Cristina Fernández de Kirchner escondió en la Cumbre de las Américas el paraíso de lavado de dinero proveniente del narcotráfico en el que se ha convertido la República Argentina, mientras que el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, expresa el deseo de liberalizar la venta de marihuana en su provincia.
Como el adicto en consumo, Cristina eligió culpar a Estados Unidos de permitir el lavado de activos del narcotráfico, siendo que Argentina se ha convertido en ésta última década en un paraíso para la legalización de dineros manchados con la sangre arrancados a millones de adictos que sufren la enfermedad.
No habló la presidente de Argentina de los laboratorios clandestinos que producen drogas en nuestro país, también calló oportunamente que somos el tercer exportador de cocaína de América y además soslayo pertinentemente que el lavado de activos provenientes del narcotráfico encuentra en éste país sudamericano un espacio tranquilo y ameno, para que los mercaderes de la muerte legalicen dineros sucios.
Esta oportunidad no la podía dejar pasar el Gobernador Antonio Bonfatti, que viene pregonando la droga libre junto a Victoria Donda y otros. Debe haber pensado “si no puedes con el enemigo, únetele” al mejor estilo que describe Nicolás Maquiavelo quien sugiere puntillosamente "si puedes matar a tu enemigo, hazlo; si no, hazte amigo suyo".
Sucede que este tipo de actitudes gubernamentales, deja heridos en el camino potencialmente incontrolables, que son nada menos que los familiares de las personas afectadas por la enfermedad de la adicción.
Hasta ahora, el enemigo del ciudadano era el vendedor ilegal protegido entre las sombras por alguien de poder, pero con la liberación propuesta por Bonfatti el “arruina pibes” es el propio Estado y es acá donde comienza a gestarse la caída de los liberalizadores, cuando la angustia de la familia muta hacia la ira incontrolable, que cae en las espaldas de los gobernantes que no han querido cuidar al ciudadano, trocando el bienestar común por dinero para las propias arcas.
La idea de Bonfatti acompañada del ocultamiento de nuestra agria realidad por parte de Cristina Kirchner en la Cumbre de las Américas, empujan el avance de flagelo. El gobernador de Santa Fe pretende liberalizar la venta de cannabis a sabiendas que ésta sustancia es creadora de paranoicos, psicóticos y esquizofrénicos, pudiendo verse ya a los afectados pululando por las calles a toda hora.
(*) Claudio Izaguirre es presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina