Luego de que ayer se conociera la muerte del nene qom de 7 años en el Chaco, tras sufrir un cuadro de desnutrición y tuberculosis, Jorge Capitanich, sostuvo que, si bien "produce consternación", se trató de "un caso aislado".
Para el jefe de Gabinete esto "no invalida todo lo que se ha hecho" en materia de inversiones que se hizo en esa provincia norteña.
“Nadie puede poner en duda la reducción drástica de la desnutrición infantil, en virtud en todo lo invertido”, remarcó Capitanich en su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada.
Es bueno recordar que el pasado 4 de febrero de 2014, Cristina Kirchner había dicho: "Yo no creo que haya algún argentino que se muera de hambre".
La fue pronunciada por Cadena Nacional en un acto desde la Casa de Gobierno y la usó la presidenta para retar al líder de la CGT oficialista, Antonio Caló, por reclamar mejores condiciones salariales para los trabajadores.
¿Qué dirá ahora la jefa de Estado si es que se anima a decir algo al respecto? Es la gran duda, aunque hay otra más importante: ¿Cómo es posible que se muera alguien de hambre en un país que puede alimentar a 400 millones de personas?