Antonio Stiuso tiene alguna carta fuerte en la manga, no solo complicar en el entuerto que lo investiga a dos hombres del riñón de Néstor Kirchner, sino revelar los vínculos de Sonia Fosnasero con Elisa Carrió.
¿De qué se trata? Fosnasero fue asistente de Carrió en el Congreso hasta que la captó Cristina Kirchner, pero según algunos agentes siguió frecuentando a la señora Lilita, pues al gobierno no le disgusta que Carrió haga sus shows mediáticos con denuncias a troche y moche que siempre quedan en la nada.
Y más le sirve entrando en alianzas opositoras al gobierno que a la larga termina destruyendo.
También nos explicaron que las llamadas claves que pueden desentrañar el enigma Nisman hay que buscarlas en las semanas previas a que el fiscal se tomara sus vacaciones y viajara a España. ¿Le llenaron la cabeza de mentiras y promesas de pruebas que a su regreso no le presentaron?
Esas llamadas entre noviembre y diciembre pueden ser claves para desenrollar la madeja de esta historia. Hasta lo que se sabe, la denuncia del fiscal recaía en Héctor Timerman, despreciado por los iraníes como demuestran las escuchas, pero también por dirigentes judíos que no toleran se hubiera mezclado en los acuerdos con Irán.
También nos hablan de que el operador de Stiuso con ciertos políticos y con algunos medios de comunicación es el ex jefe de la SIDE, Miguel Ángel Toma.
Quien fuera jefe de la SIDE en tiempos de Eduardo Duhalde no dejó un buen recuerdo en "la casa".
"Se llevó toda la caja, Fosnasero se lo dijo en su momento cuando asumió como Directora de Finanzas a Cristina" (su relación directa y confidencial fue con la actual presidenta, más que con Néstor), pero lo dejaron pasar porque Kirchner precisaba de Stiuso para que hiciera lo que mejor sabía, conspirar contra quien se le antojara a Néstor.
Stiuso también teme, dentro o fuera del país alguna venganza narco por los cargamentos que aseguraba salían indemnes del país y finalmente fueron decomisados (Diario Veloz).