La denominada “ruta del dinero K” parece que seguirá deparando sorpresas. Es que, el valijero Federico Elaskar aseguró al periodista Nicolás Winazki que su financiera había trabajado para el hijo de la presidenta Cristina Kirchner.
“Tengo papeles de Máximo”, soltó de manera no inocente en el último encuentro de una larga serie de reuniones que mantuvo con ese colega el pasado 16 de abril de 2013 en el departamento 3 A del cuarto piso de la torre ubicada en Juana Manso 590, Puerto Madero.
Ello está justo enfrente de ese complejo están las oficinas de SGI, la financiera de Elaskar que terminó en manos del grupo empresario de Lázaro Báez, el socio de los Kirchner.
La frase de Elaskar, publicada hoy por Clarín, no deja lugar a dudas: “Sí, tengo papeles de Máximo Kirchner, ya te dije, pero no me pidas más detalles”. El valijero incluso fue más allá: “No puedo darte los papeles de Máximo ahora. Están guardados en una baulera lejos de acá”.
Debe recordarse que en abril de ese mismo año, Periodismo Para Todos pasó al aire la confesión del financista: detalló la operatoria que usó desde SGI para sacar del país de modo ilegal alrededor de 55 millones de euros que pertenecían a la familia Báez. Tres días después, ya con una causa judicial en trámite en la que estaba imputado por lavado de dinero, Elaskar intentó desmentirse a sí mismo. Era tarde. Hoy está procesado.