El caso de Néstor Femenía, el niño aborigen que murió por una tuberculosis, sigue aún conmocionando a la ciudadanía.
Sin embargo, no fue un “caso aislado”, como dice el gobierno: Carlos Cáceres falleció el 2 de enero en el Hospital de Fontana por tuberculosis. Ese mismo día cumplía 16 años.
Sus padres, Carlos Ramón Cáceres y Viviana Gauna, denunciaron que en el centro de salud del barrio toba y en el mismo hospital, no le brindaron la ayuda necesaria para combatir con la enfermedad, de acuerdo a lo publicado por el portal chaqueño Diario 21.
"Primero lo llevé a la sala del barrio toba y me dicen que él no tenía nada y de ahí yo lo llevo al hospital de Fontana y de allí me madaron a hacer análisis y placas y me volvieron a decir que no tenía nada. Hasta el 31 de diciembre que pasé año nuevo en el pasillo del hospital con tres sueros", detalló Viviana Gauna, madre del niño fallecido.
Con respecto a los medicamentos que el mismo Hospital le brindaba y los cuáles el pequeño estaba consumiendo, aparentemente no habrían sido los adecuados para el tratamiento de la tuberculosis.
"A mi hijo le daban dos medicamentos y lo mandaban a la casa. Estaba tomando amoxicilina y Bisolvon" comentaba Viviana Gauna.
El pasado 2 de enero, luego de la muerte de Carlos Cáceres, los padres se enteraron de que el niño habría fallecido por una tuberculosis. "Nosotros nos enteramos que tenía TBC (tubersulosis) por el acta de defunción, y ellos sin embargo me decían que no tenía nada", recalcó la madre.
La familia Cáceres pertenece a la comunidad aborigen, sostienen que por esa condición, son apartados de la sociedad, creando diferencias entre la misma. "Somos discriminados porque somos aborígenes nosotros, como si fuera que no somos seres humanos. Cuando falleció nos enteramos de lo que tenía él. No quiero que pase otra familia lo mismo que pasamos nosotros, queremos que haya un poco más de atención para los aborígenes" concretó el padre del niño, Carlos Ramón Cáceres.