La multitudinaria marcha del #18F por el caso Nisman y la sucesión de fallos contrarios al Gobierno de los últimos días impidieron al oficialismo salir del corral informativo en el que está sumido desde la denuncia y posterior muerte del fiscal encargado de investigar el atentado a la AMIA.
El dominó de resoluciones judiciales incluyó la imputación de la Presidenta por encubrimiento de los acusados de volar la AMIA; la ratificación del procesamiento de Amado Boudou en el caso Ciccone; la confirmación de Claudio Bonadío como juez en la causa Hotesur, que involucra a la familia presidencial; y la detención de Alejandro Vandenbroele, presunto testaferro del Vicepresidente.
El Gobierno habló de una embestida urdida a partir de un complot corporativo-judicial. "El 18F fue el bautismo de fuego del partido judicial", reprochó Cristina Kirchner.
En respuesta, el oficialismo prepara una movilización el próximo domingo 1 de marzo, día en el que la Presidenta abrirá el año legislativo con su discurso ante la Asamblea Legislativa.
Es posible que la jefa de Estado guarde algún anuncio importante -se esperan novedades sobre el impuesto a las Ganancias en el inicio de las paritarias- pero la agenda mediática tiene un claro tinte opositor y todo indica que así seguirá con el avance de las distintas causas en tribunales.
Encuestas y tendencias
La situación en Venezuela, con el encarcelamiento de líderes opositores, enmarca la tensión nacional por la estrechez del vínculo del Gobierno con el chavismo.
En ese contexto, el caso Nisman incluyó un nuevo ítem en la agenda de demandas del electorado argentino: el del respeto a las instituciones y la lucha contra la corrupción.
Es cierto que ese reclamo seguramente estará detrás de las clásicas prioridades de los votantes por una mayor seguridad y una mejor economía familiar, pero formará parte de los ejes discursivos de la campaña.
En el oficialismo están al tanto del nuevo escenario. Daniel Scioli habló el día posterior al 18F y tomó distancia del discurso combativo del Gobierno.
Uno de sus colaboradores, el presidente del Grupo Banco Provincia y precandidato a gobernador, Santiago Montoya, salió a decir que Scioli es el único peronista que puede garantizar "la unidad nacional y el respeto por las instituciones".
Distintos encuestadores vienen coincidiendo que los coletazos del caso Nisman redujeron las posibilidades del oficialismo de obtener un triunfo en primera vuelta.
Scioli logró la temporada de verano que esperaba, con espectáculos, presencias estelares y saturación policial, todo en clave naranja, pero la agenda antikirchnerista lo limitó.
En contrapartida, Mauricio Macri es quien parece haber sacado la mejor tajada dentro de la oposición, porque precisamente es el que siempre estuvo más lejos del kirchnerismo. Un sondeo de consumo interno de la consultora Isonomía lo ubicó por primera vez junto a Scioli en las preferencias del electorado.
Carlos Fara, de Fara & Asociados, en cambio, mantuvo su perspectiva de que Sergio Massa lidera las encuestas con tres puntos de ventaja sobre Scioli y Macri.
"Cualquier encuesta de ahora no es confiable. Hay que esperar que baje la espuma pero la tendencia sigue siendo de crecimiento para nosotros", indicó un encumbrado hombre del PRO.
Macri acaba de anotarse un buen poroto electoral con la incorporación al PRO de Carlos Reutemann, quien previamente se había mostrado junto a Massa. Después de haber acordado una primaria presidencial con Elisa Carrió, "Lole" se suma para aportarle buena imagen ante el sector agropecuario y no se descarta que finalmente sea su compañero de fórmula.
Reutemann y Macri tienen una relación personal cercana y se reunieron varias veces en las últimas semanas hasta que el jueves pasado sellaron el entendimiento en las oficinas de Macri de Balcarce al 400 y se sacaron una foto juntos.
En el trabajo previo fue clave la gestión de Alejandra Vucasovich, reutemannista histórica y hoy diputada de Unión PRO Federal, la alianza que postula con buenas posibilidades a Miguel del Sel como candidato a gobernador de Santa Fe.
El punto débil macrista sigue siendo Buenos Aires. En el principal distrito electoral su apuesta más fuerte es la vicejefa de Gobierno María Eugenia Vidal. Fuentes partidarias contaron que el intendente de San Isidro y precandidato massista Gustavo Posse se acercó al PRO pero en principio no acepta ir a una interna con Vidal para dirimir la candidatura a gobernador.
Massa, por su lado, trabaja para sellar un acuerdo nacional con Proyecto Sur de Fernando Pino Solanas, lo cual podría llevar al senador como candidato a jefe de Gobierno porteño.
"La amistad con Pino nació cuando le robaron a Massa. Pino lo llamó y le dijo que para él había sectores de la Side involucrados. “Lo de la ciudad puede ser un correlato pero siempre con un acuerdo nacional previo y de esto último es de lo que están conversando", señaló un colaborador de Massa.
Massa y Macri siguen pulseando por las alianzas con los radicales en todo el país. El de Tigre acaba de formalizar su respaldo a la fórmula netamente radical Alfredo Cornejo-Laura Montero para la Gobernación de Mendoza, que ya tiene un vínculo más orgánico y afiatado con Macri.
Un sector del empresariado busca que ambos terminen confluyendo en una gran interna opositora junto con el radicalismo. Esa alternativa también propone el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, pero Macri la rechaza.
El jefe de Gobierno espera que los radicales definan su estrategia en la Convención Nacional del 14 de marzo para habilitar lo que definieron en el macrismo como un "mercado de pases" que, según la tendencia actual, podría beneficiarlos.No se trató solo de un homenaje al fiscal Alberto Nisman (NA).