revista Noticias, Álvarez hasta habló de “reinsertarlos”, de convertirlos en “acomodadores en la tribuna”, de rehabilitarlos con trabajo social.
Florencia Arietto, ex jefa de seguridad del club, admite: “Mi plan no era solo perseguir a los violentos, sino también hacer el trabajo de base en las villas para evitar el reclutamiento”. Álvarez, por ejemplo, entró a la barra a sus 13; ya como jefe reclutó a sus soldados en zonas marginales como Plátanos. “Loquillo”, su rival histórico, en la Villa 21 o en Florencio Varela. “Es 'colgá la bandera, pegale a ese, robale a ese'. Les da status en el barrio. El grandote que comanda no comete violencia. Son los pibes los que están en una batalla campal para ver quién es el más capo y así ascender. Cuando el chico deja la escuela, cuando para en la esquina, ahí se sabe que es cooptable”, afirma Arietto.
Los “soldaditos” del narcotráfico villero se convirtieron en una figurita repetida en los últimos tiempos. Para Mónica Cuñarro, una de las mayores fiscales antidrogas del país, la lógica es la misma: “Estos chicos no se encuentran protegidos por el Estado ni por parte de la policía. Si te pasa algo como víctima, ¿a quién lo vas a denunciar? ¿Cuál es tu lugar de acceso a la Justicia? Entonces, el lugar de pertenencia que encuentran son estos grupos”.
Federico Fahsbender
Revista Noticias
¿La AUH ya no resuelve todo, como dice el autor?. Diría que nunca resolvió nada, tan sólo maquilló la pobreza por un tiempo breve. 11 años de kirchnerismo no han resuelto la crisis estructural, los bolsones de pobreza y marginalidad han ido en aumento. Las causas sabemos son: inflación que devora cualquier aumento de sueldo, sumado al narcotráfico, corrupción, falta de educación y las pocas probabilidades de que estas personas obtengan algún trabajo. Sumado a una inmigración descontrolada, absorbemos la pobreza de países vecinos. Inmigrantes que llegan sin trabajo ni educación, incrementan la población de las villas. Hay que darles servicios de salud y educación (como corresponde), solventar sus gastos de luz y demás servicios. Pobres personas desesperadas que en la mayoría de los casos son explotados por delincuentes locales. Quien hoy es marginal no tiene posibilidades de una vida mejor, sin una educación sólida nadie les dará trabajo. Quien tiene posibilidades de dar trabajo no lo hace por los altos costos laborales. Desgraciadamente ni este gobierno ni los candidatos a la vista tienen idea de como solucionar la gravedad del tema.
Estimada Adri de Mardel, entienda que estos adolescentes y futuros delincuentes en su mayoría son nacidos aquí... O usted ha visto a algún boliviano robando? No señora, los va a ver cultivando y vendiendo sus productos agrícolas. No echemos culpas afuera, el problema es de nuestra sociedad. Saludos cordiales.
Walter: no culpé a los inmigrantes, los sumé a un problema social sin control. Me refería a la pobreza y no al delito. Pero: ¿En la villa 1-11-14 quienes viven, delinquen y trafican?: peruanos y paraguayos. Seguramente hay gente honrada allí viviendo, pero ni la policía se atreve a entrar. ¿Los pungas detenidos a diario en los subtes de que nacionalidad son en su mayoría?: chilenos, peruanos, y también argentinos. ¿Quienes son, en su mayoría, los rompepuertas, saqueadores de departamentos?: colombianos, que ingresan sin antecedentes, previamente "limpios" por el gobierno colombiano. Está lleno de argentinos ladrones, incluso quienes nos gobiernan, pero no seamos hipócritas, la mayoría está harta de hacerse cargo de la pobreza de inmigrantes. Yo desciendo de inmigrantes, que no vinieron a robar, ni a usurpar casas, ni engancharse en la luz, ni vivir en villas.
Este es un problema complejo que tiene muchos ingredientes yt pocos o casi ningún anticuerpo, por lo menos mientras este el peronismo populista en el gobierno. Y creo que la situación economica sin dejar de ser importante no lo es como la corrupción que no permite sentar ejemplos de conducta. Si los delitos comienzan desde arriba, si esos delitos gozan de impunidad, si todo se trata de ocultar con un relato al que se le cayo el antifas hace mucho, es logico que en la situación economica en que se encuentra buena parte de la sociedad la ley del “todo vale” es la única vigente. Si para contener a estos jovenes se les otorga un subsidio pero sin contraprestación de servicios y solo con fines electorales como el resto de los subsidios y planes, es logico que se convierta en otro gasto inutil mas. Esto es el resultado de años de desquicio, de corrupción, de relato inaugurado con la justicia social hoy modelo nacional y popular, que destruyo el entramado social, la justicia a la que nadie teme, a la soberbia que da el poder ejercido discrecionalmente con total desfachatez frente a todos los argentinos. Jamas hubo proyectos economicos, educativos o de salud, tampoco creadores de infraestructuras que facilitaran la inversión generadora de riqueza. El peronismo en su corrupta ambición pudrió todo y este es el resultado que lamentablemente pienso que cada día que pase se agravará