Luego de la revelación del fin de semana de diario La Nación respecto de facturas apócrifas utilizadas por Lázaro Báez a través de su firma Austral Construcciones para evadir impuestos sistemáticamente, el titular de la AFIP salió a intentar explicar la situación.
Ricardo Echegaray, afirmó que "la presidenta de la Nación no es socia del empresario Lázaro Baez", durante una conferencia de prensa en la cual se refirió a la emisión facturas apócrifas.
En sentido similar, el funcionario afirmó que este tipo de facturas "nacen de necesidades del sector privado, son usufructuadas por el sector privado y terminan en el sector privado".
Finalmente, Echegaray señaló que "a este sistema algunos lo utilizan para ajustar Ganancias", recordó que "la evasión por facturas apócrifas es un tipo penal agravado", al tiempo que anunció que existen "unas 750 causas penales por facturas apócrifas".
Según La Nación, algunas de las empresas que emitieron facturas truchas son propiedad de la familia Ficcadenti, dueña de las sociedades anónimas Calvento, Grupo Penta y Cía., y Terrafari. El matutino afirma que estas compañías facturaron a Lázaro Báez al menos $50 millones.
Otra empresa, Constructora Patagónica Argentina SA, de la familia Ferreyra, sería la encargada de haber facturado servicios que jamás prestó o de inflar los costos de sus prestaciones. Sólo en 2009, esta compañía le facturó $13 millones a Austral Construcciones, de acuerdo a lo que consta en el libro IVA Compras de la firma de Báez al que tuvo acceso el matutino.