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¿Máximo preso? La trama que teme Cristina

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LA FOTO QUE PROVOCA TERROR A LA PRESIDENTA
LA FOTO QUE PROVOCA TERROR A LA PRESIDENTA

Más de lo mismo”, dice Máximo Kirchner para negar sus supuestas cuentas en el exterior por unos 62 millones de dólares. “Más de lo mismo”, se le podría reprochar también por la falta de transparencia de sus actos y los de su madre Presidenta de la Nación y de los negocios de familia. El hijo presidencial citado e investigado por la Justicia es la foto más temida por CFK. El lunes 30 a la noche, con el trasfondo de Máximo denunciado, volvió la tensión a la residencia de Olivos.

 

Cristina Fernández había hecho fracasar las negociaciones de algunos de sus funcionarios con la CGT amiga de Antonio Caló para evitar el paro del 31: “Yo no soy boluda, tienen buenos salarios de clase media gracias a este gobierno, pero ahora se quieren aprovechar y usar la guita que se ahorrarían de Ganancias para comprar dólares. ¡Son de patriotas nuestras sindicalistas!”. Así cortó en seco el discurso del sindicalista Gerardo Martínez, de la construcción, cuando fue a visitarla a Olivos. Y cerró el tema con Aníbal Fernández y Axel Kicillof —que salieron el mismo lunes a descalificar la protesta sindical—, al menos hasta que no necesite elevar el mínimo no imponible para mejorar a último momento su performance electoral.

El mal humor presidencial siguió: pidió resultados sobre los efectos de la presión desplegada sobre el juez Claudio Bonadio. No hay nada que la mortifique más que imaginar la tapa de los diarios con el anuncio del llamado a indagatoria de Máximo Carlos Kirchner por la causa Hotesur. Esa empresa, en la que figuran como accionistas Cristina y sus dos hijos, alquilaba por sumas millonarias las habitaciones de esos hoteles de la familia pero no eran efectivamente ocupadas, por lo que se investiga un eventual lavado de dinero. El que convalidaba esos alquileres “truchos” –por ejemplo a las empresas de Lázaro Báez– y firmaba los balances contables era Máximo, al menos entre el 2009 y el 2011. Bonadio incluso había ordenado la semana pasada un nuevo allanamiento en la Inspección General de Justicia (IGJ), ente que regula la actividad de las sociedades comerciales y también sospechado de ocultar información sobre los movimientos de la empresa de los Kirchner. Pero el juez, recusado por Romina Mercado, la sobrina de Cristina (la Cámara decidirá el 6 de abril) probablemente se tome todo el tiempo de la campaña electoral para juntar fuerzas y citarlo, sobre todo después de que él mismo denunció haber recibido extraños anónimos intimidatorios.

La Presidenta ya había abierto el paraguas en una de sus cadenas nacionales autorrefenciales y se victimizaba: “Cuando veo esto –la operación Nisman’, según ella– y después pienso en mi hijo, que lo atacan tanto, ¿cómo no lo van a atacar? Claro, prefieren hijos que hagan otras cosas, no que se dediquen a fundar o formar organizaciones políticas de jóvenes”. Estuvo tentada de compararlo en público con Antonito de la Rúa, el anterior hijo presidencial casado con Shakira que, luego del divorcio, se presentó en los tribunales de Los Ángeles para reclamar parte de las fabulosas ganancias de la estrella. Pero Cristina, por ahora, solo lo comenta en privado.

 

El triángulo fatal

Fue una noche larga e intensa la del lunes 30. Cristina también decidió que su hijo debía salir al paso de otra denuncia delicada que lo involucra. Con un cable de Télam fechado en Santa Cruz, Máximo atacó a la revista brasileña Veja y a Clarín –“dos monstruos y no solo por el tamaño de sus empresas”– por publicar, simultáneamente, que habría compartido cuentas bancarias no declaradas en el exterior con la ex ministra de Defensa Nilda Garré en el 2005 y 2011.

“Son mentiras planificadas. No hay ‘errores’. Tampoco ‘fuentes no chequeadas’. Todo es una mentira cuidadosamente planificada y dirigida, en donde no solo intervienen grupos mediáticos —acusó el hijo de Cristina—. Ellos son parte del dispositivo de operaciones políticas que ahora ya exceden el ámbito nacional”.

Según Veja, la supuesta triangulación financiera entre Argentina, Venezuela e Irán —solo sostenida por una “fuente (anónima) del sector financiero de los Estados Unidos”— se habría canalizado a través de dos cuentas, una abierta en octubre de 2005 en el Felton Bank, de Delaware, en los Estados Unidos, a nombre de la empresa Business and Services IBC, con sede en el paraíso fiscal de Belice. Los dueños serían la ex ministra y ex embajadora en Caracas, Nilda Garré, el ex diputado santacruceño y abogado de los K Henry Olaf Aaset y Máximo Kirchner. El primer depósito habría sido transferido justamente desde Caracas y su saldo, en abril del 2010, acumulaba US$ 41,7 millones. Según Veja, existiría otra cuenta secreta abierta en diciembre del 2006 designación no fue sencilla y marcó el comienzo de una tensión entre Castro y el ministro de Planificación, Julio De Vido. Kirchner se inclinó por Castro y rechazó el lobby de De Vido para designar al ex director del OCCOVI, Claudio Uberti, recordado por haber viajado en el mismo avión que el valijero venezolano, Antonini Wilson. El pedido de desde Luxemburgo en el Morval Bank & Trust, con sede en las Islas Cayman. Serían supuestamente titulares no solo Máximo y Garré sino María Paula Abal Medina, hija de la ex ministra. El saldo en abril de 2010 era de US$ 19,8 millones, siempre según la revista brasileña.

En una edición anterior, citando a tres funcionarios chavistas arrepentidos que habrían roto con el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, pero a quienes no se identifica, se afirmaba que “el gobierno de la Argentina recibió mucho dinero por medios legales (títulos de deuda) e ilegales (valijas de dinero) a cambio de algo muy valioso para los iraníes”, supuestamente la tecnología que habría hecho tan semejantes los reactores nucleares de Arak, en Irán, y de Atucha, en la Argentina. Las oscuras relaciones entre Irán y Venezuela y entre Chávez y el kirchnerismo se hicieron ya patentes en el 2005.

En enero de aquel año, por ejemplo, llegó a la Cancillería argentina un cable del entonces embajador en Venezuela, Eduardo Alberto Sadous, que empezaba a confirmar los tratos sucios que se sospechaban del chavismo con al menos algunos funcionarios locales. Faltaban 90 millones de dólares del fideicomiso que Argentina y Venezuela mantenían en el Banco UBS de Nueva York. La ingeniería financiera aparentemente utilizada habría sido la siguiente: los 90 millones salieron del fideicomiso y volaron un tiempo y fueron reingresados a Caracas por la vía del mercado negro donde se vendieron para ser recomprados en el oficial. “Alguien se quedó con la diferencia: 13 millones de dólares”, contó Sadous. Se retiraba el dinero del fideicomiso de Nueva York y se hacía una gigantesca bicicleta entre el mercado oficial de Caracas y el paralelo, quedándose con una diferencia del 15%.

 

Relaciones peligrosas

Justamente, a principios de marzo de este año, el ministro Julio de Vido suscribió junto al gerente general y CEO, Héctor Otheguy, del INVAP, Investigación Aplicada –una empresa de Río Negro de tecnología para proyectos complejos– un convenio con el Reino de Arabia Saudí, similar al que, aparentemente, pretendía Irán mediante la intermediación de Chávez: la creación de una empresa mixta binacional de desarrollo de tecnología, en especial nuclear.

Los supuestos arrepentidos chavistas citados por Veja, obviamente colaborarían actualmente con las autoridades estadounidenses en investigaciones sobre narcotráfico y terrorismo.

Pero los propósitos iraníes respecto de la Argentina en materia de tecnología nuclear no son nuevos, tenían varios antecedentes previos al 2007: a principios de 1990, por ejemplo, el entonces secretario para Asuntos Especiales de la Cancillería argentina, Alfredo Karim Yoma —hermano de Emir Yoma y cuñado de Carlos Menem— inició conversaciones con el jefe del gobierno iraní de entonces, Hashemi Rafsanjani, para concretar un acuerdo de transferencia nuclear hacia ese país por un total de 300 millones de dólares —50 millones por año — más la provisión de dos reactores para la central de Busheir y el suministro de plantas de irradiación de alimentos que totalizaban 500 millones de dólares. Pero a instancias del gobierno norteamericano, el canciller Domingo Cavallo y el director de Seguridad Internacional y Asuntos Nucleares de la Cancillería, denunciaron públicamente las gestiones de Yoma. Finalmente esos acuerdos con Irán quedaron suspendidos a menos de seis meses de ser firmados, aún antes de que Menem decidiera la participación argentina en el bloqueo marítimo en el Golfo Pérsico. Aún antes, en 1987, se había firmado otro convenio para que el INVAP realizara modificaciones en un reactor experimental en Irán. Ese acuerdo incluía la exportación de uranio enriquecido: la información se hizo pública como resultado de denuncias realizadas desde los Estados Unidos que propiciaba, por entonces, un embargo para evitar que Irán obtuviera tecnología nuclear. Efectivamente, según un informe presentado en 1992 por Robert Gates, director de la CIA durante la administración Bush, la Argentina, junto con Brasil y Paquistán eran los principales países que suministraban tecnología para el enriquecimiento de uranio a Irán. El fiscal Alberto Nisman, en el 2013, había sido invitado a hablar en un congreso norteamericano sobre “la penetración de Irán en América latina”. Como el tema excedía la investigación de la AMIA, la procuradora Gils Carbó no le permitió viajar: Nisman se convirtió así en un héroe “in absentia” entre los legisladores más radicalizados del Partido Republicano para los que Irán era, ni más ni menos, que el Eje del Mal. Algunos de ellos, como Marco Rubio e Ileana Ros Lehtinen, le están exigiendo ahora a Obama que presione al gobierno argentino para que haya una investigación “transparente e imparcial” de la muerte de Nisman. Esa presunta cooperación argentino-iraní era vigilada de cerca por funcionarios de inteligencia estadounidenses e israelíes. Pasado el conflicto bélico con Irak (1988), Irán vuelve a la carga para reactivar los acuerdos con la Argentina.

 

Reacción

Máximo niega todo. La Presidenta, por supuesto, estalló a través del comunicado de su hijo que después retuiteó: “En aquel acto de Argentinos Juniors –el 13 de septiembre del 2014, el primer y único acto en el que habló– aseguré que, a partir de ese día, iban a decir cualquier cosa”. Y Máximo enumera las presuntas agresiones contra su persona: “Hasta aquel acto era un 'avezado jugador de play'. Luego me transformé en otra persona. Su relato –el de Clarín, subraya Máximo– dio un giro brusco. Así fue como un día me encontré acusado de quemar un hipermercado de materiales. Días más tarde, un periodista estrella de Clarín –ese que Videla considerara un “joven brillante”– aseguró que los fondos buitre habían encontrado una cuenta en el exterior. Luego vino Le pagó a la familia presidencial esa suma, aun cuando sus empleados no ocuparan las habitaciones. Según fuentes judiciales, en el expediente que tramita Bonadio habría cheques emitidos por Báez que Máximo cobró a través del Banco de Santa Cruz. Esos cheques, cimentarían las bases para probar una supuesta maniobra de lavado de dinero. Bonadio ya hizo trascender un mensaje: que puede llamar a indagatoria a Máximo. El Gobierno se entusiasma con que no lo cite en el medio de la campaña. la denuncia por Hotesur. Todas esas operaciones berretas pueden tener el nivel de repercusión que tienen solo por el desmedido tamaño de quien las pronuncia”. Máximo dixit.

El hijo presidencial da por sentado que a él también lo inflama la obsesión familiar por Clarín: “Le podrán temer los candidatos a presidente, los sindicalistas 'más pesados', que por un exhorto convocaron a un paro nacional. Podrán temerles los jueces y fiscales 'independientes', pero yo no les temo –dramatiza Máximo–. Usen todos sus canales, medios y periodistas. No tengo ni tuve ninguna cuenta, ni individual ni conjunta con nadie, en el exterior. No es una actitud heroica ni mucho menos. Es un simple acto de libertad...”.

Es así, no es que quieren, sino que tienen la chancha, los veinte y en este caso la maquina de fabricar papel. Pero no les van a alcanzar los diarios, ni los canales, ni la colección de periodistas que poseen para apropiarse de la palabra y menos de las ideas. Los cambios producidos son irreversibles porque la historia es indetenible, y no se tapa con papel de diario”.

Cristina, que estaba con Wado de Pedro en Olivos, le pidió salir inmediatamente a confrontar. Otra vez se le aparecía la foto más temida. Finalmente, el vibrante alegato dirigido a la militancia –que incluyó un inédito raid radial– lo perfila para aspirar, todavía, a una candidatura para algún cargo con fueros. No mide bien en Río Gallegos. Tampoco funcionó en la provincia de Buenos Aires, a tal punto que el presidenciable más cristinista, Daniel Scioli, prefiere llevarlo a Kicillof de vice. El hijo presidencial le pidió a su madre “suavizar” a Bonadio y “ganar tiempo”. En el cristinismo estaban preparados para el 20 de febrero, el día que el juez habría elegido para citarlo. Casi un mes antes, el 18 de enero, moría el fiscal Alberto Nisman. La crisis política empezó a pasar por otro lado. El deterioro del Gobierno en retirada no puede frenarse ni con las desestimaciones de la denuncia de Nisman por parte del juez Daniel Rafecas y de la Cámara Federal gracias al voto de Jorge Ballesteros.

Sin embargo, la actitud de Cristina Fernández va contra el análisis político convencional aun de los opositores. El jueves 26 estaba eufórica y les leía a sus colaboradores distintos pasajes del voto de Ballestero de 77 folios. Por ejemplo aquel en el que el juez hunde la lógica utilizada por Nisman: “El Memorándum de Entendimiento pudo ser un fracaso para la diplomacia argentina, un error para los anales legislativos, una desilusión para quienes creyeron ver en su texto el avance de la investigación por el atentado, pero de allí a ver forjado en él un maquiavélico plan por encubrir a los responsables de las cientos de víctimas de la voladura de la AMIA existe un abismo”.

Siempre de acuerdo con los venezolanos ahora radicados en Estados Unidos, el gobierno de Chávez mantenía varios negocios sucios con Irán. Estos incluían, según esos también oscuros testimonios, el envío de cocaína, documentos y equipos en un avión Airbus A340 que hacía una vez por semana la ruta Caracas-Damasco-Teherán y que funcionó entre marzo del 2007 y septiembre del 2010 bajo la supervisión del entonces ministro del Interior venezolano, Tareck El Aissami, hoy gobernador del Estado de Aragua. A su regreso, la aeronave –apodada “aeroterror” por los antichavistas–, traía dinero en efectivo y terroristas buscados internacionalmente con nuevos pasaportes venezolanos. Entre los personajes encubiertos por las autoridades estaba el clérigo Mohsen Rabbani, citado por Nisman como uno de los presuntos autores del atentado contra la AMIA en 1994.

Aunque, como siempre, según suele decir Cristina, después de una de cal viene una de arena, lo adverso y lo propicio vienen en cuotas pero se complementan. El lunes 30, otra vez, tuvo que correr para averiguar el verdadero origen de los disparos de Veja y proteger a su hijo de cualquier investigación local o internacional, la foto tan temida. Mientras tanto, casi irónicamente, las agencias internacionales confirmaban la inminente firma de un acuerdo nuclear de los Estados Unidos con Irán, un país enfrentado durante más de tres décadas con Washington. Barack Obama se juega sus últimos cartuchos y sus aliados más próximos, Arabia Saudí e Israel, temen que el acuerdo entre “el Eje del Mal” y el “Gran Satán” termine por hacer volar todo por los aires (Revista Noticias). 

 
 

10 comentarios Dejá tu comentario

  1. Noticias haciendo especulaciones berretas, como siempre. Todos sabemos que nadie va preso, nadie devuelve lo que se robó, la justicia no existe. Parece que nadie se da cuenta de los acuerdos entre el gobierno y la justicia. ¿Nadie notó que las causas por corrupción están "planchadas", del caso Nisman se habla poco?. No seamos inocentes.

  2. Lo citarán al gordito lavador, pero no pasa a mas. Bonadio arregla, como hacen todos en el Poder Legislativo. Asi tenemos a la república en retroceso permanente desde que nos gobiernan los populismos. El próximo a ocupar la Rosada no será mejor, ya que todos son del mismo palo, corruptos y vividores de lo ajeno!!!

  3. Me parece que es lo más temido por Clarín. Que el Modelo tenga continuidad en Maximo. ¿por que no informan quienes son accionistas de Veja? Clarinete comete el error de ponerlo en evidencia. Ahora se va a lanzar como candidato. Y no lo tienen en la TV, ni en las revistas que ellos editan. No sigue su agenda.

  4. Desde luego q "madame deficit" no genera progreso con su sueldo,,,pero mas alla de toda esa parafernalia proselitista, hay tres cosas de máxima prioridad,,, que no existe,,,,y eso se llama bienestar económica, empleo y seguridad,,,,

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